Fin de la seguidilla de resultados positivos. La Sociedad Deportiva Eibar, cayó derrotada en su visita a Andalucía. Los armeros fueron vencidos por el Sevilla Fútbol Club, por dos goles a cero en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Allí los de Jorge Sampaoli reafirmaron la continuidad que vienen plasmando como locales, con una efectividad del 78% y en la que solamente claudicaron diez unidades desde que arrancó la campaña. El partido aparejó las dificultades del caso, impuestas por un Eibar que no fue cobarde y se plantó de tú a tú. Así en el papel de protagonista ensució el juego sevillista, aunque le faltó claridad en el tercio superior de la que abundó en el anfitrión. Cuando mejor se encontraba el blaugrana, una jugada de tres toques terminó en el primer tanto rojiblanco: cesión de Stevan Jovetic y rúbrica de Pablo Sarabia en el minuto 30 de partido. Luego los azulgranas contaron con opciones para igualar, aunque les costaba llegar. En uno de los últimos avances, los andaluces tomaron mal parado al conjunto vasco y fue Vitolo quien sentenció la historia en favor de Sevilla para el dos a cero definitivo. 

Tres por tres

A diferencia del último once que alinearon frente a Las Palmas (Sevilla) y Granada (Eibar), los dos entrenadores realizaron variantes. De un lado los de Jorge Sampaoli apostaron al 5-3-2/4-4-2, dejando atrás el 4-2-3-1 que frecuentó en Gran Canaria. A su vez no estuvieron como titulares: Mariano Ferreira, Matías Kranevitter y Vitolo. Estos fueron sustituidos por Adil Rami, Sergio Escudero y Stevan Jovetic. Debido a que se avecina un partido trascendental por Champions (Leicester City el próximo miércoles), el míster decidió rotar el titular. Entonces el equipo titular ubicó a Sergio Rico en portería. Por delante del cancerbero español se encontraban tres defensas centrales: Gabriel Mercado (stopper derecho/lateral derecho), Adil Rami (líbero/primer marcador central) y Clélement Lenglet (stopper zurdo/segundo marcador central). Completaban la retaguardia dos laterales puros: Pablo Sarabia (derecha) y Sergio Escudero (izquierda). En la medular, Stefan N'Zonzi se desempeñó como centrocampista defensivo (pivote). El de nacionalidad francesa contó con el apoyo de los dos interiores: Franco Vázquez (derecha) y Samir Nasri (izquierda). Finalmente los dos delanteros eran: Wissam Ben Yedder (centro-derecha) y Stevan Jovetic (centro-izquierda). 

De antemano, así plantearon el partido los entrenadores. Fuente: Lapizarradelmister.es
De antemano, así plantearon el partido los entrenadores. Fuente: Lapizarradelmister.es

José Luis Mendilibar al igual que su colega, direccionó su equipo titular con tres cambios (dos de ellos obligados) y conservó su esquema precedente (4-2-3-1): dejaron el inicial Iván Ramis, Dani García y Takashi Inui por Mauro Dos Santos, Fran Rico y Rubén Peña. En el mismo, Yoel estuvo bajo palos. Por delante del gallego los zagueros fueron: Mauro Dos Santos (centro-derecha) y Florian Lejeune (centro-izquierda). En la posición de laterales: Ander Capa (derecha) y Anatiz Arbilla (izquierda). El doble pivote lo formaron: Gonzalo Escalante y Fran Rico, siendo los mediapuntas Pedro León (extremo derecho), Adrián (mediocentro) y Rubén Peña (ala izquierda). En zona de impacto y actuando en la referencia de área: Sergi Enrich

El patrón se repite

Al igual que ante el Granada Club de Fútbol, el Eibar realizó un planteo táctico en base a su presión. La misma adquirió caracteres trascendentales, con un equipo corto en la distancia entre sus defensores y delanteros, comprimido entre líneas e intenso sin la pelota. Este ordenamiento en el verde, trajo como consecuencias un ejercicio del dominio del balón en el campo contrario, un control del juego, el equipo estaba atento a los posibles receptores a quienes tenía cerca y les tomaba mal parado en la salida. Ese sometimiento que presentaba entre siete u ocho futbolistas, quienes superaban el campo propio incomodaba al Sevilla. Los andaluces no encontraban ese primer pase del todo claro. Entonces cada vez que el balón estaba en los pies de Sergio Rico o los centrales, obligatoriamente había que jugar largo a los laterales. Pero el Eibar al tener a los suyos en esa zona advertía este movimiento y apostaba al anticipo. Ander Capa y Rubén Peña se disfrazaron de recuperadores, como asimismo los tres centrocampistas: Adrián, Fran Rico y Escalante.

En consecuencia los hispalenses no lograban hilvanar un juego colectivo y de asociación. Por eso la Sociedad Deportiva Eibar dibujaba un 3-2-5. Una vez que construía desde el tercio superior, el eje funcionaba de apoyo para los extremos.  Al añadirse los dos externos (Peña y Capa), el equipo guipuzcoano lograba un equilibrio numérico con los jugadores de Sevilla desde el tercio superior en un cinco contra cinco. El posicionamiento del Nervión mantenía a los dos zagueros abiertos al vértice del área, presentándose por delante N'Zonzi y Nasri, mientras que los laterales se colocaban pegados a la raya. Al colocar entre seis y siete futbolistas, todo obligaba al Sevilla a jugar largo y en las incomodidades que ello supone para el conjunto rojiblanco. 

La presión intensa del Eibar, incomodó a Sevilla. Fuente: Lapizarradelmister.es
La presión intensa del Eibar, incomodó a Sevilla. Fuente: Lapizarradelmister.es

Ese 2-3-3-2 que configuraba el Sevilla resultaba estéril para conectar desde atrás con el balón fluido al estilo que pregona Sampaoli. En efecto ¿cómo corrigió esos intentos fallidos de juego corto los rojiblancos? con el juego largo. Esta forma de ataque que ya demostró ante Las Palmas se repitió nuevamente. Sobre todo en la fórmula del gol: el constante movimiento, ingresando y saliendo tanto Jovetic como Ben Yedder no les daba referencia alguna a los zagueros del Eibar. Al posicionarse los atacantes nervionenses uno en banda y el otro de '9', sin los laterales en su correspondiente posición defensiva este ordenamiento obligaba un desplazamiento pronunciado de los zagueros eibarreses.

En caso de tirarse Ben Yedder a la derecha, Lejeune le tomaba y esto no le daba otra alternativa al lateral a cerrarse más de la cuenta. Así sucedió en el primer gol del Sevilla. Pase largo a Jovetic, Mauro Dos Santos prácticamente como lateral arremetiéndole, Arbilla cerrando y Sarabia llegando de extremo. Allí los de Andalucía generaron una superioridad numérica explotando los costados. Asimismo para desprenderse del hostigamiento armero en la presión hubo otras alternativas, tales como la llegada de las segundas líneas en la zona superior del campo, el pase interior que hallaba desprotegida a la defensa armera y la ubicación de Jovetic en banda fueron algunos de los antídotos para curar este mal que padeció el Sevilla

Pedro León se encargó de los balones aéreos. Foto: Gio Batista-VAVEL-.
Pedro León se encargó de los balones aéreos. Foto: Gio Batista-VAVEL-.

Como dato interesante de este Eibar en la primera parte, Sergi Enrich se movió por todo el frente del ataque actuando como referencia de pase. En determinados movimientos, desempeñándose en los extremos o bordeando la frontal por intermedio de su habilidad con el balón obligaba a que uno de los zagueros le tomar, tocando y yendo a buscar. Allí provocó faltas a favor de Eibar que le permitieron poner en práctica las jugadas de pizarrón tanto en forma de córner o libre directa desde los costados. Al igual que ante Granada, Mendilibar reflejó el repertorio. Desde la banda derecha bajo la ejecución de Pedro León, Mauro Dos Santos cortina a Lejeune que se anticipa de cabeza en el primer palo. En la izquierda toque y devolución en la conexión Pedro León-Arbilla para que el lateral llegue en el desborde. Desde los tiros de esquina por la izquierda con dos variantes: juego corto para Peña y centro al segundo palo, también rasante a la frontal para el remate de media distancia.

Reconfiguración sevillista

Al comienzo de la segunda parte, tras una charla en el entretiempo fue Jorge Sampaoli quien decidió recomponer a sus dirigidos. Antes de que se inicie la complementaria efectuó unos retoques en la zona defensiva: el ingreso de Mariano en sustitución de Mercado, colocó al lateral en la banda derecha y Sarabia se desplazó al carril izquierdo. Ello le permitía al de nacionalidad brasileña un mayor recorrido por el costado. Si bien el objetivo de Eibar era mantener la misma intensidad, el físico no se encontraba tan fresco como en la primera parte aunque se las ingenió para plantar un segundo tiempo de complejidad. Para ello continuó parándose en la medular con la zaga, sin una presión asfixiante pero ocupando los espacios. Es decir, cada vez que recibía N'Zonzi este tenía libertad de moverse pero sus posibles receptores no tenían posibilidad de progresar en el campo. 

En la complementaria, hubo cambios de posiciones. Fuente: Lapizarradelmister.es
En la complementaria, hubo cambios de posiciones. Fuente: Lapizarradelmister.es

Después de 50 minutos, el conjunto azulgrana logró superioridad en la banda con un tándem que formaron Pedro León y Capa que culminó en un remate de cabeza por parte de Enrich. A lo largo de todo el encuentro, los costados estuvieron sellados por parte del Sevilla con las coberturas que realizaron Sarabia y Escudero, además del apoyo de los volantes a la hora de hacer los relevos. Ello les impedía a los armeros adquirir consenso. Con el correr de los minutos, el Eibar siguió desgastando en intensidad. Sin embargo una vez que recuperaba el Sevilla ocupaba bien los espacios y le impedía circular con fluidez.

Sampaoli patea el tablero

Estructuralmente el representativo andaluz además de la variante que introdujo (Mariano), cambió su fisonomía. Del 4-4-2 que estaba utilizando en el primer tiempo, pasó a un 4-2-3-1. En él, Ben Yedder (luego Vitolo) por la derecha, Franco Vázquez más centralizado y Sarabia en la izquierda conformaron la línea de las mediaspuntas por detrás de Jovetic. El Eibar por su parte reflejaba un 4-3-3 ó 4-2-1-3, dependiendo de Adrián como enlace o interior, estando de extremos Peña (izquierda) y Pedro León (derecha) para abastecer a Enrich

A la hora de agotar todas sus variantes, el Sevilla consiguió más limpieza en la salida con el ingreso de Matías Kranevitter desde la medular y una lucidez mayor en la variante de Vitolo. El canario se compaginó en las transiciones defensa-ataque, complementándose al momento de defender y actuando con elocuencia con el balón bajo la suela. Así, se observaba un 3-4-3 cuando el argentino salía jugando. Además su ingreso le permitió más libertades en la creación a N'Zonzi que también llegaba a gol. Por su parte el Eibar, con el aporte de Luna y Bebé sumó dos pasadores con buen golpeo de balón, aunque incrementó la inseguridad en este costado, debido a que Bebé no es un jugador tan fiable en defensa. El desplazamiento al mediocentro ofensivo por parte de Peña, le dio más consistencia al de Ávila. Sin embargo luego fue reemplazado por Nano.  

Evolución táctica

A lo largo del encuentro el Sevilla utilizó varios sistemas: 5-3-2, 4-4-2, 4-3-1-2, 2-3-3-2, 3-5-2, 4-3-3-, 4-2-3-1, 4-4-1-1, 4-1-4-1, entre otros. Sus variantes oscilaron con la utilización de tres centrales puros, dos laterales reconvertidos en volantes, transiciones que pasaban de defensa de cinco a una de tres, un pivote delante de la zaga o dos, un mediapunta detrás del nueve, tres extremos puros retrocediendo a la medular o atacando el espacio. El Eibar también reflejó un libreto amplio: 4-2-3-1, 4-4-2, 4-5-1, 4-3-1-2, 4-2-1-3, 4-2-4, 3-4-3, 3-2-5. En ellos utilizaba como factor principal a la presión, replegaba con sus mediapuntas externos, frecuentaba con Adrián de enlace o le ubicaba en el perfil de interior, retrasaba al pivote para dar salida limpia, adelantaba un lateral y un mediapunta para presionar con cinco futbolistas o llevaba a su centrodelantero al extremo para generar espacio. 

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Sobre el autor
Oscar Stefano De Antoni
Del profesorado de Historia y la Licenciatura en Periodismo.