El Sevilla FC se ha ejercitado esta mañana en la Ciudad Deportiva para preparar el partido del próximo viernes ante el Elche. En el entrenamiento matutino, Julen Lopetegui ha encontrado un nuevo motivo por el que sonreír: la vuelta de Thomas Delaney.
El centrocampista tuvo que retirarse por lesión el pasado 21 de diciembre en la cita liguera contra el FC Barcelona, donde los andaluces rascaron un punto al empatar en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Para más inri, además de las molestias musculares, el jugador dio positivo por COVID-19. Desde entonces, el danés ha estado apartado de los terrenos de juego durante más de un mes, sumando su nombre a la larga lista de las bajas sevillistas.
Sin embargo, su regreso podría dar oxígeno a la entidad sureña. A finales de enero, durante el partido ante el Celta de Vigo, uno de los principales pilares de Julen Lopetegui tuvo que ser sustituido en el descanso por otra lesión. Fernando Reges recibió un golpe en el tobillo en la recta final del primer tiempo y aún no se ha podido incorporar al trabajo junto al resto de sus compañeros. Por lo tanto, la participación del de Dinamarca se va a mostrar clave para recuperar las buenas sensaciones, sobre todo de cara a las próximas semanas.
Otra de las novedades del entrenamiento fue la ausencia de Gonzalo Montiel, sumada a la de Lucas Ocampos. El encuentro disputado ante Osasuna el pasado sábado provocó las bajas de los dos internacionales argentinos. El primero tuvo que ser sustituido cuando apenas se habían cumplido los tres minutos de partido, mientras que Ocampos no pudo terminar el calentamiento.
Este mes de febrero va a significar un antes y un después en la trayectoria del Sevilla. Los partidos de UEFA y los futuros retos ligueros van a incrementar la exigencia dentro del club hispalense y, el hecho de que Lopetegui esté recuperando efectivos (Jesús Navas, Munir, Bono y En-Nesyri), provoca cierto optimismo entre los aficionados de Nervión.