Los de Lopetegui tienen once finales que superar si quieren jugar la próxima Liga de Campeones, y a pesar de partir como terceros, Getafe, Real Sociedad y Atlético de Madrid amenazan a solo uno y dos puntos, así que parece que nada se decidirá hasta la última jornada.

Javier Tebas, confesó ayer en El Partidazo de Movistar que la intención del campeonato liguero español es que el primer partido post-pandemia sea el gran derbi de Sevilla, y se dispute el jueves 11 de junio a las 22:00. Será clave el resultado de este encuentro para afrontar de una forma u otra los diez posteriores. El derbi no es un partido más, y eso lo saben en Sevilla, así que una victoria en el Sánchez-Pizjuán ante los vecinos verdiblancos, inyectaría una importante dosis de moral en la plantilla.

Tras el derbi, la plantilla viajará a Castellón, donde le espera un Villarreal que necesita los puntos para tratar de engancharse a la lucha por Europa, y que ya le doblegó a domicilio en la ida por un tanto a dos. Una vez pasados estos dos partidos duros, el Sevilla afrontará tres encuentros consecutivos en los que es,a priori, superior, ante Valladolid en casa, Leganés en Butarque y Eibar de nuevo en casa. Tres equipos en la zona baja de la clasificación que le pueden permitir sumar muchos puntos en pocos días, y ante los que quizá tenga ocasión de rotar algún futbolista para aligerar de minutos a los titulares.

En la jornada 35, se enfrentará en San Mamés a un Athletic que pierde mucho sin su afición, pero que siempre es complicado y aguerrido en su estadio, aunque es probable que para entonces los leones estén en tierra de nadie en la clasificación, y esto pueda beneficiar a los sevillistas. Un partido más sencillo se prevee para la siguiente jornada, en la que recibirá a un Mallorca que no sabremos si habrá dicho o no su última palabra en primera, y que lejos de Son Moix suele quedarse en nada.

Los dos últimos partidos se preveen vitales, pues son ante rivales directos que se jugarán probablemente tanto o más que los hispalenses. La primera de las dos finales le llevará hasta San Sebastián, donde esperará una Real Sociedad que estaba enamorando a todos antes del parón, y que ahora mismo ocupa la cuarta plaza a solo un punto de los 47 del Sevilla. Y llegará el final, la última jornada, en la que probablemente se decidirá el futuro del equipo; los que serán los peores o los mejores noventa minutos de la temporada, donde se decidirá si el trabajo de toda la temporada habrá dado resultado o de lo contrario no habrá servido más que para quedarse a las puertas. El Valencia visitará el Pizjuán, un partido que en condiciones normales se hubiera disputado el pasado fin de semana, y que sin embargo, se jugará a finales de julio, cuando el calor más aprieta en la capital andaluza, que no se caracteriza precisamente por ser una ciudad de bajas temperaturas. Será un enfrentamiento precioso en el que se vivirá la tensión típica del último partido de liga, pero con la particularidad de las gradas vacías.

Once finales en las que el estado físico será determinante. Los partidos cada tres días obligarán a los clubes a maximizar las precauciones para con las lesiones, pues la carga de partidos será inédita y por tanto no se sabe como reaccionarán las piernas de los futbolistas.