Iago es otro de esos juguetes rotos de la masía. Hasta sus 18 años, el atacante era de los más brillantes hombres del club catalán y de las categorías inferiores de la Selección Española. Viendo sus escasas opciones de llegar al primer equipo y el interés de un transatlántico como la Juventus de Turín, el gallego marcha a Italia con tan solo 18 primaveras y la intención de crecer de la mano del Calcio.

En su estancia en el submarino unicamente jugó un encuentro en el primer equipo amarillo

En su primera etapa en el actual campeón de la Serie A, se marcha inmediatamente destinado al Bari. El español era uno de los grandes reclamos del conjunto de sur del país en su vuelta a la máxima competición del fútbol italiano. Tras otra corta etapa en el club bianconero, volvió a España, esta vez al Villarreal. En su estancia en el submarino unicamente jugó un encuentro en el primer equipo amarillo, aunque sus actuaciones en el filial fueron memorables.

Tras su estancia en el fútbol español e italiano, el gallego iba a probar las mieles del fútbol británico. En 2011, el Tottenham consiguió la cesión del extremo. Esta etapa en las islas fue la menos lustrosa para el atacante, ya que en su paso por el club londinense solo jugó cinco minutos con los spurs. Tras esta paúperrima experiencia, el vigués solo pretendía salir de ahí. Sus siguientes pasos: las cesiones en el Rayo Vallecano y en el Almeria, donde encontró minutos para foguearse tras una temporada insulsa en tierras británicas.

Iago aterrizó en la capital italiana para consolidarse en uno de los grandes clubes del país.

Después de esta segunda vuelta a la Primera División española, era el momento de triunfar en el país por el que había apostado. Italia le esperaba con los brazos abiertos, y el Genoa sería su primer escalón hacia la élite. En su paso por el equipo genovés, alcanzó la friolera de trece tantos, conviertiéndose en uno de los baluartes de su club para acabar sexto en la clasificación. Formando parte del club grifone de pleno derecho, la Roma se fijaría en él. Iago aterrizó en la capital italiana para consolidarse en uno de los grandes clubes del país, tras todo el sacrificio durante toda su carrera.

Su paso por el club capitalino no termina de ser todo lo satisfactorio que esperaba. Con únicamente trece partidos como titular durante la temporada, el gallego solo logra anotar dos goles. Su consolidación en la Roma nunca llega y hace las maletas rumbo a Turín, aunque en esta ocasión el Torino será su destino.

A partir de aquí, se conoce de sobra la historia. El español está siendo uno de los ejes del conjunto de Mihajlović. Tanto en el apartado goleador como en su influencia en el juego, Iago está siendo uno de los grandes atractivos del club durante este curso.