Sábado de un diciembre donde el frío en la capital de Turia empieza a hacer acto de presencia. No en vano, la anterior jornada no se disputó en este mismo escenario, el Ciutat de València, debido al cambio climatológico: una fuerte lluvia azotó la ciudad y después de muchísimo tiempo, se suspendió un partido en Valencia por incidencias climatológicas.

Un ambiente enrarecido no solo en el tiempo, pues de manera atípica, el que era claro líder de Segunda División, el Levante UD empieza a ver rivales en el retrovisor. Claro que con algo de niebla, recordando que de las 17 jornadas transcurridas hasta el momento (sin éste partido), han jugado 16, y además el partido de menos en el inespugnable fortín de Orriols, que aún no ha visto perder al equipo azulgrana. Empates contra Getafe y Cádiz, junto con cinco victorias. Los nueve partidos restantes han sido lejos; dos más en la suma total que los disputados en casa.

La "obligación" de ganar era algo que se notaba en los muros del Ciutat, en cada una de las cuatro gradas. Desde la victoria en Reus (por entonces, segundo clasificado), el Levante no ha ganado en los tres últimos partidos: un empate contra el Cádiz en casa, y dos derrotas consecutivas a domicilio (contra el Oviedo, segundo clasificado en ese momento y contra el Girona, también segundo clasificado en aquel momento y antes de comenzar el choque contra el Tenerife). Un cúmulo de circunstancias y resultados que no han impedido que el conjunto granota siga en lo más alto, con el "comodín" del Rayo Vallecano.

Sin Roger ni Chema, con Róber Pier y Martins

Las acumulacioens de tarjetas y las lesiones obligaron a Muñiz a realizar cambios en el once. Un caso, el del delantero, parecía evidente: Martins ocupó el lugar de un sancionado Roger, que se encuentra en plena pelea por el pichichi de la liga. Otro caso menos evidente, era el de la zaga. Chema es baja, y su lugar, parecía destinado a Saveljich (que era titular en el encuentro suspendido contra el Rayo Vallecano). Sin embargo, Muñiz incluyó a Róber Pier en el once.

Campaña, Insa y Lerma eran los dueños del centro del campo, llevando el peso del equipo y el dominio del encuentro para su equipo. La falta de profundidad y de acierto en los metros finales privaron a los espectadores de ver el primer gol de su equipo. Sin embargo, ocasiones hubo para ello, con especial atención a un Rafel Martins que atinaba entre los tres palos, pero se encontró un gran Dani Hernández, que atajaba cada una de sus ocasiones.

Con ello un cambio en el minuto 35 (salió Lerma, entró Verza) daban fin los primeros 45 minutos de un partidos que parecía destinado al empate sin goles.

Segunda parte, mejora el guión

Arrancó en Orriols el segundo periodo sin novedades en ninguno de los onces. El guión permanecía inalterable también sobre el verde: domina el Levante, falta el gol. De nuevo Martins tenía ocasiones, que entre la defensa y el portero no conseguía materializar en lo único que cuenta para el luminoso: el gol.

Llegados casi al minuto 60, 57 exactamente, Muñiz entendía que era el momento de tener dos delanteros. Entraba Casadesús, se marchaba Natxo Insa. Igual el balear podía aportar ese plus que faltaba para anotar el primer tanto. La versatilidad de Casadesús hacía que por ejemplo Morales, tuviera mayor aportación en ataque, que pudo anotar en el 60 en una clara jugada individual.

Los cambios funcionaban para Muñiz, pero quien parecía no tener su día era Martins, que erró un mano a mano en el minuto 65, tratando sin éxito de regatear al portero. La ocasión era tan clara que, quizás, tuvo demasiado tiempo para pensar. El Levante, no obstante, seguía volcado en ataque, con pases en profundidad e internadas por ambas bandas.

El tramo final del choque mostraba a los azulgranas intentando todo por anotar el primer gol y al Tenerife, encerrado, esperando (o no) una contra. Muñiz agotaba sus cambios con la entrada de Jason en lugar de Rubén García. era un claro cambio que buscaba refrescar una banda donde el 10 del Levante había cuajado un buen partido. El tiempo daba la razón al técnico asturiano con su planteamiento, y Casadesús anotaba el primer gol de la noche a falta de 14 minutos para el final, después de rematar, tras varios rechaces, a la izquierda de Dani Hernández, que esta vez no impidió que el esférico acaba en la portería.

En los minutos finales pudo incluso verse otro gol local, pero el marcador no se movería y con estos tres puntos, el Levante afianza su liderato. Y con seis victorias y dos empates en ocho partidos, hace del Ciutat de València todo un fortín, siendo el club azulgrana, con un partido menos, el mejor equipo local hasta el momento.

El partido suspendido contra el Rayo Vallecano se jugará el miércoles 14. Después, el 18 de diciembre, jugarán contra la UCAM fuera de casa. El Tenerife por su parte se verá las caras el 17 contra el Alcorcón, en tierras canarias.