Todo empezó mucho antes, con una vida de rojiblanco y muchos partidos en las categorías inferiores colchoneras. Aunque sería el principio de un ídolo para una generación de colchoneros, cuando Fernando Torres debutó con el Atlético de Madrid, aquel 27 de mayo de 2001, en un partido frente al Leganés en el Vicente Calderón. Solo siete días después, un cabezazo suyo en el Carlos Belmonte mantenía a los rojiblancos con opciones de ascenso.
Un ascenso que no llegaría hasta el año siguiente. Y una Segunda División en la que "El niño" iba a tirar del carro e iba a ilusionar a miles de corazones colchoneros, que no tenían mucho más con lo que hacerlo. Aunque siempre iban a estar con su equipo. Fernando navegó a contraconrriente en una primera etapa en la fue lo mejor que pasó por el Atlético de Madrid. Un ascenso a Primera División fue el mayor de sus logros hasta 2007, año en el que Torres decidió marcharse al Liverpool, para prosperar en su carrera, para querer al Atleti desde la distancia. Sus caminos iban a separarse, pero el corazón de Fernando iba a quedar entre las gradas del Vicente Calderón.
En Inglaterra y con el Liverpool tampoco fue capaz de levantar ningún título. Marcó 81 goles y mostró a la afición inglesa probablemente el que fuera el mejor juego de toda su carrera. Estuvo cuatro temporadas con los "reds" y pese a la falta de trofeos fue capaz de trasmitir la admiración de todo el Club y consiguió convertirse en uno más. Eso no lo hace cualquiera. Aunque de nuevo tuvo que decir adiós. Fernando se marchó del equipo de su vida, equipo que no estaba pasando un buen momento para prosperar. Y eso era lo que iba a hacer.
En el Chelsea consiguió Europa y Champions League
Y llegó el Chelsea, tres temporadas y media iban a darle al delantero una Europa League y aquel título que todo futbolista sueña con tener, la Champions League. En esta competición Fernando tuvo mucho que ver para que los de Londres consiguieran el título. Fernando Torres junto al resto de sus compañeros conquistó la Liga de Campeones en 2012 con el conjunto londinense. Los blues se impusieron en la final al Bayern de Munich en la tanda de penaltis. Después se movió al AC Milan en 2014, único año en el que iba a estar y en el que no jugó mucho ni tuvo demasiada suerte.
Paseó el escudo del Atleti en la Eurocopa y en el Mundial
En su andadura por Inglaterra desde 2007, Fernando Torres no paró en ningún momento de hacerle guiños al Atlético de Madrid. Aunque el delantero había decidido estar lejos de los suyos, demostraba en los momentos importantes el sentimiento que había con el Atleti y viceversa. En la Eurocopa de 2008 no había ningún jugador colchonero entre la plantilla en ese momento. Pero Luis Aragonés y Fernando Torres, llevaron a España y a los rojiblancos a lo más alto. El gol de Fernando Torres en la final dio la victoria a la selección y la Eurocopa con la que llevaban soñando tanto tiempo. En ese año, Fernando llevaba una temporada en el Liverpool, pero en la celebración de la competición portó una bandera con el escudo del Atlético de Madrid.
Igual iba a ocurrir en el Mundial de 2010. Sin Luis Aragonés en el banquillo ahora sería Fernando Torres -también en el Liverpool- quien iba a llevar el escudo de los indios a lo más alto del mundo. España que nunca había ganado un Mundial iba a recibir la primera estrella con Fernando en un año complicado, con las lesiones, pero que finalmente participó en aquella final y fue protagonista de un grupo de futbolistas que estaban haciendo historia. En 2012, volvió a repetir una
hazaña que parecía imposible. Volvieron a levantar una Eurocopa, en dos ediciones consecutivas y Fernando marcó de nuevo en esta final, siendo aquí su despedida de la Selección Española en una competición oficial.
Y Fernando Torres volvió a su casa
Probablemente en uno de los días más felices para Fernando Torres y para los colchoneros, el 29 de diciembre de 2014, se produjo el acuerdo entre el Atlético de Madrid y el AC Milan de forma que Torres regresó al Club en calidad de cedido. El 4 de enero de 2015 el Vicente Calderón y Fernando Torres se pusieron guapos para volver a verse. Los aficionados llenaron prácticamente las gradas del templo rojiblanco para dar la bienvenida al jugador que ahora ya es una leyenda en el Atleti.
Fue uno de los momentos más emotivos entre Fernando Torres y el Atlético de Madrid. En su vuelta vivió una final de la Champions, goles que no se le olvidarán jamás. Además de cerrar con dos goles la puerta de un estadio en el que tanto había vivido, el Vicente Calderón. Muchas emociones ha vivido en su segunda etapa, encontrándose a un Atleti muy diferente al que él dejó cuando se fue. Estuvo en el primer partido en el Metropolitano, haciendo más historia con la elástica rojiblanco. Porque Fernando es Atleti.
Fernando, de niño a leyenda
Ahora que ya ha jugado su última carta como colchonero y tras la emotiva despedida en el Metropolitano de toda su afición puede estar satisfecho. Pese a que solo ha levantado la Europa League en esta última temporada como rojiblanco, ha dejado la imagen más bonita y de fidelidad a unos colores que un futbolista puede dejar. Y de nuevo cerró la etapa, probablemente la más difícil para él con dos goles, ante su afición y en la última vez que iba a vestirse de corto para jugar en el Metropolitano.
Las lágrimas volvieron a ser protagonistas, en él, en todos los presentes en su adiós. Ellos quisieron devolverle todos los años de fidelidad a su escudo, a su sentimiento, aunque nadie lo pueda entender. Él intentó explicarles lo que ellos ya sabían, el orgullo y la felicidad de vivir todo lo que había conseguido de rojo y blanco. Torres pedía perdón por tan poco. Y ellos le contesta: nadie ha dado tanto como tú al Atlético de Madrid. Y así, Fernando ha pasado de ser "el niño" a leyenda.
