El Rayo Vallecano entraba en 2018 con buenas sensaciones tras haber vencido en Lugo, y con la ilusión de conseguir el ascenso más viva que nunca, pero aún quedaba mucha temporada, 22 partidos concretamente. Unos encuentros en los que la defensa fue fundamental para que Alberto no encajara más goles de los necesarios. De hecho los de Vallecas recibieron 48 tantos en contra y anotaron 67, números que ayudaron a que el sueño se cumpliera. Míchel se ha caracterizado por ser un técnico conservador durante la campaña 2017-2018, y los efectivos en la defensa apenas variaron, o lo justo.
La evolución de la defensa, demarcación por demarcación
Uno de los pilares fundamentales fue Baiano, que cuando empezó el año ya se encontraba completamente asentado en la titularidad, dejando en un segundo plano a Galán. El brasileño disputó un total de 36 partidos en los que mostró una gran contundencia a la hora de defender ante los los rivales y fue una ayuda imprescindible para los centrales. Cuando finalizó la temporada quedó libre y puso rumbo al Alanyaspor, donde está disfrutando de bastantes minutos.
En lo que a centrales se refiere, uno de los fijos en la zaga era Dorado, que habitualmente formaba la pareja junto a Velázquez. Pero el uruguayo, debido a algunas actuaciones que le costaron tarjetas amarillas e incluso expulsiones, se vio relegado al banquillo dejando su lugar a Abdoulaye Ba. Ambos se turnaron el puesto, dejando prácticamente sin oportunidades a uno de los capitanes, Amaya, que finalizaba contrato y tras más de 250 partidos en el equipo de la franja, se encuentra actualmente en el UCAM Murcia.
El lateral izquierdo era una posición indiscutible para Míchel. Álex Moreno de titular y Akieme como recambio. El canterano únicamente intervino en los que se disputó de competición en el 2018 en el último partido de la Liga 1|2|3 frente al Nàstic de Tarragona, y en muchas ocasiones ni tan siquiera entraba en la convocatoria. Precisamente el defensor catalán fue el que anotó el gol que dio el ascenso al Rayo Vallecano, el 27 de mayo, cuando los de Vallecas vencieron por 1-0 ante el Lugo. Además, el habilidoso jugador, según las estadísticas, fue el más completo en su demarcación de la categoría, y eso hizo que muchos equipos estuvieran interesados en sus servicios. Finalmente, el defensor optó por renovar su contrato con el club a principios de septiembre y se encuentra vinculado a la entidad hasta 2021 con una cláusula de rescisión bastante alta.
En la actual campaña, 2018-2019, tras una serie de pruebas durante la pretemporada, Míchel ha definido perfectamente quién debe ocupar el lateral derecho, Advíncula. Tito, que ha vuelto a la entidad dos años después, empezó siendo un sustituto para el peruano, aunque puede tener mayor protagonismo en defensa de cinco o incluso cuando el veloz defensor ocupe la posición de extremo -algo que ya ha probado el técnico madrileño-.
En los centrales es donde el madrileño puede tener un gran quebradero de cabeza a la hora de hacer la alineación. Que haya seis jugadores que actúen en esta demarcación en la plantilla, ha provocado que Dorado sea un jugador prácticamente inutilizado por el técnico, así como José León -recién llegado en el mercado veraniego procedente del Real Madrid-. Los que más oportunidades están teniendo son Amat y Gálvez, que afrontan su segunda etapa en el club. A pesar de que son los habituales, Abdoulaye Ba y cada vez más Velázquez, tienen algún que otro partido para lucirse, y están cumpliendo con creces en sus funciones. Por lo que a pesar de las críticas que está recibiendo esta línea debido a los goles encajados -32-, Míchel tiene muchas opciones para mejorar las prestaciones defensivas, además de los cambios de esquema que está llevando a cabo en función del rival.
En el lateral izquierdo, la consigna ha seguido siendo la misma que la campaña anterior. Álex Moreno titular y Akieme en el banquillo o en la grada. El canterano solo ha participado frente al Getafe, partido en el que el catalán no pudo saltar al césped por un proceso febril, además de los encuentros de Copa del Rey. Y viendo la línea ascendente del de Sant Sadurní D'Anoia, no parece que estos roles vayan a cambiar.