El domingo 19 de Enero, en el Levi Stadium de la ciudad de Santa Clara, en el estado de California, por la final de la Conferencia Nacional, se enfrentarán los San Francisco 49ers y los Green Bay Packers.
Para llegar a esta instancia, los 49ers derrotaron a los Minnesota Vikings por 27-10, mientras que los Packers hicieron lo suyo con los Seattle Seahawks por 28-23. San Francisco y Green Bay fueron los mejores equipos de la Conferencia (ambos terminaron con un record de 13 ganados y 3 perdidos) y por lo tanto que hayan llegado a esta final no fue raro para ningún fanático y especialista de la NFL
En esta nota, que sirve como previa para el cotejo del domingo, se comentará como llegan ambas franquicias a esta partido definitorio, el partido que disputaron en la temporada regular, cuáles podrían ser las claves para que cada equipo pueda llevarse la victoria y alcanzar el ansiado Súper Bowl a disputarse en el 2 de Febrero en el Hard Rock Stadium de la ciudad de Miami.
Ambas escuadras se van a presentar a este cotejo sin ninguna baja significativa. Si bien el ala cerrada estrella de San Francisco, George Kittles y el receptor abierto de Green Bay Allen Hazard presentan lesiones en sus tobillos, no hay ninguna duda que el domingo próximo van a presentarse en el emparrillado.
Los finalistas de la NFC ya se han enfrentado en esta temporada. Por la semana 12, en el mismo estadio donde se van a disputar el juego el domingo, equipo comandado por Jimmy Garoppolo apabulló al liderado por Aarón Rodgers por 37-8. De más está decir, que es prácticamente imposible que se repita ese cotejo. Seguramente el staff de entrenadores de Green Bay habrá visto más de una vez este cotejo para ver todos los errores (que fueron muchos) que realizo su equipo y todos los aciertos del rival y de ahí realizar todas las modificaciones necesarias en sus esquemas ofensivos/defensivos para no volver a reincidir en los defectos.
La principal clave de este partido se dará por el lado de las trincheras. Quien domine la línea de golpeo será quien tenga más probabilidades de llevarse el triunfo. Si bien es un fundamento básico en el deporte, no quita que sea cierto y que sea sumamente importante. La línea defensiva de los 49ers comandada por el novato Nick Bosa es la mejor de la NFL y si logran meter continuamente presión al mariscal Aarón Rodgers y tapar los huecos por donde pueda correr Aaron Jones, las oportunidades de llevarse el triunfo se amplían. La semana pasada, esta misma línea secó a un gran corredor como Dalvin Cook (acarreo el balón para 18 en 9 oportunidades) y la ofensiva vikinga prácticamente desapareció. Si bien, Aarón Rodgers, no es Kirk Cousins, este último tiene más variantes aéreas ofensivas (Diggs y Thielen) que “ARod” que solo cuenta con un receptor sumamente confiable y uno de los mejores corredores de ruta como lo es Davante Adams. Seguramente la secundaria encabezada por Richard Sherman intentará limitar lo máximo posible a este receptor y que Green Bay tenga que sorprender con otra variante aérea (léase AllenHazard, Gerónimo Allison o Jimmy Graham) para llevarse un resultado positivo.
Obviamente del lado contrario. Green Bay necesita darle tiempo a Rodgers, para que pueda encontrar sus receptores en posibilidad de recibir pases pero por sobre todas las cosas, esta línea tiene que abrir los huecos para poder establecer el ataque terrestre. El corredor Aarón Jones fue el caballito de batalla este año y la principal arma ofensiva.
La ofensiva de San Francisco intentará plasmar su temible ataque terrestre. Una gran virtud que tiene este equipo y que lo hace sumamente difícil de marcar es que no tienen un corredor titular fijo y por lo tanto no tienen una tendencia definida. Ejemplo: Cuando todo hacia presuponer que contra los Vikings, el titular y quien iba a realizar las mayores corridas iba a ser Raheem Moster (venía siéndolo en los últimos juegos de la temporada regular), quien acaparó la mayor cantidad de acarreos fue Tevin Coleman y lo hizo de excelente manera (22 corridas para 105 yardas y 2 TD). Además de estos corredores, en el roster se encuentra Matt Breida que también puede ejecutar muchísimas corridas. Quien tendrá muchísimo trabajo para frenar este ataque es el apoyador centrar Blake Martínez. Su labor será trascendental para que los visitantes puedan ganar el juego. Otro factor sumamente importante es cuanta presión puedan meter Preston y Zadarius Smith. La secundaria de Green Bay es muy porosa por eso necesita que estos jugadores metan mucho presión para que Jimmy G tire de manera incomoda y forzar errores de este QB.
Por otro lado, otra clave se va a dar fuera del campo de juego, en el sideline. Tanto Kyle Shanaham (49ers) como Matt Lafleur (Packers) son dos mentes brillantes en materia ofensiva, pero uno solo tiene la experiencia en esta clase de partidos (Shanahan) y ahí el equipo local tiene una pequeña ventaja por sobre el visitante. Shanahan en situaciones límites va saber tomar la mejor decisión posible mientras que la inexperiencia de Lafleur le puede generar tomar malas decisiones, especialmente si su equipo se encuentra abajo en el marcador.
Seguramente, será un partido muy cerrado, con excelentes jugadores en ambas franquicias, y quien mejor ejecute su sistema de juego será quien consiga el triunfo y tenga el premio de llegar al Súper Bowl en febrero.