Todo empezó un 25 de febrero del año 1999 en la preciosa Castellammare di Stabia,  de un humilde carpintero local y una ama de casa nacía el mesías de la portería italiana, pero ellos aún no lo sabían. Decidieron llamarlo Gianluigi y, tal vez fruto del azar o tal vez del caprichoso destino por aquel entonces comenzaba a sonar con fuerza en el Parma la figura de un tal Gianluigi Buffon, un joven cancerbero que parecía que podría llegar a ser un gran futbolista con el tiempo.

Gianluigi y Antonio Donnarumma | Foto: Getty Images
Gianluigi y Antonio Donnarumma | Foto: Getty Images

El pequeño Gianluigi se interesó desde pequeñito por el futbol, en parte motivado por su hermano mayor Antonio, que lo llevaba a jugar con él y sus amigos por las tardes, y posteriormente a los entrenamientos de las categorías inferiores del Club Napoli Castellamare, equipo de su ciudad natal. Gianluigi disfrutaba jugando con chicos mayores que él ya que siempre tuvo una complexión fuerte para su edad, por lo que el entrenador del club Ciro Amure decidió ficharlo y empezó a disputar partidos con y contra rivales nacidos en 1997.

Por aquel entonces Gianluigi Buffon ya era considerado uno de los mejores porteros del mundo, había fichado por el Juventus de Turín y despertó en el pequeño Donnarumma una inmensa admiración que le hizo soñar con lograr algún día ser como él, mientras que en su ciudad los rivales pedían a su entrenador la ficha del joven incrédulos ante su talento a tan corta edad.

Primeros pasos vestido de rojo y negro

El pequeño gigante cumplió los 14 años y llegaron a la casa de los Donnarumma ofertas de los grandes clubes de Italia. Juventus e Inter preguntaron por los servicios de Gianluigi para sus categorías inferiores, pero fue finalmente la oferta del Milan la que convenció a la familia ya que Antonio había partido en 2005 hacia allí y había recibido una educación futbolística de calidad –se encontraba jugando en el Génova-, por lo que nuestro protagonista hizo las maletas y se marchó a uno de los clubes más exitosos del mundo, aunque rival del equipo del que ya era capitán Gianluigi Buffon.

Donnarumma en sus primeros años | Foto: Getty Images
Donnarumma en sus primeros años | Foto: Getty Images

El niño milagro del fútbol italiano pronto asumió galones en las categorías inferiores del Milan, con sus casi dos metros de altura y sus cualidades tanto físicas como psicológicas debido a su gran madurez subió como la espuma en el conjunto milanés, esos hechos le llevaron a conocer a los que serían los dos hombres de su vida: Filippo Inzaghi y Sinisa Mihajlovic.

El primero fue el que decidió que con 15 años el portero podía subir de vez en cuando a entrenar con el primer equipo para coger experiencia, situación que sorprendió en la entidad, mientras que el segundo fue un paso más allá, haciendo que contase con ficha del primer equipo y viajando con el mismo a disputar la pretemporada.

Mihajlovic, la oportunidad | Foto: Getty Images
Mihajlovic, la oportunidad | Foto: Getty Images

Allí fue cuando la estrella de Donnarumma comenzó a brillar. Entraba como suplente del veterano Diego López y el veteranísimo Abbiati para disputar los últimos minutos de cada partido, pero en el partido que enfrentó a Milan y Real Madrid le tocó enfrentarse a una tanda de penaltis con apenas 16 años. Se mostró algo nervioso al principio pero acabó atajando un penalti a Toni Kroos, la leyenda había nacido.

El honor de la titularidad con 16 años

La temporada 2015-2016 fue difícil y Diego López no aportaba mucha seguridad en la portería, por lo que en una atrevida y discutida decisión el técnico serbio que regía en el Milan decidió que 16 años y 8 meses después de su nacimiento el piccolo bambino de Castellamare di Stabia debutase como titular en el Milan.

Despedida del gran Abbiati | Foto: Getty Images
Despedida del gran Abbiati | Foto: Getty Images

Rápidamente todo el mundo se hizo eco de la noticia debido a lo escandaloso de que un niño de 16 años robase la titularidad a un portero consolidado como Diego López, se empezó a especular mucho sobre discusiones entre el español y Mihajlovic, sobre presiones de la directiva para demostrar la valía nacional… Nada más lejos de la realidad: Donnarumma era un portero de garantías y extraordinariamente prometedor.

La temporada siguió su curso y el joven acabó disputando 30 partidos y consolidándose como una de las mayores promesas del fútbol mundial. En verano Diego López se marchó al Espanyol y Abbiati se retiró del fútbol tras la final de la Copa de Italia, por lo que para el curso 2016-2017 la titularidad corría a cargo del niño maravilla que muchos comparaban ya con la leyenda Buffon.

Hay Donnarumma para rato

Esta temporada ha sido la de la consolidación absoluta de Donnarumma como portero, ganándose el cariño y admiración absoluta de la grada milanista, la admiración y envidia de las gradas rivales y la aceptación de los incrédulos. Se trata de un portero muy completo teniendo en cuenta su cortísima edad, que apenas comete errores en las salidas, capaz de aguantar a la perfección en los 1 contra 1, con una habilidad innata para atajar penatis –Desde el parado a Kroos ha detenido 4 más, deteniendo todos los que le han tirado esta temporada en Serie A hasta la fecha y uno decisivo a Dybala en la final de la SuperCoppa-. Su única faceta mejorable es el juego con los pies, a veces algo dubitativo aunque infinitamente mejorable ya que aún está a pocos meses de cumplir la mayoría de edad.

Parada a Dybala | Foto: Milan
Parada a Dybala | Foto: Milan

La mayor alegría que ha dado a la afición rossonera es ese penalti parado a Dybala, que junto con el posterior gol de Pasalic hizo que el Milan levantase un trofeo por primera vez en 5 años y que quedará grabado en la memoria de todo aficionado milanista que comienza a vislumbrar la salida del bache en el que anda sumido el equipo.

Sus paradas ganan partidos, y eso le ha servido para debutar con la selección absoluta italiana, siendo así la ventana que se abre ante la puerta que cierra poco a poco el máximo referente histórico de la portería italiana e ídolo de Donnarumma, Gianluigi Buffon, quién le iba a decir que compartiría vestuario con él y que acabaría siendo titular con Italia.

Donnarumma con la Supercoppa | Foto: Milan
Donnarumma con la Supercoppa | Foto: Milan

No se sabe lo que el futuro y la suerte depararán al bueno de Gigio, pero si está al nivel de lo que le han deparado hasta ahora en unos años estaremos hablando de uno de los mejores porteros de la historia de este deporte. Querida ama de casa, querido carpintero, podéis estar orgullosos, pues habéis dejado a Italia en buenas manos.