Anaitz Arbilla. Nombre a recordar este año, pues ha sido uno de los jugadores más constantes en el conjunto armero. Lateral o central, puede rendir en ambas posiciones, y por suerte para Mendilibar y para toda la Sociedad Deportiva, lo hace bien. Desde luego, a sus 30 años aún le queda mucho por delante, y más si lo sigue haciendo al mismo nivel que en este gran año 2017.
Comenzó el año bien, siendo titular el mismo 3 de enero en Copa ante Osasuna. La cosa salió bien, el equipo goleó en El Sadar y además él jugó los 90 minutos de encuentro. Era el comienzo, el comienzo de un buen año que se completaría con más de treinta partidos.
Pero parecía que la buena racha se cortaba cuando días después del encuentro ante el conjunto navarro Arbilla caía lesionado. Por suerte sólo fueron molestias musculares que le mantuvieron fuera del terreno de juego durante tres semanas. Después, el jugador natural de Pamplona pudo reaparecer ante el Dépor, ganando su equipo el encuentro. Fue talismán, pues con su llegada el equipo rompió una racha irregular y encadenó tres victorias consecutivas. Quizá casualidad, quizá seguridad atrás.
Jugó los siguientes partidos, prácticamente todos como titular, alguna que otra suplencia, pero nada que augurase una regularidad en el banquillo. Saltaron las alarmas, el jugador sufría en el Estadio de la Cerámica una lesión que días después era diagnosticada como una rotura en la unión entre sóleo y tendón de Aquiles. Tras cuatro encuentros lesionados, pudo ir reincorporándose lentamente al equipo, disputando algunos minutos. Acabó la temporada entre partidos difíciles y una suspensión por acumulación de tarjetas, aunque consiguiendo la salvación, que al fin y al cabo era lo fundamental.
Tras la pretemporada volvió a caer lesionado, con una lesión similar a la anterior. Las cosas no pintaban del todo bien, pero pudo volver disputando algunos minutos en la victoria ante el Club Deportivo Leganés. Pero realmente, fue ante Villarreal cuando se produjo un verdadero punto de inflexión, y es que su posición pasó a ser de defensa central, por diversas circunstancias.
El Eibar tuvo una mala racha, las lesiones, el mal juego, y una blanda defensa hicieron que Arbilla apenas brillase en esas semanas de campaña, pero ante el Betis volvió el jugador al que todos querían ver. Con el paso de los encuentros el futbolista navarro llegó a recibir los elogios de su técnico por su buen rendimiento, y es que Anaitz estaba siendo cada vez más sólido, más constante y, sobre todo, mucho más seguro.
Poco a poco se fue posicionando como el eje de la zaga junto con Paulo Oliveira, los dos han ido formando una pareja de centrales difícil de asaltar y en Ipurúa se espera que eso continúe así. Y es que en los últimos días todo han sido sonrisas en los armeros, las cosas salen bien ahora y en parte es gracias a una defensa comandada por Arbilla, un jugador que está recuperando su forma y está actualmente en un momento dulce de su carrera.
Las estadísticas hablan por sí solas, es el jugador que más pases intercepta en lo que va de campaña, un dato que refleja como a pesar de perderse cuatro partidos esta temporada, ha sido capaz de recuperar los minutos perdidos y aprovecharlos, consiguiendo así ese número de intercepciones.
Desde luego, pese a tener 30 años, al Eibar le queda central, o lateral, para rato, pues su polivalencia está ayudando mucho al equipo. Quién sabe, si dentro de algunas jornadas lo llegamos a ver hasta de mediocentro defensivo, pues se anima ya hasta con algunas faltas.