El encuentro, como todos los que han ido pasando por allí, iba a ser el último sobre el tapiz verde del Estadio Vicente Calderón.
Era la jornada número 14 de La Liga, y ambos equipos venían en buenas dinámicas. El Atlético de Madrid venía de victorias contundentes en competiciones europeas y en las domesticas. Y el RCD Espanyol venía de una racha de cinco partidos seguidos sin conocer la derrota, alternando victorias y empates.
Dado a esta buena dinámica era de esperar por los aficionados de ambos clubes y de los amantes del fútbol que iba a ser un partido bonito y con goles. Porque salían con los jugadores de gala:
El Atlético de Madrid: J. Oblak; F. Luis, D. Godín, J. Giménez, Juanfran; Tiago, Gabi, Koke, Y. Carrasco; Griezmann, K. Gameiro.
El RCD Espanyol: D. López; V. Sánchez, D. Reyes, D. López, Aarón; J. Fuego, P. Diop, P. Piatti, J. Jurado; G. Moreno, L. Baptistao.
Jaime Latre, que era el colegiado del encuentro, indicaba el comienzo del partido. El Atlético de Madrid empezaba el partido siendo el dueño del esférico pero sin poder precisar ocasiones de peligro sobre la portería rival, mientras tanto el RCD Espanyol aguardaba poder robar un balón para salir a la contra, dado a que su entramado defensivo, era imposible de penetrar por el Atlético. Con forme avanzaban los minutos iba subiendo el porcentaje de posesión del club rojiblanco, mientras el Espanyol intentaba seguir las pautas de su plan, que eran aguantar una presión elevada en defensa para asfixiar al rival y dejarlo sin ideas. El colegiado indicaba el final del primer tiempo y nos íbamos con el resultado gafas.
Comenzaba la segunda mitad, y las consignas eran las mismas por parte de ambos clubes, unos dominar el balón en busca de la ocasión para decantar la balanza del partido a su favor y otros esperar atrás mientras presionamos para intentar robar y construir una contra. Pero ninguno de los dos tuvo éxito y el resultado a los 90 minutos fue el mismo que en la primera mitad. 0-0 y al vestuario.
La conclusión
El equipo de color blanquiazul se centró tanto en defender que olvido por completo el robar para poder atacar a un equipo que defiende mejor que tu, y así es muy difícil, y por ello es importante defender con el balón. Y el conjunto de la capital, no tuvo el acierto de otras noches de cara al gol y les pudo la ansiedad.