No hay que pensar en el pasado, o por lo menos, eso se suele decir en los momentos duros. Por esta simple razón, los jugadores de la SD Eibar debían de olvidar el pinchazo de copa y centrarse en lo verdaderamente importante, la competición liguera.
El partido comenzaba de una no demasiado elegante. Nada más comenzar el partido una feísima entrada con los tacos por delante dejó en el suelo a Rubén Peña, lastrándole durante el resto de partido. Esta acción cayó en olvido con el paso de los minutos, aunque sentó realmente mal entre los aficionados armeros.
Como suele ser habitual en Ipurua, los primeros minutos fueron en terreno de juego se convirtió en un auténtico correcaminos. Al minuto 8 de partido, después de un centro al punto de penalti de Cucurella, Sergi Enrich enlazaba un potente remate de cabeza, poniendo en momentáneo 1-0 en el marcador.
Ni pestañear pudo el Eibar cuando el Levante puso las tablas de nuevo en el marcador. Dos minutos después del gol local, Morales encaró a Riesgo tras un fallo en la defensa de Mendilibar sumando su enésimo gol de la temporada. Diez minutos de partido y dos goles en Ipurua.
Como era lógico, el ritmo goleador de ambos equipos no se iba a mantener durante el resto del partido. Aun así, la SD Eibar se hizo con el timón del partido durante gran parte de la primera mitad, llegando a crear innumerable ocasiones sin demasiada puntería. Morales no se bastaba con el tanto en los minutos iniciales, creando un peligro constante en la zaga local. En una de las más claras, el español tuvo otro mano a manos con Asier Riesgo, aunque en este caso, el vasco salió victorioso.
Alrededor del minuto 30 de partido, los granotas lograron el segundo del partido. Rober remató solo delante de la portería tras un buen centro de Jason desde la banda derecha. Mendilibar estaba viendo como el Levante le había remontado en menos de 20 minutos.
El segundo gol fue cayó como un jarro de agu fria en Eibar. Morales cada vez tenía más protagonismo y los defensores armeros lloraban ninguna fórmula para pararle. Final de la primera mitad, el Levante se fue por delante al descanso.
Después de los reglamentarios 15 minutos de descanso, volvió el fútbol a Ipurua. De hecho, lo hizo de la misma manera que la primera parte, con un clarísima oportunidad a manos de Sergi Enrich, aunque no iba a ser la última.
Dos minutos después de esa acción la SD Eibar tuvo una doble oportunidad a manos de Cucurella y Enrich, aunque ninguno de los dos logró el ansiado gol. Los locales cada vez se sientían más cómodos y la afición no dejaba de empujar. Muchas veces se suele decir que el que a sigue la consigue y nunca mejor dicho. Tras un pletórico arranque de la SD EIbar, los armeros consiguieron el ansiado gol, en ese caso a manos de Escalante.
Como pasó en la primera mitad, los goles iban a venir a pares. 4 minutos después del gol local, Campaña cometió un innecesario penalti. Charles no falló y la SD Eibar se volvía a poner por delante en el marcador. 5 goles y aún no habíamos llegado al minuto 60 de partido.
Aunque parezca sacado de un cuento, lo vivido hoy en Ipurua no es muy habitual en máxima competición española. A penas 3 minutos después del tercer gol local, Charles lograba un rechace en el segundo palo, estrellando la pelota directamente con el interior de la red. La parroquia armera no lo podía creer, 3 goles en menos de 8 minutos.
Tras unos minutos en los que el ritmo del encuentro parecía haber disminuido, llego tercer gol de levante de una manera un tanto fortuita. Después de un disparo de Toño García, el balón tocó el Gonzalo Escalante lo que despistó totalmente a Asier Riesgo. 4-3 en el marcador y la cuenta de goles no hacia nada mas que subir.
Aunque los locales han sido infinitamente superiores en la segunda mitad, el fútbol es duro. Al minuto 91 de partido, Borja Mayoral Anotaba el definitivo 4-4. Duro golpe para los de Mendilibar que merecieron más.
De esta manera se acababa uno de los partidos más emocionantes de la presente temporada. La SD EIbar fue bastante mejor en términos generales y finalmente los 3 puntos se quedaron sin dueño. De esta manera los armeros ascienden hasta la decimosegundo aposición.