Desde el 18 de octubre lleva el conjunto blanquivioleta sin conocer la derrota lejos del Estadio José Zorrilla. Fue en Palamós, en aquel aciago 3-1 ante la Unión Deportiva Llagostera, en el que sería el último partido de Gaizka Garitano al frente del banquillo pucelano después de conseguir únicamente nueve puntos en otras tantas jornadas. Los tantos de Juanjo, Benja y Juanto hicieron que el Pucela tocara fondo en ese encuentro, de infausto recuerdo ya para la parroquia vallisoletana.
Con el técnico de Quintanilla de las Viñas en la banqueta vallisoletana el Pucela no conoce la derrota actuando como foráneo. Dos empates y dos victorias, una de ellas de mucho mérito en La Romareda el pasado domingo 15 de noviembre convierten, ahora sí, a la escuadra que preside Carlos Suárez, en un rival peligroso, sólido, y que es capaz de sacar los tres puntos sea cual sea el destino en el que tenga que batirse el cobre.
De Garitano a Portugal, diferencia considerable
Con el partido de Girona en el horizonte (próximo lunes, 4 de enero, a partir de las 20:30 en Montilivi), el Real Valladolid llegará a las cinco salidas a domicilio con Portugal, las mismas que afrontó el técnico que comenzó la temporada dirigiendo al equipo de la capital del Pisuerga, Gaizka Garitano. Con el vasco en el banquillo, el equipo no dio con la tecla lejos del Estadio José Zorrilla y consiguió sacar únicamente dos puntos de 15 posibles.
Con Garitano, el Real Valladolid únicamente consiguió dos puntos de 15 posibles, a domicilio
Dos empates, después de comenzar ganando ambos partidos. El primero en Soria, ante el Numancia. Los goles de Mojica primero y de Rodri después ponían en ventaja a los pucelanos, sin embargo, una mala actuación del colegiado Piñeiro Crespo, que acabó dejando a los blanquivioletas con nueve, hizo que el Pucela tuviera que ver como los sorianos igualaban la contienda y el maleficio lejos de la capital castellano y leonesa continuaba. En El Alcoraz, los del ex técnico eibarrés también se adelantaban en el luminoso con un tanto de Rodri, pero acababan pidiendo la hora después de la diana de Darwin Machís y del arreón final del Huesca.
Las derrotas en Córdoba, Ponferrada y la ya citada en Palamós, engrosan un historial negativo del Pucela lejos de casa en el primer tramo de la competición. Sin embargo, la llegada de Miguel Ángel Portugal ha provocado un cambio de tendencia y ahora, tras cuatro encuentros con el burgalés en el banquillo, el equipo no conoce la derrota como visitante.
El mal sabor de Almería
El cambio de entrenador ha provocado que el Real Valladolid sea otro lejos del Estadio José Zorrilla. Un conjunto más sólido, con las líneas más juntas, esperando al rival y saliendo con rapidez a la contra en ocasiones, con Juan Villar como estandarte o dominando el encuentro cuando las exigencias del guión así lo marcan.
Con Portugal, el Pucela empató a uno en Almería y Lugo
La andadura de Portugal al frente del Pucela, actuando como visitante, comenzó en Almería, ante un rival herido y ubicado en la última posición de la tabla clasificatoria, el equipo vallisoletano sufrió en demasía e incluso comenzó perdiendo después de un tanto de Quique tras un fallo garrafal de Kepa. Apenas ocho minutos después, Mojica igualaba el choque y sería el protagonista final del partido tras fallar un penalti en el 91. Los visitantes dejaban escapar dos puntos que pueden ser recordados en la fase final de la temporada.
El otro empate a domicilio, con el de Quintanilla de las Viñas en la banqueta, llegó en Lugo, en otro encuentro en el que los pucelanos merecieron más después de firmar un partido serio en defensa, salvo el despiste en el gol de Joselu, dando muy buenas sensaciones, sobre todo en ataque, y dominando el choque incluso con 10 jugadores tras la expulsión del anteriormente citado, Mojica.
Todo comenzó en La Romareda
Pero todo comenzó en La Romareda. Allí consiguió el Real Valladolid su primera victoria a domicilio de la temporada el pasado 15 de noviembre tras firmar un partido prácticamente perfecto. Es cierto que las cosas se pusieron de cara desde los primeros minutos de encuentro con el gol en propia meta de Cabrera (minuto 3), pero también lo es que los vallisoletanos cuajaron un choque sin fisura alguna y en el que el gol de un Manu del Moral, que acabaría lesionado el partido, daría tres puntos justos a los pucelanos, los primeros como visitante.
El 15 de noviembre, y en La Romareda, el Real Valladolid conseguía su primer triunfo a domicilio
Después llegaría la segunda victoria de la temporada en el Carlos Belmonte en un partido en el que el equipo de Miguel Ángel Portugal mereció llevarse un triunfo más amplio, sobre todo por la cantidad de ocasiones que un Rodri gafado, que acumula ocho jornadas sin ver puerta, dispuso para perforar el marco defendido por Juan Carlos. Pese a esto, al final 0-1, y tres puntos más para la 'buchaca'.
Premisa para lograr el ascenso
Los números hablan por sí solos. Con Garitano, el Pucela solo fue capaz de sumar dos puntos de quince posibles como visitante cosechando tres derrotas y dos empates. Con Portugal, el equipo no es que haya vuelto a ganar fuera, sino que se mantiene invicto después de cuatro jornadas en las que ha sumado ocho puntos de 12 posibles después de dos triunfos y dos empates.
El sumar puntos fuera es vital para que el Pucela pueda cumplir con el objetivo del ascenso
El partido del lunes ante el Girona se antoja importantísimo para mantener esta dinámica positiva lejos de Zorrilla y es que el Pucela con el nuevo míster es otro a domicilio. Un rival fuerte, con las ideas claras y que aprovecha sus oportunidades. El saber pescar puntos lejos del Pisuerga es clave para lograr el ascenso. Si a esta buena dinámica fuera se le añade el mejorar en casa, este equipo no puede hacer otra cosa que crecer para intentar abordar el objetivo del ascenso.
