La pizarra de Valverde: dominio azulgrana de principio a fin

El FC Barcelona conquistó la trigésima Copa del Rey de su historia con una claridad absoluta. En el partido disputado en el Wanda Metropolitano madrileño el conjunto azulgrana superó al Sevilla FC en todos los aspectos y después de unas semanas dudosas, el Barça realizó uno de los mejores partidos de la temporada.

La pizarra de Valverde: dominio azulgrana de principio a fin
Los azulgranas celebrando un gol / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
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Por Martí Abad

El FC Barcelona volvía a Madrid para disputar su quinta final seguida de la Copa del Rey. En las últimas tres ediciones, el conjunto azulgrana había conquistado el trofeo tras superar a Athletic de Bilbao, Sevilla FC y Alavés y, en la final del sábado, el Barça tenía la oportunidad de igualar un récord de hace 85 años: ganar durante cuatro temporadas consecutivas la Copa del Rey. Y lo logró.

El partido azulgrana fue incontestable, y es que el conjunto dirigido por Ernesto Valverde dominó el encuentro de principio a fin. En la rueda de prensa previa a la gran final, el técnico azulgrana quiso ser prudente y apuntó que podría ser que el FC Barcelona perdiera el partido, asegurando que el Sevilla es uno de los mejores equipos de la liga. Pero el Barça realizó uno de los mejores partidos de la temporada en el mejor partido posible.

Andrés Inista levantando la copa / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
Andrés Iniesta levantando la copa / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

4-4-2, presión alta y once de gala

Aunque en las primeras eliminatorias de la competición, Ernesto Valverde decidió dejar en casa a jugadores como Ter Stegen, Suárez, Messi, Iniesta o Busquets y dio minutos a jugadores menos habituales o incluso del filial, como José Arnáiz, que llegó a ser el máximo goleador del FC Barcelona en la competición, en la final ante el Sevilla salió con todo.

El partido liguero del pasado martes en Balaídos, con un Barça lleno de suplentes, ya avanzó que el conjunto azulgrana saldría al césped del Wanda Metropolitano con sus mejores once jugadores y aunque la portería la ocupó Cillessen y no Ter Stegen -Rakitic, en rueda de prensa, definió al alemán como el mejor portero del mundo- el holandés volvió a mostrar que el FC Barcelona tiene dos porteros de garantías.

Los once elegidos de Valverde fueron Cillessen en la portería, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti y Alba en la defensa, Coutinho, Iniesta, Busquets y Rakitic en el centro del campo y Suárez y Messi en la delantera, o lo que es lo mismo, que a pesar de las críticas que el técnico ha recibido durante las últimas semanas, Valverde decidió apostar por el que parece el sistema de juego que más le gusta, el 4-2-2, y por consiguiente dejar a Dembélé, un jugador que costó 105 millones, en el banquillo.

Pero la principal arma del FC Barcelona no fue solamente jugar con sus mejores jugadores sino que, ya desde el primer minuto del encuentro, se vio lo que pondría en dificultades al conjunto andaluz: la alta presión azulgrana. De hecho, durante los primeros diez minutos, el monólogo del conjunto catalán fue absoluto.

Messi ya avisó con un chute de falta que Soria despejó magistralmente en los primeros minutos de encuentro y fue en el minuto 12 cuando el conjunto azulgrana estrenó el marcador. Suárez fue el encargado de rematar, no de una forma muy convencional, un centro de Coutinho. Sin embargo, la mitad del gol fue de un jugador que no disputaba un partido con el Barça desde enero: Cillessen. El holandés, que estuvo muy seguro durante todo el encuentro, realizó un potente y medido chute para Coutinho para que, a continuación, este asistiera a Suárez y el uruguayo marcara. Tan solo participaron tres jugadores en la jugada, pero en el minuto 12 el Barça ya iba ganando.

Umtiti y Alba celebrando con el portero holandés el 0-1 / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
Umtiti y Alba celebrando con el portero holandés el 0-1 / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

A partir del gol azulgrana, el Sevilla puso una marcha más y aunque el FC Barcelona siguió presionando, el conjunto andaluz empezó a llegar a la portería de Cillessen. Jesús Navas fue uno de los locales más activos, intentando crear peligro por su banda pero, una vez más, la pareja de centrales Piqué-Umtiti volvió a estar incontestable.

Llegada la media hora de juego, el dominio azulgrana seguía siendo absoluto, intentando crear peligro sacando el balón desde atrás pero, a la vez, Cillessen también intentaba repetir la jugada del primer gol gracias a su potente saque con el pie. Pero había un azulgrana que se estaba mostrando por debajo de su nivel habitual e impreciso en el último pase: Leo Messi.

Pero todo cambió en el minuto 31. Tras un pase de Coutinho, Jordi Alba llegó muy escorado en la banda izquierda y con un pase de tacón magistral, Messi recibió el esférico y superó a David Soria. El gol le dio confianza al argentino, Coutinho volvió a participar en el gol azulgrana y Jordi Alba confirmó que está en un gran momento de forma.

El 0-2 fue un chute de confianza para el conjunto azulgrana que, ocho minutos más tarde marcó el tercero gracias al segundo tanto de Suárez de la noche. Eso sí, si en el primer gol la participación de Cillessen fue imprescindible, en el tercer tanto fue el turno de Messi. Cuando todo el mundo esperaba un pase a la derecha para Sergi Roberto, el argentino encontró un hueco donde no había ninguno y con un pase entrelíneas, Suárez se plantó solo ante Soria y definió a la perfección.

El uruguayo celebrando el tercer gol de la noche / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
El uruguayo celebrando el tercer gol de la noche / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

El festival azugrana siguió en la segunda parte

Si por algo se ha caracterizado el FC Barcelona durante esta temporada es que, si llegaba al descanso gozando de un buen marcador, la segunda mitad era más que aburrida y, seguramente, incluso no marcaría ningún gol más. Pero seguramente por la importancia del partido y por la motivación del encuentro, esto no pasó en Madrid.

Ernesto Valverde siguió apostando por el 4-4-2 y por los mismos 11 jugadores que salieron de inicio, y el Barça siguió dominado sin oposición. Combinando la velocidad de los laterales azulgranas con un juego entrelíneas y también buscando la espalda de la defensa sevillista, el conjunto local no sabía que esperar en cada momento y en el minuto siete de la segunda mitad llegó el gol más especial de la noche.

Después de recoger un balón en el interior del área y regatear a Soria, Andrés Iniesta marcó el que podría ser su último gol en una final como azulgrana. El Wanda Metropolitano se levantó, todos sus compañeros lo buscaron e Iniesta se emocionó y es que ya lo dijo Bartomeu al finalizar el partido: "Messi es el mejor, pero Iniesta es el más importante".

Iniesta y Messi celebrando el gol del centrocampista azulgrana / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
Iniesta y Messi celebrando el gol del centrocampista azulgrana / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

Aun así, el conjunto andaluz creó más peligro que en la primera mitad. Fue sobre todos a partir de chutes desde fuera del área que, de hecho, pocos encontraron la portería de Cillessen, pero el Sevilla superó al FC Barcelona en número de tiros desviados (ocho frente a cinco). Eso sí, el conjunto azulgrana superó a los andaluces en número de tiros totales (16 frente a 13).

Un azulgrana que volvió a demostrar que su adaptación al juego del FC Barcelona ha sido más que rápida y satisfactoria fue Coutinho, que aparte de participar en la mayoría de goles del FC Barcelona, incluso marcó. Fue en el minuto 69 que, tras marcar él mismo pero invalidarse la jugada por penalti previo, Messi le dejó chutar la pena máxima y el brasileño no falló. Faltaban 21 minutos para el final del partido y el FC Barcelona ganaba por un claro 0-5.

A partir de ese momento, empezaron los cambios de Valverde y, teniendo en cuenta el resultado, el extremeño prefirió premiar a aquellos jugadores que considera que mejor rendimiento están ofreciendo al conjunto azulgrana que hacer algunas modificaciones en el sistema de juego, y es que el partido del FC Barcelona estaba siendo para enmarcar.

Primero fue Paulinho, luego Dembelé y por último Denis Suárez los elegidos de Valverde para que también participasen en la final.  El marcador no se movió, el domino azulgrana siguió siendo absoluto y la única variación fue el sistema de juego, que con Denis Suárez y Dembélé en el campo pareció acercarse más a un 4-3-3 que a un 4-4-2. Llegados al minuto 90, el árbitro decidió no añadir ni un minuto más y, ante la alegría de los jugadores y el grito de la afición, el FC Barcelona ganó su Copa del Rey número 30.

Los azulgranas celebrando el título / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)
Los azulgranas celebrando el título / Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

El partido del FC Barcelona fue incontestable y arrollador desde el principio hasta el final. El conjunto azulgrana dominó todos los aspectos del partido y pese a realizar una gran campaña, el Sevilla se vio superado con claridad. Suárez, Messi, Coutinho e Iniesta fuero los azulgranas más destacados aunque cada jugador del FC Barcelona aportó su granito de arena hacer al Barça campeón.

Pero su para alguien fue importante el título fue para Valverde. En tan solo ocho meses, el extremeño ha sido capaz de convertir a un Barça perdedor a un conjunto ganador y, tras la eliminación en Champions, el del sábado fue el partido perfecto para que el técnico demostrara que tiene el nivel del FC Barcelona. Valiente en la presión, en el sistema de juego propuesto y atento en todo momento, Valverde ya está en el selecto club de los entrenadores que han ganado algún título con el FC Barcelona. Y con una liga que parece estar sentenciada, todo apunta que esto sólo acaba de empezar