Nadie dijo que esto sería un camino de rosas y así se está demostrando. La SD Eibar se enfrenta este sábado al Real Madrid, actual cuarto clasificado de la Liga Santander. En el caso de conseguir la victoria los armeros certificarían su permanencia, aunque no va a ser tarea fácil.
El objetivo de los 42 puntos
A pesar de que la SD Eibar tiene un gran colchón de puntos frente a los equipos que se encuentran en la zona roja de la tabla, el equipo no se debe de confiar. A principio de temporada el objetivo de los hombres de Mendilibar era claro, salvarse cuanto antes y disfrutar de un plácido final de temporada. Tras un primer tramo de esta realmente bueno, los guipuzcoanos son actualmente los décimoprimeros clasificados de la Liga Santander, a solo tres puntos de los ansiados 42.
Si por algo se caracterizan los equipos vascos, es por la garra e ímpetu durante los 90 minutos del partido. Equipos rudos, con un juego directo y sin miedo al rival ni a las circunstancias. El Eibar no iba a ser menos. Pese a que la permanencia es algo que ya se puede tocar con la punta de la mano, el equipo armero quiere sumar los máximos puntos posibles. "No tenemos que pensar que la permanencia ya está hecha. El trabajo no está terminado y tampoco debemos pararnos. Tenemos que intentar quedar lo más arriba posible".
Un rival de nivel
Todo el entorno del Eibar es consciente de una cosa, el partido de este sábado no va a ser para nada fácil. Enfrente tendrán nada más y nada menos que al Real Madrid, actual campeón de la Champions League. Pese a que los blancos se encuentran en uno de sus peores momentos de forma en la última década, siempre es un equipo temido en Eibar.
El equipo dirigido por Zinedine Zidane es actualmente el tercer clasificado de la Liga Santander, solo por detrás del FC Barcelona y Atlético de Madrid. Sin objetivos reales para lo que resta de temporada, los blancos quieren sumar la mayor cantidad de puntos posibles, disipando así las dudas que han dejado durante la mayor parte de la campaña. El orgullo de los de Florentino pasa por ganar mañana, aunque va a ser una asignatura realmente complicada.
Los blancos tienen sed de venganza
Los vikingos están hambrientos y Mendilibar lo sabe. El pasado 24 de Noviembre de 2018 se produjo una noche que ninguno de los dos equipos olvidarán, sobretodo los vascos. El modesto Eibar, bien plantado, valiente y tenaz, se llevó por delante al ganador de las tres últimas Copas de Europa. Un partido perfecto, un planteamiento táctico de diez y un Marc Cucurella que hizo las delicias que todos los aficionados al fútbol, sin importar el equipo o el país.
Seguramente aquel día Ipurua viviese una de sus noches más especiales en los 72 años de historia que tiene el estadio. Una victoria a la altura de los ascensos de hace más de cinco años. En aquel momento el pueblo armero estalló de júbilo. Habían hecho historia y era un dia para disfrutar.
El árbitro
El colegiado designado para el encuentro es Pablo González Fuertes (Colegio asturiano), el cual no se ha estrenado en lo que llevamos de temporada con el equipo guipuzcoano. El asturiano ya pitó a la SD Eibar la pasada temporada: con un balance de dos victorias, las conseguidas ante Valencia (2-1) y contra Leganés (0-2).