Guardameta, arquero, portero, meta, guardapalos, cancerbero, muchos nombres para una misma posición. Aquel jugador solitario que viste de otro color, tiene el privilegio de tocar el balón con las manos,  anima a su equipo desde la otra punta del campo, ve los goles a distancia y tiene que hacer su propia celebración. Este destaca por tener la tarea más importante sobre el terreno de juego, debe mantener vivo a su equipo jornada tras jornada. En Guijuelo esta posición puede recibir el nombre de salvador,  y es que el conjunto chacinero suma seis puntos obtenidos en las ocho primeras jornadas. Muchos de ellos se han conseguido gracias a las paradas prodigiosas de Kike Royo que ha conseguido mantener la portería a cero o a impedido que la ventaja de los rivales fuese aún mayor.  

El Club Deportivo Guijuelo pasa por una sequía goleadora: tan sólo han anotado tres goles en estos ocho primeros partidos; por lo que las intervenciones de Kike Royo valen y mucho. Aún tienen más valor cuando gracias a él se consigue sumar algún que otro punto. Los hombres de Jordi Fabregat han recibido seis goles, y muchos más podrían haber sido. Pero Kike Royo, siempre atento, sacará una magistral mano. A falta de gol, buenas son las paradas. El guardameta, siempre bien colocado, mucho más ágil que en cursos pasados, con reflejos, con capacidad para estar al máximo nivel los 90 minutos de partidos.

Siendo Kike Royo uno de los mejores jugadores en lo que va de temporada, demostrando en cada jornada que la portería chacinera está a buen seguro.  También está bien resguardada gracias a la defensa, Antonio Ayala y Jonathan Martín destacan por su acoso al rival sin perder su posición, demostrando la importancia de la veteranía en este deporte.