Los números

Récord: 52-24-6

Estadísticas (ranking):

Power play %: 25,2 (4)

Penalty killing %: 82,3 (7)

Goles a favor por partido: 3,05 (16)

Goles en contra por partido: 2,49 (2)

Playoff

Eliminados en seis partidos en la final de la conferencia este por Tampa Bay Lightning.

Las expectativas

El proceso de reconstrucción de los Rangers sufrió un brutal giro de timón, cuándo una vez acabada la temporada sin alcanzar los playoff, John Davidson, presidente de operaciones de hockey, y Jeff Gorton, gerente general, fueron despedidos para poner al frente de ambos cargos a Chris Drury.

Quedaba por ver si el nuevo rector de la reconstrucción, sería capaz de darle el impulso a la misma, que al parecer sus antecesores no habían alcanzado. Una temporada en la que se esperaba que Igor Shesterkin respondiera a la fe puesta en él, en que la defensa fuera algo más que el desempeño de Adam Fox y como no, esperando la aparición de las grandes promesas adquiridas en el draft, Alexis Lafrenière y Kaapo Kakko. Con todas estas variables a favor, un asalto a un wild card parecía un objetivo realista para este equipo, que también tenía nuevo inquilino en el banquillo, Gerard Gallant.

Los hechos

El equipo finalizó la temporada como finalista de conferencia, sin duda alguna un cierre muy por encima de lo que se esperaba cuando el equipo se puso en marcha en otoño. Una ruptura de expectativas que también alcanzó a la temporada regular, porque los blueshirts no se conformaron con rascar un wild card, si no que se hicieron, y de manera legítima con la segunda posición de la Metropolitan, solo superados por uno de los favoritos a la Stanley, los Carolina Hurricanes.

Las columnas de los Rangers hablan ruso, Artemi Panarin no solo marca, aunque podría hacerlo más, pero es un jugador que hace que otros lo hagan, como Chris Kreider o Mika Zibanejad. Y sobre todo Igor Shesterkin, el único guardameta de la liga que ha sido capaz de retar el dominio bajo los tubos de Vasilevskiy, y que fue el gran termómetro de los resultados del equipo. Las mejores actuaciones del equipo coincidieron con los picos de forma de su guardameta titular.

En playoff, el equipo decidió disfrutar la oportunidad, y sin complejos enfrentó la postemporada, y lejos de amilanarse frente a equipos más experimentados, les dio guerra, tanto como para eliminar en siete partidos a Penguins y Hurricanes, e incluso ponerse 2-0 con Tampa Bay, pero los partidos acumulados y el espíritu de los campeones en ejercicio acabó con una temporada que merece ser calificada de sobresaliente.