Al observar las trayectorias en el mundo del fútbol de Borja Bastón y de Antonio Adán uno piensa lo duro que es este deporte fuera de los flashes de las estrellas mediáticas. Son dos jugadores nacidos en las canteras de dos equipo grandes (Atlético y Real Madrid) que para triunfar han tenido que salir fuera y demostrar su gran valía. Recordaba un reportaje elaborado por el programa Informe Robinson titulado "La generación Casillas" en el que se juntaba a todos los jugadores que compartieron vestuario con el capitán de la selección española en el Madrid C. En él se explicaba cómo había sido la trayectoria futbolística y, en la gran mayoría, laboral de todos sus miembros, la gran mayoría anónimos para nosotros. Un dato refleja lo difícil que es llegar al fútbol profesional: solo 4 llegaron a jugar en Primera. Ese paso ya lo han conseguido tanto Borja Bastón como Antonio Adán. Ahora, lo único que les queda es encontrar un lugar donde poder dejar huella en este mundo.
Porque, a decir verdad, estos dos jugadores son unos recién llegados a Primera División. Borja Bastón se estrenaba en el máxima categoría el 24 de agosto del año pasado, justo un día antes de cumplir 23 años. Antonio Adán lleva más trayectoria en el mundo del fútbol pero ésta temporada es la primera que comienza como portero titular en un equipo de Primera. Y no lo está haciendo nada mal. A sus 28 años, el viernes que viene cumple 29, ha sido titular tanto con Pepe Mel como ahora con Juan Merino. En cada uno de sus 35 partidos defendiendo la portería verdiblanca realiza 6 paradas de media por encuentro lo que indica que le llegan bastante. A pesar de ello, tiene al Real Betis como décimo equipo menos goleado y eso que los sevillanos son los peores en goles a favor. Un mérito donde se comenzó a construir la permanencia bética.
La salvación para la Sociedad Deportiva Eibar se soporta en los 17 goles que ha marcado Borja Bastón esta temporada. El madrileño es un fijo en las alineaciones de Mendilibar como indica que acumula 2.397 minutos en su estreno en la Primera División. Números que asombran más si decimos que el delantero ve puerta cada 141', mejor porcentaje que Aduriz y Rubén Castro con los que está luchando por el pichichi nacional. A pesar de no marcar desde hace 6 jornadas, el rendimiento de Borja Bastón en el Eibar indica que, durante esta temporada, está tocado con un varita mágica.
Y eso que la fortuna casi siempre le ha dado la espalda al madrileño. El día que se estrenaba con la camiseta del Atlético se rompió el ligamento cruzado. Era el 15 de mayo de 2010 y Bastón solo contaba con 17 años. Esa lesión le impidió debutar con el equipo colchonero pues en la siguiente temporada solo fue convocado cinco veces, pero en ninguna pudo salta al campo. A partir de ahí ha ido encadenando cesiones a diferentes equipos, todos en Segunda menos este último verano cuando llegó a Eibar. Su primera oportunidad fuera del Calderón fue en Murcia en la 11-12. El delantero de 19 años no contó mucho para el entrenador del conjunto pimentero. Lo mismo le sucedió el siguiente año en Huesca. A pesar de sus 9 goles, el conjunto aragonés desciende a Segunda B, otro golpe para Bastón. Sin embargo, en la temporada 13-14 la moneda da la vuelta y, por fin, disfruta jugando. Esta vez la cesión le lleva a A Coruña. En el Deportivo logra los minutos que necesitaba, es el delantero que más juega, y lo agradece marcando 10 goles, la primera vez que logra doble cifras. Todo es alegría en la capital pues el conjunto gallego vuelve a Primera División. Pero con él no Borja Bastón que al final de verano se va cedido al Real Zaragoza de Segunda División. Y allí, a orillas del Ebro es cuando el madrileño termina de explotar como goleador. Logra 22 tantos y se convierte en un fijo en el once titular de los maños. Todo va rodado hasta que, en la antepenúltima jornada de liga sufre una rotura de fibras que le tiene parado varias semanas. El Zaragoza debe disputar el play off de ascenso y Borja Bastón no puede colaborar a que su equipo logre el ansiado ascenso. Otra vez la mala suerte se ceba con él.
Tampoco la fortuna ha sido muy benévola con Antonio Adán. El guardameta, formado en la cantera blanca, subió al primer equipo en la temporada 2010-11, cuando se estrenó con el Real Madrid tanto en Liga como en Champions. El entrenador aquel año era Jose Mourinho, clave después en el futuro del portero. Adán se posicionaría, sin él quererlo, en el medio de la pelea entre en el mister portugues e Iker Casillas. Su momento de gloria llegaría en diciembre de 2012 cuando las disputas entre los antes mencionados llevarían a Adán a ser titular en Málaga. Repetiría en la siguiente jornada, con la mala suerte de ser expulsado en el minuto 8. No volvería a vestir la camiseta blanca. En el siguiente verano resciende su contrato con el club de Concha Espina y ficha, en el mercado invernal por el Cagliari italiano. Curiosamente, su debut en el calcio fue un año y un día después de su último partido con el Real Madrid. Tampoco triunfa en Italia y en enero de 2014 llega libre a la que hoy es su casa. Aunque en su vuelta a la Primera División su equipo gana al Espanyol, el conjunto sevillano acaba dando con sus huesos en Segunda. La suerte no acompaña a Antonio Adán que lleva ya un desafortunado paso por el Madrid y un descenso con el Betis. Ese mismo verano firma su actual contrato con el equipo verdiblanco hasta 2017. En la 14-15 el guardameta defiende la portería bética en Segunda división logrando muy buenos números: solo recibe 0,875 goles por partido. Estos permiten al Betis volver a Primera y que Adán disfrute de una reválida en la máxima categoría. Se puede decir que el madrileño la está aprovechando. Como el que tendrá enfrente el domingo, Borja Bastón.
Los dos buscan su lugar en esta dura competencia que es la Primera División.