¿Ir a presionar arriba, descuidando la zona defensiva, jugando ultraoefensivamente, existiendo la posibilidad de que en alguna te superen y te pillen o salir agazapados, encerrados en nuestro propio campo, con la amenaza constante de que ellos tengan las ocasiones y tus posibilidades se reducen a algún contraataque cuando el rival este desesperado? En mi opinión, ni una ni la otra. 

Y es que, el planteamiento más acertado para el partido de vuelta es el mismo que planteó Quique Sánchez Flores en la ida, más que con una pequeña diferencia. El técnico madrileño apostó en la ida por un 4-1-4-1 en el que Javi Fuego ejerció de pivote por detrás de Víctor Sánchez y David López, con Darder y Granero de interiores y con Gerard en punta. En este sistema, tanto Gerard como los interiores presionaban la salida del balón del Barça en la fase defensiva y si superaban esta línea de presión, el Espanyol aglutinaba a los mediocentros, al pivote y a la defensa en su propio campo para frenar la fluidez del conjunto blaugrana. 

El único inconveniente fue que cuando el Espanyol recuperaba el balón en su campo y lanzaba el contraataque, Gerard se encontraba muy solo contra toda la defensa rival. Y así, era casi imposible pillar en un descuido a la defensa del conjunto dirigido por el ex-jugador y ex-entrenador del equipo perico, Ernesto Valverde. 

La mejoría del Espanyol comenzó en la segunda parte, cuando Quique dio entrada a Baptistao por Darder. El ex-jugador del Atlético de Madrid, a pesar de tener la pólvora mojada últimamente, aportó velocidad y desborde para acompañar a Gerard en ataque y comenzó entonces el equipo blanquiazul a llegar al área azulgrana. 

Por ello, la formación que debería adoptar el Espanyol en el Camp Nou es un 4-4-2, con David López y Darder en la medular para que corten el juego creativo del Barça y realicen el del Espanyol, con Víctor Sánchez y Granero como interiores, que presionen a los laterales cuando el Barça trate de salir con el balón jugado y que se metan en medio campo cuando el Espanyol tenga la posesión del balón, dejándoles todo el carril a los laterales, y con Gerard y Baptistao en punta, que se encarguen de la presión a los centrales y de la faceta goleadora del equipo, aprovechando la zancada del brasileño y el olfato goleador del "7" perico. 

Otra opción factible, sería introducir a un recuperado Sergio García junto a Gerard para favorecer la fase creativa del Espanyol. En el banquillo podría esperar su oportunidad Piatti, cuya explosividad y velocidad pueden ser claves para los momentos finales del partido cuando las demás piernas están cansadas y los contraataques pueden ser decisivos para el desenlace de la eliminatoria.  

Por último, tras las últimas declaraciones de Jordi Lardín, director deportivo del club, en las que hace alusión que Pau no parece tener intención de renovar con el conjunto perico, Diego López deberá seguir siendo titular tanto en Liga como en Copa.