Álex Moreno fue uno de los nombres que más inquietaba a los béticos horas antes de recibir al Valladolid en el Benito Villamarín. En la mañana del domingo, saltó la noticia de que el zurdo arrastraba molestias durante la semana, y que incluso Manuel Pellegrini probó a Martin Montoya en el flanco izquierdo durante el partidillo disputado ante el filial a puerta cerrada el pasado jueves, donde planteó un once similar al que se enfrentó al cuadro pucelano. A pesar de las dudas hasta última hora, cuando el Betis dio la alineación ahí estaba el '15', en su demarcación más habitual durante los últimos años, como lateral izquierdo.

Álex Moreno, incombustible en el primer partido de la temporada en el Villamarín

Desde el principio del encuentro se hizo notar, encarando a los rivales con cada balón que recibía, y en una de sus primeras subidas del partido, hizo que el Betis materializara el dominio sobre el cuadro pucelano. Su cabezazo dirigido al área acabó en la mano de Óscar Plano, y tras la revisión del VAR, Nabil Fekir fue el encargado de transformar el primer penalti a favor de los verdiblancos esta temporada para poner el 1-0 en el electrónico en un marcador que aún le faltaría por añadir el golazo de William Carvalho desde fuera del área (2-0).

El lateral estuvo durante los 90 minutos corriendo por la banda izquierda, ofreciéndose cada vez que el Betis estaba dispuesto a comandar el ataque, y él estaba con la confianza suficiente como para recibir el balón, encarar y combinar con algún que otro compañero a través de un centro, de un pase corto, o si surgía de un disparo. Su explosividad con el esférico provocó que los jugadores blanquivioletas que tenían que verse las caras con él, acabaran desesperados con un futbolista que estuvo más que atento en tareas defensivas, y guardando fuerzas para sumar en ataque.

Álex Moreno llevándose el esférico | Fotografía: @alexmoreno
Álex Moreno llevándose el esférico | Fotografía: @alexmoreno

Sus percusiones por banda izquierda fueron fundamentales para dejar sin argumentos a un Valladolid que no sabía ni cómo pararle ni cómo superar su espalda, ni tan siquiera lo logró Sergio González introduciendo gente de refresco, como por ejemplo con la entrada de Luis Pérez tras la lesión de Javi Moyano. Álex Moreno volvió a poner una tarde más la moto y a demostrar que es algo más que pura velocidad, que eso es solo un complemento que le sirve para que su mapa de calor por el flanco zurdo esté más que completo. El del Alt Penedés demostró una vez más lo rápido que fluyen las ideas por su cabeza cuando tiene que recibir el esférico o distribuirlo, haciendo gala también de sus buenos golpeos con la testa para llegar a balones divididos y que su equipo sea quien se quede con la posesión o despejar jugadas de peligro. El '15', a pesar de ser duda hasta última hora, sorprendió dando una versión excelente, desfondándose en todas las facetas en ese escenario que tan bien le recibió entre aplausos hace poco más de un año en su debut como verdiblanco.