El Ajax superó esta noche el primer obstáculo de la Europa League. No tenían un partido fácil: viajaban hasta Atenas a enfrentarse al Panathinaikos, el rival contra el que ganaron su primera Copa de Europa. Más de cuarenta años después, los mismos equipos, con diferentes protagonistas y diferente competición, se volvían a encontrar. Y esta vez el escenario no fue Wembley, sino el Apostolos Nikolaidis de Grecia.
Bosz optó por sacar al mismo once que había jugado contra el Vitesse el domingo en Eredivisie, haciendo únicamente una rotación: Viergever cambiaba su posición con Veltman y en vez de ejercer de defensa central lo haría como lateral derecho. El cambio tenía su riesgo, y ambos jugadores volvieron a intercambiar posiciones a los pocos minutos.
Los locales golpean primero
Sin demasiadas dilaciones el encuentro dio comienzo. El Panathinaikos empezó con fuerza su asedio a la portería de Onana, y antes del minuto 5 ya se habían posicionado arriba varios jugadores con bastante incidencia sobre la meta rival. Wakaso chutó a puerta y Onana tuvo que salir a proteger el balón dejando la portería sola; el guardameta trató de despejar el balón, pero Berg, ex jugador del PSV, aprovechó al máximo la salida del portero del Ajax y no dudó en disparar el esférico a portería para convertir el 1-0.
Los jugadores del cuadro neerlandés tardaron en reaccionar al gol del jugador local, durante buena parte de la primera mitad apenas podían dar pases en corto y estaban siendo totalmente superados por el Panathinaikos, que aprovechaba cada pequeño error de la defensa ajacied para plantarse de nuevo en el entorno de la portería visitante. Sin embargo, poco a poco el Ajax comenzó a acostumbrarse al campo y al estilo de juego del Panathinaikos, y con calma, pero sin pausa, fueron mejorando en el partido.
Traoré iguala fuerzas
A pesar de la lenta mejoría, y de no haber ocasionado peligro, el Ajax dio un revés en el marcador. El foco de la acción que precedió al gol estaba en el centro, justo frente a la portería de Steele, pero el balón cambió de ubicación y le llegó a los pies a Bertrand Traoré, que se encontraba ubicado en el costado izquierdo del campo. El delantero cedido por el Chelsea tiró a puerta con toda la zona izquierda del portero desprotegida, y ajustó su disparo a la derecha, muy cerca del primer palo y del portero, que vio cómo el balón entraba sin que él pudiese hacer nada por evitarlo.
El partido se fue al descanso en tablas. A pesar del claro dominio local, el Ajax había conseguido empatar, y si no hubiese sido por Steele, Sánchez habría marcado otro gol al borde del descanso. El partido se reanudó quince minutos más tarde y ambos equipos decidieron tomarse el primer cuarto de hora de la segunda mitad con mucha tranquilidad. Ninguno de los dos equipos tiró a puerta durante esos minutos.
En la reanudación, ninguno de los dos equipos pusieron a prueba ni a Steele ni a Onana
El encuentro volvió a sufrir otro revés en el minuto 66. Mesto derribó a Dijks dentro del área del portero local y el colegiado pitó penalti favorable al Ajax pese a las discusiones de los jugadores del Panathinaikos. Klaassen, el tirador habitual de penas máximas, erró en su disparo y Steele empujó el balón de cara al terreno de juego. Riedewald se hizo con el esférico y mandó el balón al fondo de la red. De esta forma el zaguero lograba su primer gol en partido oficial desde su debut con el Ajax en 2013 cuando marcó dos goles.
El resto del encuentro se hizo cuesta arriba para los dos equipos. El colegiado amonestó a varios jugadores, provocando la expulsión de Ivanov y Ziyech por doble amarilla, y de Wakaso por roja directa. El partido concluyó con diez jugadores del Ajax y nueve del Panathinaikos sobre el terreno de juego, y con el Ajax llevándose los tres puntos de vuelta a Ámsterdam.