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Análisis del rival: la discontinuidad del Alavés

 Colocamos la lupa en el elenco de Pablo Machín, siguiente rival armero. Los vitorianos, han alternado cara y cruz en la presente campaña. Puntualizamos el detalle en cada movimiento, con los elementos positivos y negativos.

Análisis del rival: la discontinuidad del Alavés
Foto: La Liga. 
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Por Oscar Stefano De Antoni

LaLiga no se detiene, porque tanto Deportivo Alavés como la Sociedad Deportiva Eibar no tienen tiempo alguno para lamentarse de su última derrota. Ambos, que vienen de caer frente al Celta de Vigo y Real Madrid respectivamente, les aguarda un compromiso trascendental cuando se vean las caras en el Estadio de Mendizorroza este miércoles por la décimo quinta jornada del certamen doméstico. La importancia del encuentro radica en que ambos no pueden desperdiciar puntos, puesto que la zona roja está que arde. El Real Valladolid (última plaza de descenso) posee 14 unidades, misma cantidad que los babazorros y una menos que los eibarreses.

Desde su arribo a Vitoria, Pablo Machín les ha otorgado un sello al conjunto blanquiazul, ya que cosecharon producciones satisfactorias ante Real Madrid y Barcelona, aunque la irregularidad también es una moneda corriente en la presente campaña. En la visita de Balaídos, el ex del Sevilla y Girona entre otros, utilizaba un sistema de 4-4-2. En él, Fernando Pacheco se colocó bajo palos. Por su parte,  Ximo Navarro y Rubén Duarte se desempeñaron en las bandas laterales, a la derecha e izquierda respectivamente. En tanto, Florian Lejeune (centro-izquierda) y Rodrigo Ely (centro-derecha) completaron la retaguardia. Por delante, el doble pivote conformado por Rodrigo Battaglia y Tomás Pina, apoyados en los volantes de los costados: Jota Peleteiro (derecha) y Luis Rioja (izquierda). Finalmente, Joselu y Lucas Pérez conformaron el ataque.

Salida de balón, fútbol sin rodeos

Desglosando cada encaje de la maquinaria del glorioso, encontramos que  a la hora de empezar a construir sus ataques desde atrás, en su línea defensiva los dos defensas centrales (Lejeune y Ely/Alberto Rodríguez), son de una ínfima conducción. El primero de ellos, un viejo conocido para el representativo eibarrés, posee ductilidad para buscar receptores en la banda o mediante pase diagonal o por dentro. A ello le añade su juego aéreo y rapidez cuando el equipo desea posicionarse en un bloque alto. Esta  última línea, alternó en Galicia con una estructura defensiva atrasada en el borde de la frontal, como así también puede ubicarse a la altura de la línea media. En ese sentido de la construcción del juego, estos dos intérpretes encuentran como primera opción a Battaglia, pero hallándose este sin la posibilidad de avanzar progresivamente, a modo directo recurren al lateral y este lo busca en largo a Joselu o Lucas (también John Guidetti) que descargan para los volantes de banda. Allí, le extraen el máximo provecho a los futbolistas del costado para romper por fuera mediante el desborde.

Salida del Alavés sin opciones para jugar por dentro. Fuente: Livetv.sx
Salida del Alavés sin opciones para jugar por dentro. Fuente: Livetv.sx

Por su parte los laterales pueden pasar largos períodos de tiempo sin atacar, como lo hizo Duarte, quien prácticamente en el primer tiempo del último partido no pasaba a la faz ofensiva. O circunstancias en las que la acción en el tercio superior es más participativa. Sin dudas, su juego es clave, ya que al ser efectiva la presión por parte del ataque y mediocampo rival, sobre sus botas recae la efectividad para tocar y pasar el balón, en la búsqueda de  la superioridad numérica en las bandas. En esas eventualidades de conexión entre el lateral y el volante de banda, se observó cómo en la asociación de la izquierda, entre Duarte y Rioja este movimiento llevaba a la aparición mediante una diagonal de Jota. De la misma manera, en la derecha, quien realizaba este desplazamiento de cierre fue Rioja.

Dificultades en el retroceso

Uno de los antídotos más frecuentes a los que recurrió el representativo celtiña de hacerle daño a los vitorianos estaba marcado por las espaldas de los volantes de banda. Allí, cada embestida de los de Eduardo Coudet se convirtió en un puñal. Llegando de cara, los volantes de dentro (por delante del eje babazorro) se encontraron con posibilidades de filtrar pases en el intervalo del central y el lateral, o bien, jugar pases cruzados. En ambas circunstancias, esta situación era próspera para la ruptura por fuera. O, a su vez, al no seguir los movimientos los volantes de los costados eran recurrentes los uno contra uno, en el que en un desborde se vislumbraba, repetidamente, que la llegada del jugador del bando opuesto a la ruptura irrumpió en superioridad numérica como sucedió en el ambos goles de Brais Mendez. Además, otro comportamiento que se observaba en el costado era un dos o tres contra uno de por ejemplo en la izquierda (derecha de la defensa de Alavés) tres del Celta (Olaza, Nolito, Brais) contra dos (Navarro, y Jota, por detrás de esos tres).

Tres contra dos del Celta por banda a espaldas de Jota. Fuente: Livetv.sx
Tres contra dos del Celta por banda a espaldas de Jota. Fuente: Livetv.sx

En cuanto a la administración del balón de mitad de cancha hacia adelante, los vitorianos practican un fútbol directo. Los dos atacantes no presentan inconvenientes para desplazarse a las bandas, desplazarse a pivotear y al mismo tiempo dejar libre la zona '9' para que otros ocupen tal hueco. De modo similar, cuando recuperan el esférico por dentro, automáticamente en secuencias de pocos pases buscan a los de banda para romper mediante el desborde.  Este mecanismo y los balones largos a Joselu o Lucas son figuras características de este Alavés, en el que explotan al máximo la velocidad por los extremos. Una vez que uno de los dos puntas se colocaba en el costado, los volantes de ese sitio (por ejemplo en la derecha Jota) automáticamente pasan a posicionarse como delanteros, mientras que el otro ariete permanece más fijo por dentro en un doble '9'.

Peleteiro, extremo e interior

Otro de los rasgos característicos es Jota, quien tiene la tendencia de irse hacia adentro cumpliendo un rol de interior derecho por delante de Battaglia (pivote), o bien un triángulo cuando se retrasaba Pina al doble eje. Sobre todo, este movimiento se observaba cuando Joselu se tiró a recibir, mientras que Peleteiro ocupó un rol de organizador. También, tales comportamientos dentro del campo de cerrarse en diagonal por dentro le daban mayor amplitud y profundidad al lateral, Ximo. A su vez, de no pasar los laterales como ocurrió durante gran parte del encuentro por banda izquierda, quien suele soltarse como punto de apoyo para los volantes son Battaglia o Pina.

Profundidad con Ximo de extremo, Jota de 9 y Luas por detrás. Fuente: Livetv.sx
Profundidad con Ximo de extremo, Jota de 9 y Luas por detrás. Fuente: Livetv.sx

Regresando nuevamente a la faz del retroceso, una vez que el equipo se encuentra sin balón, todos los jugadores de campo pasan la línea del balón, conformando una primera línea de tres futbolistas: Jota en la derecha, Joselu por dentro y Luca hacia la izquierda. De no conseguir la recuperación, los blanquiazules permanecen con las líneas juntas para evitar los resquicios entre sí y que el rival les haga daño. Incluso, tanto Lucas como Joselu se tiran a banda a realizar coberturas e impedir conexiones del rival, para recuperar por dentro y automáticamente intentar el desborde por fuera para atacar los espacios.