Hay partidos que para los entrenadores son preciosos por el simple hecho de conseguir un resultado favorable. Hay otros, como el de este domingo en Heliópolis, que son una maravilla para el espectador neutral que se sienta en el sofá para disfrutar de un espectáculo. Eso fue el Real Betis - Celta de Vigo con el que ambos equipos daban la bienvenida al último mes del año. Un 3-3 que tuvo tantos goles como emoción, éxtasis, lluvia, talento, penalti, doblete, expulsión... y muchas cosas más.

Llegaba el conjunto de Víctor Sánchez preparado para una dura batalla. Reforzado tras la victoria por la mínima del martes en Copa del Rey pero precavido por el rival que visitaba Sevilla este domingo. Mantenía el entrenador madrileño ese sistema que tan bien le estaba funcionando hasta la fecha. Dos victorias -Las Palmas y Deportivo Coruña- con esa derrota condicionada de Éibar por la expulsión de Piccini. Un 5-3-2 en toda regla, esta vez con Sanabria y Rubén Castro en ataque.

'Once' del Real Betis | FOTO: VAVEL
'Once' del Real Betis | FOTO: VAVEL

Los gallegos, mientras tanto, sacaron un 0-1 ante el UCAM Murcia en el torneo del K.O. con el que toman ventaja en su eliminatoria. En Europa, la semana que viene se jugarán el pase. Y en LaLiga Santander, que es lo que da de comer, la cosa no pintaba nada mal tampoco. Los de Eduardo Berizzo tienen una filosofía de juego clara, basada en la posesión del esférico y en las llegadas por banda o por el centro pero siempre a través de la pelota. Si a eso le sumas la calidad, haces daño.

Un Celta de Vigo con armamento | FOTO: VAVEL
Un Celta de Vigo con armamento | FOTO: VAVEL

El partido arrancaba como era de esperar. Dominio visitante, demasiado excesivo para el respetable. Eso lo entendió la grada en todo momento ya que el Celta de Vigo tenía la pelota mucho tiempo. Además, llegando con criterio al marco de Adán. Tanto es así que Iago Aspas, un ex-sevillista, firmaba el 0-1 en una pelota que se paseaba de izquierda a derecha y viceversa ante la mirada -que no atenta- de la zaga del Real Betis. Era el 0-1. La consecuencia de la causa. El cuadro verdiblanco estaba perdido sobre el césped, sin rumbo, como hacía un mes con Gustavo Poyet. Quizá, fuera el horario o el clima tan desapacible pero el despertador sonó algo tarde.

Por fortuna, el Real Betis supo apagarlo a tiempo y ponerse el 'mono' de trabajo para levantar la cabeza y no tirar el partido por la borda. Eso fue a partir de la media hora de encuentro, donde apareció Dani Ceballos y esa conexión con los atacantes. Se echaba de menos al canterano que este domingo ha completado su mejor partido de la temporada. Sin discusión. Los de Víctor Sánchez estaban vivos -quizá porque los gallegos no quisieron matarlos-. De esta forma, cuando el descanso avecinaba, un absurdo penalti era transformado por Rubén Castro por el centro de la meta de su tocayo. Era el 1-1. La justicia son los goles. El primer tanto del canario en el Estadio Benito Villamarín esta campaña. La primera pena máxima señalada a favor de los andaluces esta temporada. Datos.

'RC24' no falla | FOTO: VAVEL
'RC24' no falla | FOTO: VAVEL

Un cambio hizo Víctor Sánchez en el descanso: Rafa Navarro por Bruno. Cejudo pasaba al extremo, formando una línea de cuatro atrás. La segunda parte comenzaba como terminó la primera. Mejor el Real Betis, queriendo la remontada. Un aviso serio lo dio Rubén Castro, con un chut un pelín ortodoxo que se estrellaba en la madera. No tardaría en llegar el 2-1, pues Sanabria confirmaba su buen momento de forma -por fin- para batir con la izquierda la meta de un Rubén que no estaba en el marco. Delirio en la parroquia local, que hacía un tiempo que no veía a su equipo remontar. Se han recuperado las ganas. Eso queda claro.

Lo que no se ha recuperado, por mucho que pese todavía, es lo de atrás. Problemas serios en los marcajes, en replegar, en las coberturas. La defensa del Real Betis sufre horrores, más aún ante un equipo como el Celta de Vigo. Bongonda, uno lento, llegaba a línea de fondo aprovechando un pase interior para poner el 2-2. Sí, una vez más Iago Aspas estaba con la caña preparada. Jugón.

El Celta de Vigo tiene dos caras contrapuestas. La ofensiva es una maravilla pero la defensiva es todo lo contrario. Eduardo Berizzo ahí tiene mucho trabajo por delante porque Pezzella enganchaba un servicio de Joaquín -que salía en esta segunda parte- para marcar de cabeza el 3-2. También hacía demasiado tiempo que la afición del Real Betis no veía a su equipo marcar tres 'chicharros' en Heliópolis. Bien el argentino, que al menos corregía con este tanto su pobre partido en defensa. Sufrió pesadillas para detener a Iago Aspas, que hizo un doblete. Llovía como nunca en Sevilla en ese momento. Paraguas de alegría.

El 'Toto', en Sevilla | FOTO: VAVEL
El 'Toto', en Sevilla | FOTO: VAVEL

Los gallegos tampoco se rindieron. Y fue al final, en un córner rematado por Roncaglia libre de marca. El 3-3 definitivo, el segundo en pocas semanas para el Celta de Vigo. Este fue muy diferente al de Gran Canaria, donde sí tuvieron la sensación de haber perdido dos puntos. La expulsión de Petros por doble amarilla en el descuento no fue que la gota que colmó el vaso a un encuentro precioso. Hoy, quizá, los vigueses hayan ganado un punto. O también han podido dejarse un par de ellos porque viendo la primera media hora puede dar esa sensación. La misma que se lleva un Real Betis que cuando pudo no quiso y cuando quiso no pudo.