El Valencia CF recupera sensaciones tras vencer por un holgado marcador a una UD Las Palmas con quien Paco Jémez tiene mucho trabajo por delante. 

Así pues, los nombres más destacados de la noche fueron lo de Luciano Vietto por volver a marcar un año natural después (cero goles en 2017), Nemenja Maksimovic por su gran partido y golazo incluido y Marcelino García Toral, a quien el valencianismo al completo ensalza como artífice de la resurreción del murciélago valencianista. 

El equipo che saltó al verde de Mestalla con la lección aprendida. Por ello, los jugadores valencianistas mostraron un alto nivel de intensidad y convicción en su juego desde el primer minuto.

El once titular demostró ser un auténtico bloque, tanto en defensa como en ataque y a raíz de esta cohesión grupal provocó que la posesión final del rival en la primera del 62% fuera absolutamente estéril.

El Valencia CF dominó la primera parte en todas las facetas. Con su centro del campo titular muy enchufado, Kondogbia y Maksimovic, cortando toda circulación  de los amarillos y así iniciar las contras fulgurantes que pusieron en aprietos a los de Paco Jémez.

Entre tal insistencia de los locales por jugar en campo contrario llegó la primera acción de peligro valencianista: una gran combinación entre Pereira y Vietto (que se la da al brasileño con un excelente pase de tacón) le hacen llegar el esférico a Nacho Gil que la mandó a la grada por muy poco.

Nada tenía que ver este inicio con el de la semana pasada en Gran Canaria. Con el pie apretando cada vez más el acelerador, el flamante fichaje de invierno del Valencia lanzaba un latigazo desde fuera del área que por poco supuso el primer gol del argentino.

A los pocos minutos después, Simone Zaza confirmaba su máxima concentración en el encuentro con una magistral jugada individual que solo Lizoain pudo detener al bloquear el disparo de un Nacho Gil, a quien el italiano había dejado completamente solo.

Mestalla disfrutaba con su equipo y se olía la sangre en el rival; jugadores como el propio Maksimovic, Lato o Pereira recibieron los aplausos de la grada por sus actuaciones.

Sin embargo, sería el argentino quien se llevaría el gato al agua y después de una rapídisima jugada consiguió su ansiado gol de la liberación: Jaume saca en largo, Zaza es quien prolonga para el 8, este abre a Nacho Gil en banda, el canterano centra de forma brillante para el italiano que cabecea al primer palo, Lizoain detiene de forma increíble con las piernas pero Luciano estuvo siguiendo la jugada y marcó por arriba para adelantar a su nuevo equipo.

A partir de aquí, los de Marcelino se mostraron muy serios hasta que llegó el descanso con la sensación de haber ofrecido una excelente imagen pero quizás, un marcador corto. No obstante, lo mejor estaba por llegar.

En la segunda parte, los blanquinegre desataron la tormenta perfecta. Nada más empezar el tiempo reglamentario, el Valencia, salió en tromba. Como consecuencia de esto, una jugada trenzada por banda derecha entre Vietto, Montoya y Pereira, acaba con el balón para el argentino que define con una sensacional vaselina.

Lejos de conformarse y quedarse en su zona de confort, los che siguieron apabullando a su rival y Maksimovic le devolvió la confianza ofrecida por su entrenador con una recuperación en la frontal del área y un auténtico misil fuera del alcance del cancerbero canario. Todo valencianista aplaudió con especial cariño al serbio por su golazo y su entrega mostrada desde el primer que llegó a la capital del Turia.

A partir de este momento empezó el carrusel de cambios en ambos equipos y el primer refresco el capitán Dani Parejo por un Maksimovic que será titular contra el Deportivo de La Coruña.

Al madrileño le ha sentado como anillo al dedo la preparación y dirección de Marcelino García Toral, con quien está mostrando una faceta mucho más completa como centro-campista. Ya no solo organiza al equipo y se suma al ataque (que ya es mucho) sino que ha adquirido los mecanismos necesarios de anticipación y posicionamiento para ser uno de los mayores recuperadores del campeonato.

Así pues, de esta manera, con un robo de parejo por anticipación llegó el cuarto gol del Valencia y el hat-trick de Luciano Vietto, con un disparo de 40 metros que recordó a golazos parecidos como los de David Villa al Deportivo de La Coruña, Piojo López al Atlético de Madrid o Mijatovic al Logroñés (para los más veteranos). 

Otras de las buenas noticias que dejó la noche fue la participación de casi media hora del extremo Ferran Torres, cuyo progreso agradecerá estas oportunidades para seguir creciendo como el futbolista que se espera de él.

De esta manera tan brillante y con tan buenas sensaciones cierra el Valencia CF su pase a cuartos de final donde espera ya rival. Solo cuatros partidos separan a los blanquinegres de una final por un título que se está haciendo esperar diez años. Sea como sea, y aunque no se consiga alzar ningún trofeo, lo cierto es que los de Mestalla vuelven a ser un equipo serio y competitivo. Los esfuerzos por el trabajo de Mateu Alemany y Macerlino están dando sus frutos y el valencianismo se muestra agradecido, disfrutando de cada partido, sabedor que la travesía por el desierto de los dos últimos años ya ha quedado atrás.