Tras dos ascensos consecutivos a Segunda División con Córdoba (2014-15) y Rayo Vallecano (2015-16), respectivamente, Bébé decidió poner rumbo a Eibar, equipo que lo fichó del Benfica, que lo había cedido a los dos clubes españoles citados. La buena temporada como extremo izquierdo en Vallecas, con 27 participaciones y tres goles, aunque no sirvió para evitar el descenso de los de Paco Jémez, sí le valió al jugador para dar el salto a una entidad que este año próximo (2017-18) jugará su cuarta temporada consecutiva en Primera División. Sin embargo, el rendimiento de Tiago Manuel Dias Correia, que llegó a Guipúzcoa a cambio de 1,5 millones de euros, no ha sido el esperado y ha gozado de pocos minutos. De hecho, solo ha sumado un minuto más (684) que David Juncà, convirtiéndose en el tercer jugador de la primera plantilla que menos oportunidades ha tenido en el campeonato liguero.

Y eso que en pretemporada fue uno de los activos en ataque más destacados ya que fue el máximo goleador de los partidos de preparación. No obstante, a pesar de las continuas oportunidades de las que gozó de la mano de Mendilibar, con cinco titularidades en los ocho primeros encuentros, su rendimiento ha distado de las expectativas que se crearon en torno al luso. En la derrota frente a Osasuna (2-3) del mes de octubre, fue uno de los grandes perjudicados, hasta el punto de disputar únicamente 106 minutos en los siguientes nueve encuentros. La irregularidad ha marcado la temporada de Bébé, que si bien hay que ser justos, ha anotado tres tantos y ha repartido dos asistencias en liga.

En la Copa del Rey su rendimiento no fue quizás tan irregular como en liga, ya que con muchos menos minutos anotó dos tantos -frente a Osasuna en Pamplona, que colocaba el segundo de los tres tantos que marcó el Eibar (0-3) y en Gijón, en el 1-2 al Sporting, que suponía el 0 a 1 momentáneo a favor de su equipo-. El jugador portugués firmó por cuatro temporadas, hasta 2020, pero deberá volver a convencer a Mendilibar para ser un jugador importante en el equipo. Un jugador importante que llevó al Manchester United a pagar ocho millones de euros por él en 2010.