Encaraba este final de año el Granada CF con un duro calendario enfrentándose a cinco rivales que aspiran a estar dentro de los elegidos para ascender a Primera División. Una vez finalizado, se comprueba como el conjunto rojiblanco ha salido victorioso y reforzado, sobre todo esto último, consiguiendo ocho puntos de 15 posibles y manteniendo el mismo nivel que en el mes de octubre, cuando consiguió hasta seis victorias de siete posibles.

Y fue en Málaga donde el Granada dio este golpe en la mesa, lugar donde nadie hasta la fecha había conseguido llevarse el triunfo. El equipo volvió a proyectar sobre el césped la idea que Diego Martínez lleva plasmando en cada entrenamiento esta temporada. Llegaban con ciertas dudas, pocas, pero estaban sobre la mesa tras perder el primer encuentro en Los Cármenes, en el descuento del partido ante el Sporting por 1-2, y sumar así tres jornadas sin ganar, aunque enfrentándose a equipos como Numancia y Las Palmas. La victoria en La Rosaleda permite al equipo situarse en tercera posición, a dos puntos del liderato, cinco puntos por encima de las posiciones fuera del playoff y, sobre todo, 16 por encima de la permanencia, que la marca el Elche con 16 puntos.

Para cerrar el 2018 de forma competitiva, el Granada se enfrentará a tres rivales que no serán nada fáciles, pese a bajar un escalón en cuanto al nivel de la Liga 123. Este sábado se medirá al Gimnástic de Tarragona, el día 15 al Oviedo en Los Cármenes, y finalizará el año en Tenerife, frente al conjunto dirigido por José Luis Oltra, que se encuentra un punto por encima de la zona de descenso. Tres partidos que los rojiblancos afrontan cargados de confianza tras la importante victoria en Málaga.