Análisis FC Barcelona - RCD Mallorca | El empate se escapó

En un partido no muy bueno de los de Aguirre, una jugada aislada de Lamine Yamal hizo que se le escapara el empate al conjunto bermellón, que vuelve a Mallorca con las manos vacías.

Análisis FC Barcelona - RCD Mallorca | El empate se escapó
Jugadores del Mallorca defendiendo un ataque culé. | Foto: RCD Mallorca
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Por Diego Ballester

El Mallorca no era favorito a salir victorioso de Montjuic, eso no es ningún misterio, pero la realidad, aunque cayese derrotado, no le ponía en tan mala posición. Los de Aguirre no cuajaron un buen partido, pero cumplieron en lo defensivo, encajando un gol en una jugada aislada en la que Lamine Yamal tiró de talento, por lo que nada pudieron hacer los defensas bermellones una vez salió el balón del pie del internacional español.

Sin embargo, poca solidez en el centro del campo y poca solvencia en la zona ofensiva fueron factores que castigaron gravemente al conjunto mallorquinista durante el partido del día de ayer, algo a mejorar en la recta final de temporada, sobre todo de cara a la cita del 6 de abril en Sevilla ante el Athletic Club.

La defensa, el mayor fuerte

El Mallorca es de los equipos menos goleados de La Liga EA Sports, y es que no es ningún misterio que la parcela defensiva es la más trabajada del equipo. El día de ayer el equipo no se mostró tan sólido como lo ha hecho jornadas atrás pero aún así pudimos ver tintes de la calidad que tiene el conjunto balear en dicha parcela, donde hay que destacar la buena actuación de Toni Lato, que tuvo que marcharse lesionado.

Jugadores del Mallorca durante el calentamiento. | Foto: RCD Mallorca
Jugadores del Mallorca durante el calentamiento. | Foto: RCD Mallorca

Además, la portería sigue siendo la posición mejor cubierta de toda la plantilla, gracias, en su mayoría, a las actuaciones en liga de Predrag Rajkovic, destacando su partido ante el Barcelona en el que, no solo hizo grandes paradas, sino que paró un penalti en un momento clave del partido que, de lo contrario, podría haber perjudicado gravemente el devenir del encuentro para los de Aguirre.

Mediocampo descafeinado

El encuentro realizado por los centrocampistas fue, cuanto menos, descafeinado. Es cierto que en lo defensivo no brillaron pero cumplieron su labor, sin embargo, las dificultades que había para sacar al equipo al ataque una vez se recuperaba el balón evidencian que queda mucho trabajo que hacer en cuanto a lo ofensivo. Quizá juega un gran papel que Samú Costa no estuviese lo suficientemente sólido como acostumbra a estar durante esta temporada o que Dani Rodríguez no fuese de la partida, ingresando al terreno de juego cuando el partido empezaba a volverse loco.

Sergi Darder perseguido por Andreas Christensen. | Foto: RCD Mallorca
Sergi Darder perseguido por Andreas Christensen. | Foto: RCD Mallorca

Algo que quizá perjudicó al Mallorca, teniendo en cuenta el planteamiento adoptado durante el encuentro, fue la baja de Omar Mascarell. El ex del Elche podría haber sido de gran ayuda en el perfil defensivo, lo que hubiese permitido a Manu Morlanes tener más libertad para progresar con balón tras recuperación, algo que en pocas ocasiones pudo hacer el centrocampista maño, al que se vio algo perdido durante el encuentro, sobre todo al recuperar balón. 

Pero no solo hubo un factor perjudicial, ya que el técnico mejicano podría haber optado por el 5-4-1 que varias veces hemos visto a lo largo de la temporada, un sistema con el que habría ganado mucha más solidez y podría haber hecho frente a las intentonas culés, aunque eso pudiese suponer sacrificar uno de los delanteros, de los cuales hablaremos ahora.

Muy poca miga en el tercio final

Si el Mallorca tiene una de las mejores defensas de la competición, pero no sale de la mitad baja de la tabla, quizá algo tiene que ver la falta de acierto en ataque, y es que el día de ayer ni Larin ni Muriqi causaron el peligro suficiente a la portería de Ter Stegen. Empezando por el kosovar, la lesión le ha lastrado gravemente la temporada, sigue siendo una buena referencia ofensiva, luchando y reteniendo balones cuando el equipo más lo necesita, aportando algo de calma en varios momentos del encuentro. Sin embargo, carece de esa decisión y ese liderazgo que mostró las dos pasadas temporadas, algo que el equipo nota mucho y algo que se pudo notar ayer.

Vedat Muriqi durante el encuentro. | Foto: RCD Mallorca
Vedat Muriqi durante el encuentro. | Foto: RCD Mallorca

Si bien hablamos de Muriqi, también hay que hablar de Cyle Larin. El canadiense sigue, tras 28 jornadas, sin encontrarse cómodo en Mallorca, lucha y corre pero con el balón en los pies le cuesta mucho, pareciendo otro jugador totalmente distinto al que vimos en Valladolid el pasado curso. El norteamericano tuvo varias ocasiones para poder rascar una ocasión de peligro y poner a Ter Stegen en apuros, pero no estuvo fino y careció completamente de la puntería necesaria para siquiera mandar el balón a puerta.

Está claro que para poder acabar con buen pie la temporada, y sobre todo aspirar a ganar la Copa del Rey, hace falta mucha más pólvora en ataque y, más importante aún, decisión. Con tan solo 10 jornadas restantes, el Mallorca tiene la oportunidad de cerrar bien la temporada, pero para ello necesita estudiar bien el encuentro ante un débil Barça que le puso en peligro en varios momentos del encuentro.