El encuentro por la tercera jornada del Grupo B de la Taça de Portugal acabo con la derrota del FC Porto 1-0 ante Moreirense, lo que condujo a la eliminación de Los dragones de este torneo. El entrenador Nuno Espírito Santo ha decretado que tanto la falta de eficacia como los errores arbitrales fueron determinantes para este resultado.

Según el técnico, el trabajo del árbitro Luís Godinho fue malo y afectó de forma negativa el partido que realizó el equipo, ya que como ha dicho anteriormente el colegiado terminó siendo "un centro de distracción" para sus jugadores.

Respecto a la primera mitad del juego explicó que faltó eficacia: "En la primera parte lo inexplicable ha sido ir para el vestuario con el cero a cero en el marcador, frente a las ocasiones que hemos tenido. Han sido demasiado claras para justificar ese resultado. Hemos tenido responsabilidad, puesto que deberíamos haber hecho otro partido y otra competición".

Siguiendo con el tema del arbitraje expuso que "sería demasiado arriesgado de mi parte decir lo que siento realmente. Es un mal trabajo por parte del árbitro. Estoy enfadado por no haber conseguido que los jugadores dejen de ver al árbitro como centro del partido. Es un trabajo que tenemos que hacer y reflexionar sobre él, porque los árbitros nos están robando partidos y condicionándonos. Tenemos que mirar para nuestras responsabilidades, ser un equipo que hace las ocasiones y concretiza las ocasiones para que el partido se desarrolle de otra manera".

Asimismo criticó el segundo tiempo: "Después del gol del Moreirense prácticamente ha dejado de existir tiempo útil. El Moreirense solo ha hecho antijuego. Entiendo todas las cuestiones, pero esto no le da prestigio al partido ni al fútbol".

Y finalmente habló sobre la eliminación: "Hay dos objetivos que ya no tenemos. Tenemos los dos más importantes y tenemos que levantarnos rápido para que, ya el sábado, estemos bien ante un desafío en el que no podemos fallar para continuar nuestra lucha".