Eibar VAVEL

El Eibar se atraganta a última hora

Los de Mendilibar realizan uno de los mejores partidos de la temporada, pero una acción desafortunada en el tramo final del encuentro vuelve a privar a los armeros del triunfo. El Eibar fue muy superior al Valencia y sólo le faltó aprovechar sus ocasiones para cerrar el partido.

El Eibar se atraganta a última hora
Imagen: Valencia CF
anderbarroso
Por Ander Barroso Hernández

A la Sociedad Deportiva Eibar le siguen sobrando los últimos diez minutos de los partidos. Al conjunto armero se le escapó en el tramo final del encuentro una victoria que empezaba a tocar con las manos ante un Valencia que volvió a mostrar en Ipurua una imagen pobre y que está muy lejos de la esperada. Gary Neville comprobó en su visita a Eibar que tiene mucho trabajo por delante. El tiempo corre en su contra y la reacción debe ser inmediata.

El Valencia fue claramente superado por el Eibar. Los armeros habían sembrado algunas dudas tras encadenar tres derrotas consecutivas, pero en la primera parte Ipurua vibró con una de las mejores versiones del equipo en toda la temporada. El empate del Valencia fue un jarro de agua fria para los aficionados eibarreses, que abandonaron el estadio con la sensación de que se habían escapado dos puntos.

No obstante, este Eibar está muy vivo. El conjunto vasco dio una exhibición en los primeros cuarenta y cinco minutos. Los de Mendilibar generaron numerosas situaciones de peligro y apenas concedieron ocasiones. Prueba de ello es que Riesgo vivió uno de sus partidos más cómodos. El Eibar volvió a protagonizar un gran inicio de encuentro y desde el saque inicial buscó con ahínco la porteria de Domenech.

Los armeros fueron una apisonadora para el Valencia y encontraron los espacios para atacar por una banda derecha en la que tanto Orban como De Paul hicieron aguas. Al igual que en Anoeta, las mejores acciones del Eibar nacieron de las botas de Keko. Bastón y Enrich fueron una amenaza constante para la zaga che con su presencia dentro del área en los centros laterales. Ambos pudieron abrir la lata en el primer cuarto de hora, pero se resistió el gol.

El Valencia supo sacudirse la presión del Eibar, pero nunca dio la sensación ni de estar cómodo ni de tener un plan eficaz para llegar a la portería. Todo parecía indicar que al descanso se llegaría con empate, pero los locales encontraron el premio al esfuerzo realizado. Fue en una jugada ensayada que acabó con una buena internada de Capa por la línea de fondo para servir un pase de gol a Enrich, que sólo la tuvo que empujar.

Neville movió ficha tras el descanso. De Paul se quedó en el vestuario y su lugar lo ocupó Piatti. El Valencia trató de dar un paso adelante, pero se encontró con un Eibar muy sólido y con las ideas claras. Los armeros mantuvieron el buen nivel del primer tiempo y lo único que faltó para completar una tarde de ensueño fue cerrar el partido. Ocasiones hubo para hacerlo, pero la falta de puntería y el buen hacer de Domenech lo evitaron.

El Eibar tenía el partido controlado y una dudosa acción dentro del área de Orban sobre Dani García parecía decantar la balanza a favor de los eibarreses. González González expulsó al argentino y Saúl Berjón se situó en el punto de penalti para sentenciar el choque. Domenech acertó la dirección y mantuvo con pie a un Valencia que curiosamente con diez futbolistas ofreció una versión mejorada. Tampoco era difícil.

La desgracia llegó a cinco minutos para el final. Una acción aislada en la que Juncá acabó metiendo el balón dentro de su portería en el intento de despejarlo. El Valencia conseguía empatar sin haber tirado ni una sola vez entre palos. El desenlace pudo ser más cruel para el Eibar, ya que Ramis se vio obligado a frenar a Alcácer cuando éste se dirigía solo hacia la portería de Riesgo. El balear fue expulsado y el disparo del valenciano se marchó rozando el palo.

No hubo tiempo para más. La decepción por haber vuelto a perder dos puntos a última hora era evidente. El empate era un resultado que cualquiera hubiese firmado antes del partido, pero visto los acontecimientos a lo largo de los noventa minutos, supo como una derrota. Más allá del resultado, lo importante es que el Eibar volvió a recordar al equipo que cautivó en las primeras doce jornadas. Y esaes una prueba irrefutable de que los de Mendilibar van por buen caino.