El 30 de octubre de 2016, se vivió en Ipurúa una de esas historias dramáticas que son recomendables de recordar. Un fin de semana festivo por la llegada del día de todos los santos, y la celebración de la fiesta de Halloween a nivel mundial al día siguiente. Halloween, no obstante, llegó a Villarreal el día anterior después de vivir en sus carnes una remontada dura, cuando el partido encaminaba a su final.

El partido entre SD Eibar y Villarreal CF, correspondiente a la jornada 10 del campeonato nacional de liga y disputado en el estadio municipal de Ipurúa, se saldó con una remontada para el recuerdo de la afición local en un partido que a 10 minutos del final tenían perdido de forma clara.

La primera mitad del encuentro fue muy igualada, ninguno de los dos conjuntos pudo ni supo imponer su juego, y al final, una jugada clave desequilibró el marcador a favor del submarino amarillo. Sansone fue derribado en el interior del área armera, y el colegiado decretó penalti, una pena máxima que el capitán del conjunto castellonense, Bruno, se encargó de ejecutar y de marcar.

La SD Eibar ganó 2-1 un partido que en el 80' tenía perdido

Con el resultado de 0-1 se llegaba al descanso, y lo que pasó en los vestuarios de Ipurúa en ese descanso tuvo que ser algo insólito, pues el cuadro azulgrana saltó al verde en la segunda mitad con el rostro completamente modificado. La imagen que dio el equipo armero fue la de un equipo sólido, dominador, un equipo con hambre y con ganas de dar una alegría a su afición. Fue una de las segundas partes más completas del equipo eibarrés desde que se encuentra en la máxima categoría del fútbol nacional.

No obstante, a pesar del baño del equipo de Mendilibar, el resultado se mantenía igual que al término de la primera mitad. No fue hasta el minuto 80 con una serie de rebotes tras una falta, cuando Ramis cazó el balón en el área y remató cruzando el balón al lado opuesto de Asenjo poniendo el empate, el 1-1.

Pero el encuentro no acababa ahí, y es que el empuje de la grada de Ipurúa y el esfuerzo y la entrega del equipo armero hicieron que, al filo del final del encuentro, llegó la figura de Sergi Enrich que, tras una genial jugada individual, se quedó absolutamente solo ante Asenjo, vio a Pedro León completamente desmarcado que se encargó de fusilar a placer la portería del conjunto visitante finiquitando así la remontada y consiguiendo una victoria tras un gran esfuerzo.

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