"Creo que hemos hecho una buena primera parte y hemos tenido opciones hasta para cerrar el partido". La contundencia de Planagumà tras el partido estaba bien justificada pues como ya pasó contra el Olot los periquitos fueron superiores en los primeros 45 minutos para bajar el pistón en la segunda parte y dejarse empatar. Aunque Pirulo tenía mucho que decir.

Viene siendo tónica habitual que el filial blanquiazul vaya de más a menos. El Cornellà dio muchas facilidades al Espanyol B, que sacó su conocido oscuro pasajero a maltratar a los verdes.

Si el Cornellà mostraba sus debilidades alguien tenía que aprovecharlas. Jairo Morillas, junto con Mamadou y Carmona, disfrutó aireando las carencias defensivas de los visitantes. El sevillano volvió a ver puerta tras una pequeña sequía en la que no perdió su título de pichichi del Grupo 3. Mamadou se introdujo en el área de Íñigo, volvió loco a su defensor, y cedió a Carmona. El catalán vio a Jairo más solo que la una en el segundo palo y le puso el balón en la cabeza. El rifle de Gilena solamente tuvo que empujar el esférico.

Tres minutos más tarde otro de los jugadores periquitos que no atravesaba su mejor momento fue el encargado de cortar su inoperancia en ataque. Jordán se armó de valor y lanzó un córner muy cerrado, tan cerrado que Íñigo tuvo que sacarla del fondo de la portería. El gol olímpico de Jordán sirvió para dar alas a los periquitos hasta el final de la primera parte.

Mamadou, Carmona, Rober y un entonado Marc Fernández buscaron ampliar la renta periquita pero por una cosa o por otra el balón no acabó entrando. Íñigo comenzó a estar acertado, la defensa también y el larguero también prestó un poco de ayuda al Cornellà.

También es tónica habitual que el filial espanyolista salga en el segundo período confiado y el rival se aproveche de ello. Jordi Roger hizo un par de cambios para cambiar la dinámica del Cornellà, algo que resultó muy efectivo.

El peso del partido comenzaron a llevarlo los visitantes. El Espanyol B nunca ha estado cómodo sin el balón y si delante hay un equipo descarado y sin nada que perder se acaba pagando. A pocos minutos de que el balón echara a rodar Pelegrí batió a Andrés, que pudo hacer más.

El acierto de Jordi Roger se hizo todavía más evidente cuando Gallar, que salió al principio del segundo acto, consiguió el empate para los del Baix Llobregat. El batallador Óscar Muñoz no pudo marcar pero sí dar una asistencia. Gallar recibió el pase entre líneas del goleador del Cornellà para plantarse delante de Andrés y picarla por arriba.

El golpe de gracia del Cornellà no llegó pese al mazazo que le había dado al Espanyol B. Los dos goles no fueron suficientes para noquear al Espanyol B, que aprovechó un momento de respiro del Cornellà - contento de puntuar con todo en contra - para amarrar una victoria en el último momento.

Uno de los atacantes que peor suerte están teniendo de cara a puerta se convirtió en héroe. Pirulo, que hacía poco que había entrado en el terreno de juego, estaba solo en el corazón del área. El de Los Barrios recibió un balón de Jairo, le asaltaron las dudas por tenerlo tan fácil; pero no falló. Pirulo engañó al guardameta visitante para romper la mala dinámica del Espanyol B, que queda en sexta posición, y dejar al Cornellà marcando el descenso.