Con aún dos meses de competición por delante, al Atlético de Madrid B y a la Ponferradina les separa, tan solo, una distancia de siete puntos de por medio en la tabla de clasificación. Y es reseñable, pues hasta que no empezó el año 2018 no vino su resurrección, al contrario del filial, que en los últimos meses no ha encadenado sus mejores resultados ni ha tenido las sensaciones más positivas de la temporada.

Resurrección

Una racha de seis partidos consecutivos sin conocer la derrota ha hecho que la Sociedad Deportiva Ponferradina llegue a esta recta final de la temporada con cierto alivio, sin las prisas ni los agobios que producen estar en la zona más caliente de la tabla de la clasificación. Pese a que no tiene aún garantizada su salvación de forma matemática, esta racha ha facilitado que el equipo ponga tierra de por medio con las posiciones de descenso aunque no se ha ganado aún el derecho a tomarse un descanso. "Tenemos objetivos ambiciosos y para ello tenemos que sacar todos los puntos que podamos, centrarnos en lo que tenemos entre manos y creo que podemos conseguir todavía cosas importantes", aseguró Carlos Terrazas en la previa del partido.

La Ponfe, que ha conquistado 10 puntos de los últimos 12 posibles, se quiere alejar del descenso y mantiene viva la ilusión de clasificarse para la Copa

La tranquilidad es lo que más se busca, que diría aquel. Tiene 8 puntos de ventaja con respecto al Pontevedra, equipo que marca el límite de los cuatro que perderían la categoría, aunque su calendario no le ofrece ninguna tregua. Si bien es verdad que -- además del enfrentamiento contra el Atlético B -- tiene partidos complicados por delante, como los duelos contra el Celta B, el Rápido de Bouzas o el Fuenlabrada, el equipo berciano depende de sí mismo para garantizar su estancia durante una temporada más en la categoría de bronce del fútbol español pues aún tiene que medir sus fuerzas contar el Cerceda, colista de la categoría, y contra el Toledo, club que a día de hoy ocupa los puestos de 'play-out'.

Carlos Terrazas ha logrado dar un impulso al equipo desde que abandonó el 2017. Pese a que el inicio de 2018 no fue fructífero, con dos derrotas consecutivas frente a Sanse y Ferrol, el paso de las semanas permitió ver a un equipo más hecho, que solo ha perdido uno de sus últimos once compromisos ligueros. Es más, desde que arrancase el mes de marzo, ha sumado 10 puntos de 12 posibles. Sin ir más lejos, su último triunfo, un 3-4 contra el Unión Adarve, da muestras del hambre de triunfos que tiene un equipo que busca llegar a la Copa del Rey. "No estamos descartados, creo que todavía podemos llegar siendo consciente de que está muy difícil, tengo ilusión por hacerlo", admitió Terrazas.

Yuri, que ha marcado en 5 de las últimas 6 jornadas, es duda por una fractura de los huesos propios de la nariz

Para prolongar este buen momento, Terrazas se encomienda a dos pilares. Por un lado, El Toralín, un estadio en el que la Ponfe ha sacado hacia delante 30 puntos de 48 posibles siendo el sexto mejor equipo del Grupo I jugando de local. No pierde delante de sus aficionados desde el 7 de enero cuando cayera derrotada por el Sanse (1-3). Por otro lado, el estado de forma Yuri, al que reza para que sea uno de los once titulares. El brasileño, que ha marcado en 5 de las últimas 6 jornadas disputadas y durante este periodo ha conseguido ver portería rival hasta en ocho ocasiones, será duda hasta última hora porque ha sufrido una contusión fortuita que le ha producido una fractura de los huesos propios derechos de la nariz. "Ha estado en el entrenamiento y todavía tiene molestias. Tiene ganas de jugar y no está descartado", confirmó el técnico del cuadro berciano.

Recuperando sensaciones

El 2018 prometía ser un año increíble para un Atlético de Madrid B dispuesto a todo, ingobernable e incómodo para sus rivales, un dolor de cabeza para cualquiera que se enfrentara a ellos. El gran mes de enero, con pleno de victorias, dio paso a unos meses de febrero y marzo que se convirtieron en toda una montaña rusa para el equipo de Óscar Fernández, llegando a conquistar tan solo dos victorias en los nueve encuentros disputados durante esta franja de tiempo. “Vender una cosa como el ‘play off’ es difícil. Cuando hemos estado cerca liamos unas tracas de miedo”, resumió con acierto Óscar Fernández recientemente, agotado ante la idea de que estas últimas jornadas de competición que restan supongan un martirio por la exigencia de buscar sus opciones para el playoff de ascenso.

Óscar no quiere oir a la gente hablar del playoff de ascenso: “Vender una cosa como el ‘play off’ es difícil. Cuando hemos estado cerca liamos unas tracas de miedo”

Y es que ese desenlace debe tomarse más como un futuro premio, algo que puede darse mientras se sigan dando los pasos que se dieron a inicio del curso liguero, más que como una finalidad. La teoría es sencilla de aplicar pero las dudas entran cada vez que el equipo acaricia con la yema de los dedos las posiciones nobles de la tabla. La realidad dicta que el filial colchonero es séptimo, que está cuajando una temporada de ensueño y que en esta misma jornada podría certificar matemáticamente su permanencia en Segunda B a falta de cinco jornadas si se diesen los resultados correspondientes (victoria del Atlético B y empates o derrotas del Toledo y del Pontevedra).

Por consiguiente, el objetivo real pasa por, primero, sumar los tres puntos contra la Ponferradina y, a partir de ahí, competir cada semana como han venido haciendo. La idea del playoff seduce al aficionado pero desde el vestuario centran todos sus esfuerzos en mantener los pies en el suelo y seguir haciendo su camino. En otras palabras, la intención es que en los dos meses que restan no se repite ninguna “traca de miedo”, como bautizó Óscar a los “accidentes” sufridos en las últimas fechas. “Vamos ir a Ponferrada a intentar sumar los tres puntos en la próxima jornada. Los objetivos tienen que ser alcanzables con la mano”, recalca. Pasito a pasito y… sin dejar de soñar.

Porque el verdadero sueño que está viviendo el Atlético de Madrid B es el de poder proporcionar futbolistas al primer equipo. El último en beneficiarse de las múltiples lesiones y de la mala confección de la plantilla fue Carlos Isaac, que se convirtió en el noveno futbolista que ha debutado oficialmente a las órdenes de Simeone durante la era de Óscar Fernández en La Academia. En consecuencia, el técnico valenciano está sufriendo los ‘ascensos’ puntuales, lo que está debilitando sus convocatorias y provocando que también suban jugadores del Juvenil DH, como Mikel Carro o Joaquín Muñoz, que se estrenó la semana pasada en la categoría de bronce.

Óscar recupera a Sergi González, que ha sido baja en las últimas jornadas por un esguince en el tobillo

No obstante, para el compromiso contra la Ponferradina, Óscar podrá contar con la participación del lateral Sergi González, que deja ya atrás su esguince en el ligamento lateral interno de su tobillo izquierdo, mientras que cuenta con las bajas de larga duración de Rubén Fernández y Carlos Marín. Tampoco podrá contar con Caio Henrique, cedido al Parané Clube, mientras que Solano y Nico Schiappacasse siguen siendo duda por sus lesiones musculares. Al mismo tiempo, el técnico valenciano ha formalizado la relación de jugadores teniendo en cuenta las necesidades de Diego Pablo Simeone para el compromiso liguero con con el primer equipo.

Posibles onces iniciales

Xabi Mandaluniz

Miguel San Román

Jon García

Rafa Muñoz

Fernando

Adrián Jiménez

José Ríos

Tachi

Menudo

Sergi González

Saúl Crespo

Cristian Rodríguez

Andy

Keidi Bare

Cidoncha

Arona Sané

Isi Palazón

Manny Rodríguez

Guille Donoso

Jorge Ortiz

Yuri Souza

Alberto Ródenas