El ‘trío’ de Clásicos que nos depara este mes de febrero dio el pistoletazo de salida ayer miércoles, con el Barcelona – Real Madrid correspondiente a la ida de las semifinales de Copa del Rey. Azulgranas y merengues no fueron capaces de pasar del empate, en un encuentro que fue de menos a más y que volvió a contar con un aliciente habitual en este tipo de partidos: la polémica.

Mateu Lahoz, ¿protagonista inesperado?

El colegiado valenciano volvió a tener un papel relevante en el Clásico por descontento de muchos, que le tildan de ‘protagonista’. Lahoz no recurrió en ningún momento del partido al VAR, especialmente curioso si tenemos en cuenta que en el Clásico de este miércoles había el doble de colegiados ayudando en la sala del VAR (De Burgos Bengoechea y González González asistieron a Lahoz desde el VAR). Y polémica no faltó.

Los azulgranas protestaron hasta dos penaltis en el área del conjunto de Santiago Solari. Primero, por una supuesta falta de Carvajal sobre Coutinho, y después por unas hipotéticas manos de Casemiro tras un tiro libre de Messi.

Los hombres de Ernesto Valverde inciden su protesta en el tramo final del partido, cuando los blancos endurecieron su juego para frenar el vendaval de ocasiones azulgranas, con un Messi especialmente inspirado y con Aleñá y Malcom haciendo daño por las bandas.

Lahoz perdonó hasta en dos ocasiones la segunda amarilla a Sergio Ramos, que hubiera supuesto la expulsión del central andaluz. Además, jugadores como Modric no fueron amonestados tras mostrar contundencia en el centro del campo. Arthur fue de los más castigados por la dureza madridista.

Los blancos también protestaron dos penaltis en el área azulgrana. Primeramente, con un agarrón de Jordi Alba a Vinicius en el área de Ter Stegen, y después tras un agarrón de Lenglet a Sergio Ramos cuando el central español se disponía a rematar un centro lateral.

Cabe remarcar que en ninguna de esas jugadas Mateu Lahoz acudió al VAR, y permitió que el juego se retomase con inmediatez.

Mateu Lahoz ya arbitró la final de Copa de 2014 entre Barcelona y Real Madrid | Foto: VAVEL
Mateu Lahoz ya arbitró la final de Copa de 2014 entre Barcelona y Real Madrid | Foto: VAVEL

Un Clásico sin estrellas, pero con futuro

El segundo Clásico de la temporada nos volvió a deparar una imagen desoladora. Ni Messi ni Cristiano estuvieron sobre el césped del Camp Nou. El portugués abandonó Chamartín en verano, y el argentino fue suplente a raíz de unas molestias en su pierna. Sin duda, un Clásico sin Messi ni Cristiano pierde su esencia.

Sin embargo, los jóvenes se encargaron de teñir de talento el Barcelona - Madrid de anoche. Vinicius Junior, con su característica valentía, fue un auténtico quebradero de cabeza por la banda derecha del Barça. El brasileño, que ayer se convirtió en el jugador del Real Madrid más joven en disputar un Clásico, volvió a mostrar su descaro en ataque. Por banda derecha, otro joven incidió con mucho peligro, e incluso consiguió el único gol de la noche para los merengues: Lucas Vázquez.

En el bando azulgrana, Malcom estuvo especialmente inspirado en ataque y se mostró muy cómodo por banda derecha. El brasileño fue el autor del único gol del partido para los azulgranas, y acabó disputando los 90 minutos, tras empezar el encuentro como titular debido a la ‘lesión’ de Messi. Malcom se entendió muy bien con su compañero de banda, Semedo, quien estuvo muy activo en ataque y en defensa, pese enfrentarse a un jugador tan eléctrico como Vinicius.

En el segundo tiempo, Aleñá sustituyó a un Coutinho desorientado. El centrocampista catalán actuó como extremo izquierdo, y no desentonó con contraataques rápidos, e incluso gozó de una buena ocasión para adelantar a los azulgranas en el marcador. A falta de estrellas, futuro y juventud.

Aleñá en un partido de Champions de esta temporada | Foto: Noelia Déniz (VAVEL)
Aleñá en un partido de Champions de esta temporada | Foto: Noelia Déniz (VAVEL)

El Bernabéu dictará sentencia

Tras el empate en la ida de las semifinales, el Santiago Bernabéu tendrá que decidir quién se lleva el billete para la final de Copa del Benito Villamarín, en un Clásico que se prevé muy emocionante e igualado.

Precisamente, si algo caracterizó el partido de ida en el Camp Nou fue la igualdad. Los madridistas arrancaron el encuentro con una marcha más, y Benzema, Vinicius y Lucas Vázquez poco tardaron en causar estragos sobre el área de Ter Stegen. El mismo Lucas culminó una jugada en la que participaron los tres atacantes del Madrid para situar el 0-1 en el minuto 5.

Los azulgranas tardaron en sentirse cómodos en el encuentro, y sufrieron muchas pérdidas peligrosas en zonas delicadas. Malcom y Semedo tiraron del carro, y el cuadro barcelonista fue de menos a más.

En el segundo tiempo, los azulgranas empezaron con una marcha más, y Malcom no desaprovechó un balón muerto en el área de Keylor Navas para situar el empate en el marcador. Con el auge azulgrana, Valverde dio entrada a Messi para intentar la remontada. La bestia estaba suelta.

Messi, como era previsible, revolucionó el partido, pero se topó con una buena zaga madridista, que concedió muy pocas oportunidades al cuadro azulgrana. Messi, una vez más, volvió a mostrar su poder para cambiar el rumbo del partido.

Del tramo final del encuentro solo destaca la polémica arbitral. Interrupciones y más interrupciones fueron pausando el juego, así como el ímpetu del Barça por culminar la remontada. Finalmente, un empate que satisface a ambos, y que tendrá que resolverse en tierras madridistas.

Foto: Daniel Nieto (VAVEL)
Foto: Daniel Nieto (VAVEL)