Montpellier demostró que está para grandes cosas esta temporada y logró alcanzar la definición de la EHF Velux Champions League por primera vez desde que se utiliza la modalidad del Final Four (2010). En el duelo final le esperará el otro debutante en definiciones continentales: la cenicienta, del torneo el Nantes de Thierry Anti; aunque los dirigidos por Patrice Canayer ya saben lo que es obtener el título al festejar en la temporada 2003.

Los galos dominaron en la primera parte de la mano de Valentín Porte y a pesar de que en el ecuador de esos treinta minutos iniciales Vardar pudo emparejar el desarrollo, los franceses terminaron golpeando en momentos precisos para irse al descanso con ventaja de tres (14-11).

La segunda parte comenzó a todo trapo por parte de ambos equipos, pero con un Vardar más sólido en su faceta defensiva, lo que le permitió mantenerse todo el tiempo a uno o dos goles por debajo y que Montpellier no se le escapara.

Comandados por los españoles Joan Cañellas y Jorge Maqueda, más el aporte goleador del central croata Luka Cindric y el montenegrino Vuko Borozan, el conjunto macedonio logró el empate a falta de 90 segundos para el cierre debido a las buenas actuaciones de Michael Guigou y Melvyn Richardson, encargados de aguantar el sofocón en el que se vieron envueltos los galos.

A falta de veinte segundos para el final, el argentino Diego Simonet convirtió su único gol del encuentro con el que le dio la victoria a su equipo y la tan ansiada clasificación al partido final.

Los franceses Porte, Guigou y Richardson fueron los goleadores del Montpellier con ocho, siete y seis goles respectivamente; mientras que para los de Macedonia los primera línea Cindric y Borozan convirtieron seis tantos cada uno, acompañados por los cinco de Ivan Cupic.

Porte, el zurdo al que le gustan los partidos importantes

Desde el comienzo del encuentro Montpellier decidió tomar el rol protagonista y fue quien impuso el ritmo de juego de la mano del zurdo Porte. El internacional francés, conocido por ser de esos jugadores que aparecen en los partidos y competiciones más difíciles, mostró su concentración desde el principio para adelantar a su equipo por dos goles en los primeros siete minutos (3-1).

En el comienzo también estuvo acertado el lituano Jonas Truchanovicius que marcó dos goles para el 4-2 parcial, aunque la ventaja le duró poco porque Timur Dibirov y Luka Cindric estamparon el empate apenas pasados los diez minutos iniciales (4-4).

Ambos equipos intercambiaron goles durante los cinco minutos siguientes, hasta que Guigou y Porte convirtieron de forma consecutiva para devolverle la ventaja a los galos (9-7), lo que obligó al entrenador español Raúl González a pedir su primer tiempo muerto.

De la mano de los zurdos Cupic y Maqueda, Vardar descontaba constantemente, pero los franceses se mantenían muy efectivos en su faceta ofensiva lo que hacía imposible la remontada del campeón macedonio.

Las exclusiones de Mamdouh y Truchanovicius con diferencia de diez segundos, y el posterior gol de Cañellas para ponerse a un gol a falta de cinco minutos para el descanso (12-11), obligaron al entrenador francés Patrice Canayer a pedir tiempo muerto. Y vaya si fue una buena decisión porque Montpellier retuvo el balón, aprovechó el lanzamiento fallido de Marsenic desde el pívot y con un hermoso gol de Fabregas con una tendida sobre Sterbik salió aireoso de una situación complicada, manteniendo los dos goles de ventaja (13-11).

Por si esto fuera poco, Vardar no pudo convertir en sus últimas dos ofensivas y sufrió sobre la bocina un verdadero golazo desde 14 metros de Porte, que cerró así su planilla personal con seis de los catorce goles de su equipo antes del descanso (14-11).

Vardar buscó la remontada, pero Montpellier logró aguantar

Los dirigidos por el español Raúl González salieron a la segunda parte con mucha intensidad para acortar lo más rápido posible la diferencia y con dos goles consecutivos (uno de Borozan y otro de Cindric) estamparon un parcial 3-1 que los dejó abajo por la mínima en sólo tres minutos (16-15).

Cindric comenzó a hacerse protagonista y con tres goles consecutivos lideró a su equipo durante los primeros diez minutos del complemento, pero la dupla Porte-Guigou seguía intratable ya que se turnaban para convertir y mantener la ventaja en dos goles (19-17).

Un gol más del experimentado Guigou le devolvía la máxima de tres goles a los franceses, pero un par de buenas acciones consecutivas del español Maqueda volvían a poner el marcador con diferencia mínima a falta de quince minutos (20-19).

En este tramo del encuentro, Vardar pudo hacerse protagonista y empezó a manejar el desarrollo del juego, pero tres goles consecutivos del joven Melvyn Richardson hacían que Montpellier se mantuviese arriba a falta de ocho minutos (23-21).

Cindric y Borozan continuaban descontando para Vardar, pero además de los bombazos de Richardson, los galos también encontraban a Fabregas en el pivot para mantenerse arriba. A falta de cinco minutos y del segundo descuento consecutivo del montenegrino Borozan, Guigou aprovechó una desconcentración y marcó desde el saque central un gol que parecía inclinar la balanza (26-24).

Borozan y Richardson marcaron cada uno su sexto gol del encuentro (27-25) a falta de cuatro minutos, pero la segunda exclusión de Valentin Porte le dio un último empujón a los macedonios. Rogerio Moraes convirtió desde el pívot, Montpellier sufrió decimoquinta pérdida y en la reposición Joan Cañellas encontró al macedonio Stoilov para empatar el tanteador con sólo 90 segundos más de juego (27-27).

Luego del lanzamiento al palo y un rebote favorable para los franceses, una buena movilidad de pelota permitió emparejar a Simonet con Maqueda en el lateral izquierdo. El central argentino, de irregular partido y con varias pérdidas personales, no dudó y lanzó a pie firme sobre la cabeza de su defensor y sorprender a Milic que no logró cerrar sus piernas a tiempo.

A pesar del tiempo muerto pedido por el entrenador González y de jugar la última bola con siete hombres en ataque, Vardar no pudo conseguir el empate y vio como sus esperanzas se fueron por la borda con el lanzamiento errado por el español Cañellas.