Un Granada sin ambición salva un punto en La Romareda

Pedro adelantó a los andaluces, pero Iglesias empató para el Zaragoza de penalti. Los maños merecieron más ante un Granada que jugó demasiado con el resultado. Baena fue expulsado por doble amarilla.

Un Granada sin ambición salva un punto en La Romareda
Foto: La Liga
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Por Pedro Talet

Un Granada CF demasiado especulativo sacó un punto de Zaragoza gracias a un gol de Pedro. Tras adelantarse en el luminoso, los nazaríes se dedicaron a defender el botín logrado. El Zaragoza buscó el empate con más corazón que fútbol. Borja Iglesias lo consiguió de penalti. Baena terminó expulsado por doble amarilla y Germán se retiró con molestias. El equipo maño se fue a por la victoria, pero los rojiblancos supieron sufrir.

La clave del partido estuvo en la medular. El Granada estaba desbordado y necesitaba reforzar la zona ancha. José Luis Oltra consideró que debía hacerlo con músculo, y no con jugadores asociativos. Los cambios del valenciano no cambiaron la inercia del encuentro. Los rojiblancos sumaron en un campo difícil, pero pecaron de conservadores

Pedro, el más listo de la clase

Confianza en el bloque. Una de las premisas con las que Oltra llegó a la ciudad de La Alhambra. El míster nazarí predicó con el ejemplo y alineó en La Romareda a los mismos futbolistas que fueron titulares contra el Albacete. El conjunto andaluz saltó al verde mejor colocado que su rival. A partir de una presión alta, los horizontales se hicieron dueños del balón. Sin embargo, la posesión era inocua. Montoro y Espinosa no lograban hacerse con el dominio del juego, factor que aprovechó el Zaragoza. Los maños crecieron pero el cuadro rojiblanco no se amilanó. Si algo tiene este Granada es carácter, como se esfuerzan por recordar cada tanto Menosse y Germán a sus rivales con obsequios de todo tipo.

Pedro celebra su gol por debajo de la barrera. (Foto: La Liga)
Pedro celebrando su gol por debajo de la barrera. (Foto: La Liga)

El encuentro era igualado. Se acercaba el cuarto de hora y los visitantes ahora esperaban las acometidas del rival. Espinosa y Joselu trabajaban a destajo por delante de las dos líneas de cuatro. El ariete onubense y Pedro probaron con sendos tiros lejanos, que no conllevaron peligro. Las ocasiones eran inexistentes hasta que pasado el minuto 15 tuvo una clarísima el equipo local. Álex Martínez dejó el balón corto en una cesión a Varas. Un escalofrío en forma de déjà vu recorrió la espalda de los sufridos seguidores granadinos. Borja Iglesias se quedó delante del meta andaluz, pero el veterano cancerbero repelió el disparo. Un par de minutos después le llegó el turno a los rojiblancos. Machís encaró desde el perfil izquierdo a la zaga aragonesa y cayó derribado en el área. El venezolano pidió un penalti que el colegiado no decretó.

Otro fallo inclinó la balanza. Esta vez fue zaragozano y el Granada no perdonó. Una pérdida en la iniciación le sirvió a los nazaríes para montar una contra a merced. Espinosa condujo hasta el borde del área donde Jesús Valentín le hizo falta. Pedro, al que La Romareda recibió con pitos, le pegó suave por debajo de la barrera para que en el 23’ el equipo de Oltra gritara el primer gol de la temporada. La maldición de los ‘ex’ esta vez sonrió al granadinismo.

Con la lluvia llegaron los mejores minutos del Zaragoza. Bajo un manto de agua fina, el cuadro rojiblanco reculó en demasía. El agobio posicional de los de Natxo González no se materializaba en ocasiones claras. Solo fue un avance de lo que aguardaba tras el descanso.

Borja Iglesias empata de penalti

La reanudación arrancó con la misma inercia. Con un quiero y no puedo de los locales. Cuando el conjunto nazarí parecía rebullirse del dominio rival, Pombo rondó el primero de los suyos. El centrocampista maño conectó un centro desde el costado derecho, al que reaccionó con rapidez Varas. El Granada sufría, pero sabía sufrir. Joselu y Machís se asociaron con peligro en un par de ocasiones, pero las malas elecciones del latinoamericano aguaron los acercamientos horizontales. Los de Oltra, carentes de fútbol, necesitaban reforzar la medular. El técnico prefirió hacerlo con músculo en vez de con calidad. Alberto Martín por Espinosa fue su primera modificación.

Borja Iglesias fue el autor del empate zaragocista. (Foto: La Liga)
Borja Iglesias fue el autor del empate zaragocista. (Foto: La Liga)

El Granada era un frontón. Solo repelía golpes. Recibía uno y se recomponía para esperar el siguiente. Los jugadores visitantes parecían peleados con el balón. La insistencia local tuvo su premio. Germán derribó a Borja Iglesia cuando el delantero zaragocista se disponía a rematar un centro desde la izquierda. El ariete gallego tomó la responsabilidad y engañó a Varas con un disparo cruzado. El equipo aragonés empataba con todo merecimiento. Oltra movió el banquillo de nuevo. Acción, reacción. Puertas sustituyó a Machís, cuyo rendimiento en este arranque está siendo demasiado pobre.

Lo que no cambió fue la realidad del partido. El Zaragoza buscaba el segundo. Toquero, recién ingresado, estrelló el cuero en la madera. Si el Granada parecía hacer algún amago de rebelarse, los locales lo disipaban con contundencia. Los andaluces corrían detrás del balón. Baena, uno de los que más se esfuerzan en ese cometido, fue expulsado por doble amarilla. Fruto de la falta que dio lugar a la segunda cartulina, Zapater envió la pelota a la escuadra. Todo era adversidad para el combinado nazarí. Charlie Dean tuvo que sustituir al lesionado Germán. Los de casa lo intentaban con más corazón que precisión. Vicandi Garrido pitó el final para suerte de los granadinos.

El Granada se ha topado con la realidad de la Segunda División. Una categoría que destaca por su igualdad y dureza. El rendimiento del cuadro de Oltra no ha sido brillante en estos primeros 180 minutos de temporada. Sin embargo, ha demostrado dos cualidades fundamentales para tener éxito en una carrera de fondo como la que tiene por delante. Trabajo y carácter. Los puntos han de llegar pronto. El próximo viernes tiene una ocasión inmejorable, al abrigo de su público, contra el filial del FC Barcelona. Batalla a batalla.