Si hubiera que destacar algún nombre propio del partido que enfrentó a Girona y Mirandés el pasado jueves, seguramente brillarían con luz propia los de Borja García, autor de un auténtico golazo que quitó las telarañas de la portería del 'Gol Nord' de Montilivi, y el de Sebas Coris, que además de la asistencia del tanto gerundense, aportó mucha calidad desde el carril izquierdo, por donde percutió durante los 78 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, y dejó esláloms especialmente brillantes.

Tras el encuentro, el de Tossa de Mar se mostraba enfadado porque el cuadro rojillo con muy poco sacó un empate, pero al mismo tiempo era optimista. "Si repetimos el juego que hemos hecho, tendremos muchas opciones de ganar los partidos", decía un Coris que no sufrió en defensa y pudo atacar tal y como le gusta. "Si el equipo está volcado en ataque, es normal que haya podido atacar. Me he sentido bien", resumía el jugador, que apuesta por ir a ganar a Getafe, un estadio sin duda complicado. 

Precisamente el Getafe y su estadio, el Coliseum Alfonso Pérez, le traen buenos recuerdos a Coris. Allí el canterano debutó con la camiseta del primer equipo gerundense en una eliminatoria a doble partido. En aquella temporada, la 2013-14, el conjunto dirigido entonces por Ricardo Rodríguez no marchaba bien en el campeonato doméstico pero llegó hasta dieciseisavos en el torneo del KO. El Girona arrancó un meritorio empate en el partido de ida (1-1), pero cayó de forma estrepitosa en Madrid (4-1), donde se pudo sonsacar muy pocas cosas positivas, salvo los minutos del tosense. En el minuto 74 sustituyó a Jandro y pudo demostrar una pequeña parte de la clase que atesora. El encuentro, por cierto, acabaría siendo la tumba futbolística del entrenador asturiano al mando del cuadro catalán.

Desde aquellos 16 minutos, el tosense acumula 53 partidos con el Girona, entre el campeonato liguero, la Copa y el 'playoff'. Sin haber acabado de explotar nunca, más por lesiones y la irregularidad a la hora de jugar -no en cuanto a su rendimiento-, el joven jugador espera este año gozar de la confianza del cuerpo técnico y devolver las expectativas que el club ha depositado en él, especialmente tras su renovación el año pasado hasta 2018.