Con el partido ante el Mirandés en el horizonte, el Club Deportivo Vitoria se jugaba mucho hoy en Olaranbe. El filial del Eibar ha conseguido un trabajado triunfo ante el Gernika, club que no ha puesto ni mucho menos fáciles las cosas a los locales, no dejando de luchar hasta el final. Un solitario gol de Branimir desde los once metros ha sido suficiente para vencer al club visitante.
Un comienzo fulgurante decantó el partido. En el minuto 7' los locales consiguieron un penalti que transformó el lateral mencionado con anterioridad para poner al equipo por delante. Además, las cosas se ponían muy de cara para el filial eibarrés, pues un jugador de los visitantes, en concreto Álex Petxarroman, era expulsado con roja. Pese a ello, no iba a ser fácil ganar, pues los visitantes iban a dejarlo todo sobre el terreno de juego para mantener viva la esperanza de lo que sería un sueño para ellos, entrar en promoción a Segunda.
El partido era intenso, y además, el terreno de juego sólo complicaba algo más la disputa del balón, haciendo del encuentro un partido trabado en distintas fases. El Gernika, uno de los equipos revelación esta temporada, no paró de intentarlo en todo el encuentro, de hecho, en los últimos minutos fue cuando el conjunto visitante apretó más, teniendo en 74' una buena ocasión que estuvo apunto de mandar al fondo de las mallas Etxabe.
Finalmente los locales consiguieron tres puntos vitales de cara a la salvación ante los dirigidos por Jabi Luaces, colocándose así cinco puntos por encima de la zona de descenso directo. El equipo tiene la posibilidad de salvarse cada vez más cerca, aunque si quieren no sufrir demasiado, deben ser algo más contundentes, pues la imagen que han dejado hoy pese a la victoria, es de un equipo que ha sufrido pese a tener uno más durante la mayor parte del encuentro.