Segundo examen de pretemporada para el Atleti, esta vez bajo el sol veraniego de Oslo. Los rojiblancos se enfrentaban al Manchester United en una réplica de la eliminatoria de octavos de la Champions League —la cual se llevaron los del Cholo por dos goles a uno en el marcador global—. El United llegaba a Noruega con cuatro partidos a su espalda en los que no conoció la derrota, mientras que el Atlético tan solo había disputado su encuentro contra el Numancia en Burgo de Osma. Esta diferencia de rodaje entre los dos equipos fue un factor determinante en el desarrollo del juego durante todo el partido, pues al equipo inglés se le vio en todo momento mucho más cómodo que a los rojiblancos.

El fútbol para otro día

El partido empezó con un Atleti eléctrico —sensación que se llegó a transformar en nerviosismo dentro del terreno de juego— con presión muy intensa en las líneas defensivas de su rival, pero los del Cholo no supieron transformar esta diferencia de ritmos en ventaja para su equipo, sin embargo, el United aprovechaba cada espacio para castigar a los rojiblancos siendo mucho más contundentes e infundiendo miedo en césped a sus rivales. Los primeros minutos de partido pasaron sin pena ni gloria por el reloj, ninguno de los dos equipos tuvo alguna ocasión clara ni dominaron el balón por lo que si no llegaste a tiempo, tranquilo, no te perdiste nada. 

Mención especial a la conexión Nehúen-Llorente, ya que gracias a la incorporación a la plantilla del lateral argentino, Marcos pudo jugar mucho más ofensivo que la temporada pasada, dejando destellos de aquel jugador de la 20/21 que consiguió generar más de veinte goles junto a su escudero Trippier. Que Llorente vuelva a sentirse cómodo en el ataque es una de las mejores noticias que podría recibir el Atlético de Madrid, pues es un jugador que por circunstancias en la plantilla tuvo que retroceder su posición y quedó totalmente desaparecido en la temporada pasada. 

Prácticamente al filo del final de la primera parte, McTominay protagonizó uno de los momentos más intensos del partido. El jugador escocés del United agredió a Jan Oblak en un balón aéreo "dividido" —el portero rojiblanco tenía toda la ventaja— por lo que toda la plantilla del Atleti salió en busca del jugador rival recordando a esos momentos por los que se les bautizó en la prensa inglesa como "MAD, BAD AND DANGEROUS". Sorprendentemente, la jugada se saldó con tarjeta amarilla para McTominay por la agresión y para Jan Oblak por "cabecear el codo del rival".

En la segunda parte llegaron los cambios, al igual que ocurrió en el partido contra el Numancia, el único jugador que disputó los 90 minutos fue Reinildo Mandava y menudos 90 minutos. El mozambiqueño sigue en su línea de convertirse en el mejor defensor de la plantilla y hoy ha vuelto en ser indispensable dentro del campo. 

El único 7 portugués del Atleti

Y del banquillo llegó la victoria. Aunque la segunda parte del Atleti fue mucho más discreta que la primera, Joao Félix hizo esa magia que solo él sabe y se inventó un golazo desde la frontal del área en el minuto 86 que dio la victoria al Atlético de Madrid. El portugués se perdió el tramo final de la temporada pasada por lesión y su vuelta al terreno de juego generaba mucha expectación, por lo que O'Menino no quiso decepcionar a todos los que deseaban su regreso y les regaló un golazo, demostrando que él sigue en el campo y tiene mucho que decir aún. 

Segundo partido de pretemporada, segunda victoria. Se notó muchísimo la diferencia entre ritmos de los dos equipos, pero aún así el Atlético de Madrid supo ingeniárselas para ganar al United una vez más. Aún tienen dos partidos más para mejorar y solucionar los errores, pero lo que es seguro es que al Cholo y a sus jugadores les queda mucho trabajo por delante si quieren llegar a punto al inicio de la liga.