El Mundial volvió a Italia, y esta vez fue Alemania Federal quien se hizo con él, logrando así su tercer campeonato poco antes de su unificación. Fue la primera Copa del Mundo que repitió sede, habiéndose disputado también en Italia el de 1934. Además, será recordado como el último Mundial de muchas selecciones cuyos Estados se desintegrarían en las fechas posteriores. Son los casos de Yugoslavia, Checoslovaquia, la Unión Soviética y la campeona Alemania Federal.

España, por su parte, no tuvo problemas para superar las rondas clasificatorias y fue encuadrada en un grupo con Uruguay, Bélgica y Corea del Sur. El grupo, asequible para la selección española, ayudó a que la Roja llegase con aún más ilusión al Mundial.

Luis Suárez, único balón de oro nacido en España, era el seleccionador nacional de un equipo que contaba en sus filas con figuras como Andoni Zubizarreta, Butragueño y Fernando Hierro, entre otros. Dicho plantel logró dos victorias y un empate, ante Uruguay. De esa manera, se hizo con el primer puesto del grupo y la clasificación para los octavos de final.

El cuadro del torneo deparó un choque entre la Roja y la extinta Yugoslavia. El encuentro mantuvo el 0-0 hasta casi el minuto 80, cuando los yugoslavos se adelantaron. Pero España no bajó los brazos y gracias a un gol de Julio Salinas, por aquel entonces en el Barcelona, forzó la prórroga.

No obstante, al poco de empezar el tiempo extra, Stojkovic, quien había marcado el primer gol, transformó una falta para hacer el segundo de los yugoslavos. De este golpe no pudieron levantarse los españoles, que vieron como otro Mundial más se les escapaba sin pena ni gloria.  Ya era costumbre.