366 días que no pasarán, ni mucho menos, a la historia del club toscano. Los violas siguen siendo irregulares y no son capaces de dar ese salto de calidad que tanto necesitan. Paulo Sousa ya no parece tan bueno para la Fiorentina y ahora el objetivo de clasificarse para competición europea parece muy improbable. No obstante, dos excepciones confirman la regla: Federico Bernardeschi y Federico Chiesa. La consagración del '10' y la aparición del '25' es lo mejor que le queda al club toscano para dar por finalizado el 2016.

A un paso de ser líderes, pero con muchas dudas

El final del año 2015 prometía mucho para la Fiorentina. El 2016 parecía esperarse con verdadera ansia en las filas del club toscano para dar de una vez por todas un golpe sobre la mesa sobre el fútbol italiano y europeo. Todo cuadraba. Paulo Sousa había dado con la tecla en los seis meses que llevaba al mando del equipo y a Vincenzo Montella ya no se le echaba de menos. El entrenador portugués había mejorado el sistema de l'Aeroplanino dotándolo de mayor seguridad defensiva.

Pasqual y Borja Valero presionan a Ansaldi para robarle el balón | Foto: Genoa CFC
Pasqual y Borja Valero presionan a Ansaldi para robarle el balón | Foto: Genoa CFC

La Fiorentina se encontraba en segunda posición en el mes de enero y estaba peleando el liderato al Nápoles de Gonzalo Higuaín. Todo era un camino de rosas en Florencia, todo funcionaba. Los fichajes, como Nikola Kalinić, ya se habían adaptado al club viola y las promesas ya despuntaban, como Federico Bernardeschi. La conexión entre ambos jugadores estaba siendo fundamental para el gran estado de forma de la Fiorentina.

Desavenencias entre Paulo Sousa y la directiva

Pero un halo de incertidumbre sobrevolaba por el Artemio Franchi. Paulo Sousa estuvo exigiendo durante todo el mercado de fichajes de invierno refuerzos en la zaga y el único que le llegó al técnico luso fue Yohan Benalouane, que no jugó ni un solo minuto con la zamarra de la Fiorentina. Los violas reforzaron otras posiciones, como la delantera con Mauro Zárate, o el centro del campo con las llegadas de Tino Costa o Panagiotis Kone. Sin embargo, la mayoría de los fichajes realizados solamente sirvieron para cubrir vacantes, puesto que jugadores como Mario Suárez o Joan Verdú se habían marchado ya en este mismo mercado.

El juego de la Fiorentina comenzó a empeorar, pero hasta marzo los resultados no lo hicieron. El segundo puesto lo perdió nada más comenzar el año, pero continuó estando en puestos de Champions League hasta el mes de marzo. Todo se fue desmoronando poco a poco. Los jugadores que habían aupado al conjunto toscano hasta la segunda posición, incluso al liderato en algunos tramos de la temporada, ya no mostraban el nivel que habían tenido al inicio de la temporada.

Crisis y depresión tras la goleada en White Hart Lane

Las causas de la gran caída de la Fiorentina fueron varias, pero el desencadenante fue la dura derrota en los dieciseisavos de final de Europa League. Los de Paulo Sousa no tuvieron demasiada suerte en el sorteo al toparse con los spurs, aunque ya los habían eliminado en la temporada anterior en la misma ronda. Sin embargo, el equipo dirigido por Mauricio Pochettino sacó un valioso empate a uno en Florencia y goleó 3-0 en White Hart Lane en el partido de vuelta.

La eliminación a manos del conjunto inglés fue el principio del fin para la Fiorentina. Todo se vino abajo poco a poco, aunque realmente no fue una caída en picado. El tercer puesto se fue a manos de la Roma mientras el Inter se aproximaba poco a poco a la cuarta plaza y, por tanto, al conjunto viola. La derrota en tierras londinenses significó una racha pésima para las aspiraciones de los de Paulo Sousa, que aún soñaban con meterse en puestos de Champions League.

Babacar dispara a puerta para anotar gol ante el Inter | Foto: ACF Fiorentina
Babacar dispara a puerta para anotar gol ante el Inter | Foto: ACF Fiorentina

Los violas solamente cosecharon dos victorias en las últimas doce jornadas de Serie A después de caer eliminados en los dieciseisavos de final de Europa League. El cuadro toscano incluso perdió la cuarta plaza en favor del Inter de Milán. La Fiorentina ya llegó sin opciones de lograr dicho puesto en la penúltima jornada y la temporada acababa con un sabor de boca un tanto amargo.

Clasificación a Europa League: objetivo cumplido

El desencadenante de la caída de la Fiorentina fue la dura derrota en los dieciseisavos de final de Europa LeagueSin embargo, Paulo Sousa había cumplido el objetivo marcado a principio de temporada con creces. Es cierto que el técnico portugués fue eliminado a las primeras de cambio en la Coppa y en la primera eliminatoria en la Europa League. A pesar de sendas eliminaciones, el exentrenador del Basilea logró clasificar a los violas para disputar la Europa League la temporada 2016-17 y siguió el camino marcado por Vincenzo Montella. Además, el hecho de estar peleando por el liderato hasta bien entrado el mes de enero generó una ola de confianza hacia Sousa por el buen trabajo que estaba realizando. Las rencillas con la directiva en la política de fichajes no habían desaparecido, pero el quinto puesto le aseguró al luso la continuidad.

El final de la temporada 2015-16 fue el preludio de lo que ocurriría en la siguiente temporada. El mercado de fichajes veraniego fue una frustración constante para la Fiorentina, pues muchas de las piezas claves de la temporada pasada se marchaban del Artemio Franchi y el humilde poder financiero de los violas no podía competir con otros equipos italianos para atraer a buenos jugadores.

Reforma semicompleta de la plantilla

Así pues, un jugador como Manuel Pasqual -capitán de la Fiorentina- terminaba contrato y se marchaba libre al Empoli. El lateral izquierdo italiano había perdido la titularidad en favor de Marcos Alonso, otro que volaría de Florencia a Londres en el último día para recalar en el Chelsea por un cifra cercana a los 25 millones de euros. Futbolistas de gran renombre como Giuseppe Rossi (cedido a mitad de temporada al Levante) o Mario Gómez (cedido la campaña completa en el Beşiktaş) se marchaban para no volver al Celta y al Wolfsburgo, respectivamente. Facundo Roncaglia, fijo en los planes de Paulo Sousa, también llegaba a tierras viguesas.

Salcedo, Astori, Valero, Tomović y Kalinić celebran un gol del croata | Foto: ACF Fiorentina
Salcedo, Astori, Valero, Tomović y Kalinić celebran un gol del croata | Foto: ACF Fiorentina

Otros futbolistas como Jakub Błaszczykowski, Tino Costa, Panagiotis Kone o Luigi Sepe también finalizaban su estancia en el Artemio Franchi después de que terminasen sus cesiones. No obstante, otros como Davide Astori o Cristian Tello también acababan su cesión, pero finalmente volvían a vestirse con la zamarra viola. En el caso del defensa italiano, la Fiorentina lo fichaba por 3,5 millones de euros y el ex del Oporto volvía otra vez como cedido a Florencia. Sin embargo, los violas debían reestructurar su plantilla para volver a hacerla competitiva y poder optar, al menos, por clasificarse de nuevo a la Europa League. Mati Fernández se marchaba cedido a última hora al Milan, aunque Paulo Sousa conseguía retener a importantes jugadores como Borja Valero, Nikola Kalinić o Milan Badelj.

Para suplir todas las bajas, al cuadro viola llegaban en forma de préstamo Carlos Sánchez, Carlos Salcedo, Maximiliano Olivera y Sebastien De Maio para apuntalar el área defensiva de la Fiorentina. La zona ofensiva del centro del campo y la delantera de los violas también fue reforzada con las llegadas de Sebastián Cristóforo y Hernán Toledo, ambos en calidad de cedidos. De hecho, los gastos en fichajes de la Fiorentina se limitaron a la opción de compra realizada sobre Davide Astori, las tarifas de préstamos relativas a las cesiones y fichajes de jugadores como Ianis Hagi, Kevin Diks o Bartłomiej Drągowski, todos jóvenes promesas que comenzarían la temporada con el equipo juvenil. Por lo tanto, la Fiorentina no realizó grandes inversiones para mejorar plantilla, algo en lo que no puede competir contra otros equipos.

No se puede ganar solo con ilusión

La temporada se presentaba muy estimulante para la Fiorentina, a pesar de que los violas debían dar un paso adelante si querían repetir el puesto cosechado en la temporada 2015-16. La plantilla era inferior, pero los jugadores importantes continuaban en el Artemio Franchi. Valero, Kalinić, Vecino, Bernardeschi o Gonzalo Rodríguez seguían llevando la camiseta viola y eso era lo más importante. Pero el comienzo de la temporada 2016-17 no está siendo todo lo bueno que se esperaba.

La Fiorentina no realizó grandes inversiones para mejorar plantillaLa irregularidad que caracterizó a la Fiorentina tanto con Montella como con Sousa no desaparece. El técnico portugués parecía haber encontrado la fórmula perfecta para hacer de su equipo un conjunto fiable en defensa y peligroso en ataque, pero todavía no lo ha logrado. El inicio de temporada está siendo muy cuestionado, ya que la Fiorentina se encuentra peleando en la mitad de la tabla y bastante alejada de los puestos europeos.

Luchar con ocho equipos es complicado

Sin embargo, con los números en la mano, los violas no han comenzado tan mal como todo parece indicar. ¿Entonces cuál es la razón principal de que la Fiorentina ahora mismo se encuentre en novena posición y a seis puntos del quinto puesto? El principal problema, aparte de la ya consabida irregularidad de la Fiorentina, es el aumento de nivel de los equipos que luchan por las posiciones nobles de la tabla y la aparición de otros equipos que no se esperaban. Por ejemplo, a estas alturas de la temporada pasada, la Juventus estaba intentando relanzarse después de su pésimo inicio de campaña; el Nápoles intentaba curarse prácticamente de lo mismo que la Vecchia Signora aunque a menor escala; la Roma se dejaba ir y perdía su ocasión de poner tierra de por medio con los bianconeri.

Un grupo de jugadores celebra un tanto mientras Tomović, Iličić y Kalinić van al centro del campo | ACF Fiorentina
Un grupo de jugadores celebra un tanto mientras Tomović, Iličić y Kalinić van al centro del campo | ACF Fiorentina

Por tanto, la Fiorentina estaba en el momento y el lugar precisos, lo que le catapultó incluso hasta el liderato la campaña anterior. Sin embargo, esta temporada está siendo distinta. Pese a comenzar perdiendo contra la Juventus en la primera jornada de liga, los violas solamente cosecharon una derrota en los siguientes quince partidos entre todas las competiciones. Pero esto no le servía para estar en la parte de arriba de la clasificación. La Juventus comenzaba con paso firme, el Milan resucitaba, el Nápoles comenzaba con dudas pero no fallaba y la Roma perseguía con ahínco a los de Massimiliano Allegri. Además, el Lazio volvía a lo más alto después de una temporada convulsa y a la lucha se unían otros clubes como el Atalanta o el Chievo.

Los de Paulo Sousa no están mostrando su mejor nivel, aunque este no era ni mucho menos malo. Pero el buen momento de otros equipos ha hecho que la competencia haya aumentado sobremanera. A los ya citados, hay que añadir el Inter, que ya está mejorando con la llegada de Stefano Pioli, y al Torino, que siempre ronda los puestos europeos. A pesar de todo ello, la Fiorentina fue afortunada en el sorteo de la fase de grupos de la Europa League y ha conseguido pasar a los dieciseisavos de final como primera de su grupo.

Bernardeschi tira del carro y Chiesa apunta maneras

El estado de forma de la Fiorentina siempre da que hablar y su irregularidad aún no ha desaparecido. Consiguió ganar tres partidos consecutivos nada más comenzar el mes de diciembre y ha acabado este mismo mes sin ganar en los últimos tres partidos. Las dudas sobre Paulo Sousa ya son claras y notorias, pero la confianza en el técnico luso aún existe. Tiene todo lo necesario para revertir la situación, pero no será fácil para los violas, puesto que sus competidores no parece que vayan a disminuir su nivel.

A pesar del mal momento que viven los violas, Paulo Sousa tiene esperanza. La revelación de la temporada pasada, Federico Bernardeschi, está mostrando la madurez futbolística que se le presuponía tanto en el Crotone como en su primera temporada con la maglia violeta. El '10' de la Fiorentina estuvo muy cuestionado durante los primeros meses, pero ahora mismo el de Carrara es el que se ha echado el equipo a la espalda. Junto a Bernardeschi están Nikola Kalinić, que sigue siendo fiable de cara a gol, Josip Iličić y Borja Valero al pie del cañón.

Federico Chiesa se dispone a tirar ante la mirada de Ghoulam | ACF Fiorentina
Federico Chiesa se dispone a tirar ante la mirada de Ghoulam | ACF Fiorentina

Pero ha aparecido una luz nueva en el Artemio Franchi que nadie esperaba que se encendiese... aún. Un chico nacido en Génova el 25 de octubre de 1997 subía al primer equipo de la Fiorentina, aunque nada indicaba que el joven futbolista fuese a tener demasiados minutos. Su nombre es Federico Chiesa, hijo del mítico Enrico, por lo tanto no se quería tener prisa con él, sobre todo para no meterle la presión típica de ser hijo de un gran futbolista. Pero el '25' del conjunto viola ha roto todos los pronósticos posibles. Ya ha disputado nueve partidos en Serie A y otros cuatro en Europa League, competición donde anotó su primer tanto con el equipo toscano. Se ha adaptado a la perfección a la posición de carrilero ofensivo donde le sitúa Paulo Sousa y ya es un fijo en todas las convocatorias de la Fiorentina.

Múltiples opciones para volver a jugar torneo continental

Federico Bernardeschi está mostrando la madurez futbolística que se le presuponíaDe todas formas, la Fiorentina no debe encomendarse a un chaval que acaba de cumplir 19 años para solucionar sus problemas. Paulo Sousa está obligado a convertir a la Fiorentina en un equipo competitivo de nuevo, tal como hizo la pasada campaña. Su obligación pasa por luchar por los puestos europeos e, incluso, clasificarse, como mínimo, a la Europa League de forma directa. Otra opción sería centrarse en la competición continental esta temporada para conseguir una plaza en la fase de grupos de la Champions League del siguiente año, algo muy complicado con el buen nivel de los clubes competidores y la gran cantidad de partidos a disputar.

Así pues, la Serie A parece el escenario menos malo para jugar competición europea por quinta campaña seguida. Los violas aún no han actuado en la Coppa, pero una hipotética clasificación a la Europa League por medio del título copero o, en su defecto, del subcampeonato, hará que el cuadro toscano tenga que jugar una ronda previa y comenzar su pretemporada siguiente mucho antes para disputarla.

El 2017 no augura lo mejor a los violas

El año 2016 de la Fiorentina ha ido de mal en peor con el paso de los meses. Comenzó con la ilusión por luchar por el scudetto y va a terminar con los violas en el noveno puesto y muy lejos de la pugna por las plazas europeas. Paulo Sousa parecía ser el entrenador adecuado para la Fiorentina, pero ahora las dudas se ciernen sobre su persona. El club de Florencia lo tiene muy complicado para que las cosas cambien, pero aún queda mucha temporada por delante y el mercado invernal de fichajes puede deparar grandes sorpresas. Sin embargo, el entrenador portugués primero tiene que resolver los problemas internos, como que el actual capitán viola, Gonzalo Rodríguez, no haya renovado aún cuando termina contrato en el mes de junio, lo que significa que pueda negociar con cualquier equipo a partir del mes de enero.

Gonzalo Rodríguez camina solo hacia los vestuarios | Foto: ACF Fiorentina
Gonzalo Rodríguez camina solo hacia los vestuarios | Foto: ACF Fiorentina

Los violas pueden reponerse a este tipo de situaciones y saben que siempre tendrán detrás de ellos a toda una ciudad como Florencia. Los florentinos son fieles a la Fiorentina y animarán al equipo pase lo que pase. El Artemio Franchi siempre apoyará a sus jugadores y eso los Borja Valero, Bernardeschi, Kalinić y compañía lo saben a la perfección. Ahora solamente queda saber si los futbolistas están a la altura para devolver al equipo toscano donde se merece.