El fútbol es así de caprichoso. Un día te puede ofrecer un auténtico partidazo con ocasiones en las dos porterías y al día siguiente mostrarte un encuentro donde los que menos trabajo tienen son los porteros. Miedo a perder, a fallar un pase, a subir al ataque y dejar espacios atrás. Partidos donde son los pequeños detalles los que inclinan la balanza. Así fue el choque de octavos donde Portugal venció a Croacia en Lens. Un disparo al poste, un contragolpe a la velocidad del viento y un afortunado tanto de Ricardo Quaresma que pone a los lusos en cuartos de final.

Lo dicho. La tensión se palpaba en el terreno de juego de una forma especial. Para muchos estaba considerado como el partido más interesante de estos octavos de la Eurocopa tras el España-Italia de este lunes. Todos los ojos del mundo del balompié estaban puestos en Lens. Y cuando todos se esperaban un partido marcado por sus ocasiones y por el juego ofensivo de unos y de otros, el espectador vio el partido con menos ocasiones de todo el torneo. Tanto fue así que el primer disparo entre los dos palos llegó precisamente en la jugada del gol, allá por el minuto 117.

Adrien Silva, la sombra de Luka Modric

Fernando Santos nunca se ha caracterizado por ser un experto y un catedrático de la táctica. Tras las dudas que generaron sus pupilos en la fase de grupos, el técnico luso replanteó un esquema nunca visto en la seleção, con una enorme presencia del Alvalade en el once inicial. Rui Patrício, Cédric Soares, José Fonte, William Carvalho, João Mário, Luís Nani y Cristiano Ronaldo. Todos ellos formados en las categorías inferiores del Sporting de Portugal, fueron titulares.

Eso sí, por encima de todos ellos, un nombre. El del capitán del propio Sporting. Primera titularidad en la Eurocopa para Adrien Silva y con un cometido tan complicado como el partido que se le presentaba a Portugal. La orden de Fernando Santos a Adrien era sencilla: marcaje al hombre a Luka Modric. El cerebro de Croacia y del Real Madrid, el que ses capaz de desatascar un partido con pase, el pilar por donde pasan todas las jugadas croatas. Adrien fue la sombra de Modric, que en ocasiones tenía que incrustarse entre los centrales para poder recibir. Allá donde Luka cogía el balón, Adrien estaba a menos de un metro para incomodarle. Tanto fue así que el centrocampista portugués fue el que más corrió de todo el partido con más de 13,5 kilómetros, y ni siquiera terminó el partido.

Fotografía: Clive Mason | Getty Images
Fotografía: Clive Mason | Getty Images

Sin Modric para organizar y con Portugal esperando su momento, las ocasiones que tuvo el partido en los 90 minutos se pueden contar con los dedos de una mano. Un testarazo de Pepe que se marchó por encima del larguero y un disparo por abajo de Perisic que dio en el lateral de la red. Esas no fueron las ocasiones más claras, sino las únicas del partido en toda la primera mitad.

Los segundos 45 minutos apenas cambiaron. Con algunas molestias, André Gomes abandonó el terreno de juego para dar entrada al MVP del partido según la UEFA. Llegaba Renato Sanches y con él el todocampista por excelencia que se mueve por todo el campo. Como pivote, mediapunta y también creador de juego. El nuevo jugador del Bayern de Múnich no paró de moverse por el verde y pese a que realizó más faltas de las que tiene acostumbrado, cumplió con creces.

Con los delanteros desaparecidos, los defensas fueron los que crearon más peligro en el segundo tiempo. Sobre todo el croata Domagoj Vida, que tuvo en su cabeza la más clara del partido para los suyos. Un testarazo a balón parado que se marchó por muy poco por la izquierda.

Croacia se anima y Perisic se encuentra con el palo

Con un final de partido algo descafeinado, todos los caminos conducían al mismo destino: la tanda de penaltis. Ya todos hacían cuentas y jugaban a ver qué jugador lanzaría tal o cual pena máxima. Sin embargo, el público jaleó y pidió lo mejor de cada equipo. Sobre todo los croatas, que despidieron a los suyos con pitidos al término de los 90 minutos. Croacia reaccionó, y la prórroga fue suya. Kalinic y Pjaca, que entraron de refresco, aportaron más profundidad al equipo.

Y llegó al fin la ocasión de las ocasiones. Perisic, de los más activos del partido remató en el pico del área pequeña y entre los dedos de Rui Patrício y el poste evitaron el gol croata. Antes, Vida había cabeceado por encima del travesaño tras un grave error del guardameta luso. Perdonaba Croacia y en esa misma jugada Portugal mataría el partido al contragolpe.

Fotografía: Paul Gilham | Getty Images
Fotografía: Paul Gilham | Getty Images

Y llegó la jugada del tridente

Y es que en esa misma jugada, al contragolpe, Portugal anotaba el único tanto del partido. La bola le llegó a Renato Sanches, que inició la jugada con una cabalgada de más de 40 metros. Cristiano le pedía el balón, pero el joven jugador luso decidió esperar y avanzar. Le salieron al paso y Sanches filtró el pase hacia Nani. Con la duda de tirar o no, el jugador del Fenerbahçe dio una espectacular asistencia a Cristiano Ronaldo. En el mano a mano con Subasic, ganó el portero croata, pero al rechace aparecía Ricardo Quaresma para marcar en segunda instancia.

Quién sabe. Quizás si Croacia no hubiera dado ese paso adelante el gol de Portugal no hubiera subido al marcador. Sea como sea, los esfuerzos croatas en los últimos minutos fueron en manos, y dio tiempo de una última jugada en la que Vida estuvo a muy poco de llevar al partido a los penaltis. El gol no llegó, y esa Croacia que sorprendió y mandó al segundo puesto a España, queda apeada por una Portugal que se enfrentará a Polonia en los cuartos de final.