Ante la salida del actual capitán del primer equipo tras once años, Laureano Sanabria, y del guardameta Germán Lux, y la más que posible despedida de los otros capitanes deportivistas, los canteranos Álex Bergantiños y Juan Domínguez, el Dépor busca ahora nuevos capitanes. La marcha del lateral derecho y el portero se produjeron en las últimas semanas, y la de Juan Domínguez puede ser una de las próximas en efectuarse. El futuro de Álex Bergantiños está más impredecible que nunca, y nadie sabrá donde jugará la campaña que se aproxima.
De siempre fueron necesarios los capitanes en un vestuario. Hasta los últimos años, tanto el madrileño Laure, como sobre todo los canarios Manuel Pablo y Valerón, fueron los encargados de `imponer disciplina´ en el vestuario blanquiazul. Con la vuelta de Valerón a Las Palmas, y el retiro de Manuel Pablo, fue el turno de Laure, acompañado por Álex y Germán Lux, los que establecían los valores deportivistas.
También adquirieron mucha importancia en el vestuario los coruñeses Lucas Pérez y Pedro Mosquera, quienes llegaron a portar en varias ocasiones el brazalete de capitán. El de Monelos también puso rumbo a otro equipo (el Arsenal), por lo que de los dos, el mediocentro zurdo es el que acumula ahora más veteranía. Otro de los posibles capitanes de esta temporada, Pablo Insua, también cambió de aires, fichando por el Schalke, lo que reduce las posibilidades de a quién atribuir el rol de capitán.
Es, por tanto, hoy en día, Mosquera el principal candidato a portar el brazalete de cara a esta temporada. Se sitúan detrás de él el central brasileño Sidnei (también con grandes posibilidades de salir), el lateral izquierdo Luisinho, o mismo el mediocentro Borges, ya que acumulan varias temporadas en la disciplina blanquiazul.
La veteranía no es uno de los puntos fuertes de este nuevo Dépor, quien tiene únicamente un jugador ya curtido en mil batallas como es Fernando Navarro. Una de las posibilidades que caben para discutir el puesto de capitán a Mosquera es que, o bien Álex se quede en A Coruña, o bien se produzca la vuelta del hijo pródigo a Riazor, Lucas Pérez.
La falta de veteranía en el vestuario se puede castigar en ciertos aspectos como el comportamiento maduro de los integrantes del plantel. Hubo ciertas ocasiones que, a pesar de la intervención de los capitanes como mediadores, se produjeron altercados en el vestuario que crearon una situación bastante polémica.
La ausencia de un capitán con la experiencia suficiente como para saber resolver este tipo de problemas puede resultar muy negativo para el equipo; aunque, presuponiendo una profesionalidad individual y colectiva por parte de cada uno de los jugadores y cuerpo técnico, estos problemas no deberían suceder o al menos, trascender en el ambiente.