Cuatro partidos perdidos en Liga y ocho goles encajados, con solo 19 registrados a favor, menos que fuera de casa. Ello, sumado a la dura goleada del CSKA de Moscú en Champions o la dolorosa derrota contra el eterno rival en Copa del Rey. Todos estos son los números más negativos de un Santiago Bernabéu que no ha asustado a esos rivales que se han impuesto a los blancos, con mayores o menores problemas, con victorias ajustadas o abultados resultados. 

Ahora, el feudo madridista acoge la vuelta de octavos de final en la máxima competición europea y un Ajax con la motivación alta para repetir lo que otros ya han logrado esta temporada, quiere sembrar el caos absoluto en el club madrileño. Además, los holandeses pisarán un campo que, precisamente en estos momentos, atraviesa una mala racha por ese nefasto balance mencionado. 

El Girona y los clásicos, demoledores

Cuando el conjunto de Solari parecía estar completamente recuperado de una campaña que pintaba a fracaso, los tres últimos encuentros disputados por el Real Madrid en su estadio han sido demoledores. Porque un hundido Girona fue capaz de erigirse hasta la victoria por 1-2 hace tres jornadas y porque el Barça se ha llevado, de manera más reciente, los dos clásicos más esperados del 2019. 

Así, los dos clubes, catalanes curiosamente, han derribado el fortín del Santiago Bernabéu en apenas tres duelos. Entre medias de esos enfrentamientos, también el Levante estuvo a punto de dejar sin puntuar a los blancos en la visita al Ciutat. Y justo el conjunto 'granota' fue el otro equipo, junto a la Real Sociedad, que consiguió llevarse los tres puntos del estadio madridista en las jornadas 9 y 18 de Liga.

A pesar de que se haya mejorado el juego, la actitud e intensidad en estos primeros meses del año, no ha sido un buen broche final de febrero para el Real Madrid: fuera de la Copa de Su Majestad y casi descartado en la lucha por el título liguero. La última baza se juega en la Champions, pero ese peligro de los últimos resultados inquieta al aficionado tanto como preocupa la notable falta de efectividad y gol.

Frente al Ajax, primero, pero también contra los futuros rivales que puedan pasar por el césped del Bernabéu, el equipo de Solari debe mostrar su calidad de grande de Europa en su propio templo. A los blancos les toca volver a sentir el poderío, la fuerza, el empuje y el apoyo de los miles de asistentes a un estadio que, ahora, vive sus horas más bajas en cuanto a fortaleza.