Sergey Sirotkin se puso en la cabeza de la disputa por el segundo asiento de Williams tras los test de Pirelli en Abu Dabi. El rendimiento de Robert Kubica no fue el esperado y su estado físico ha sido muy cuestionado en los últimos meses, aunque se espera que el polaco sea piloto de desarrollo en 2018.
Sirotkin, además, llega a Williams con un buen respaldo económico millonario: 15 millones de euros de SMP, un banco ruso dirigido por Boris Romanovich Rotenberg, un magnate que no quiere perder la representación rusa en la Fórmula 1, que se había perdido con la marcha de Daniil Kvyat. Y algo aún más importante, el de Moscú también cuenta con el apoyo del presidente de Rusia Vladimir Putin.
El nuevo piloto de Williams ha estado dentro de la Fórmula 1 gracias a Renault, en 2016 rodó en Sochi y en Brasil y en los test de Silverstone a mitad de temporada. En 2017 fue piloto reserva oficial del equipo francés. El fichaje de Carlos Sainz truncó por completo su debut, ya que Jolyon Palmer no entraba en los planes de Renault de cara a 2018.
Después de tres temporadas en la segunda categoría (dos como GP2 y otra como Fórmula 2), Sirotkin llega a la cima del automovilismo. Será uno de los dos debutantes en F1 en 2018 junto a Charles Leclerc, que se estrenará con Sauber.
El mejor resultado de Sirotkin en la segunda categoría fue el tercer puesto, lo consiguió en dos ocasiones 2015 y 2016. En 2017, con el equipo ART Grand Prix tan solo sumó nueve puntos siendo 20º en el campeonato.
Williams, un equipo que tampoco cuenta con mucho dinero, se ha decantado por un piloto que aportará millones al equipo, como se ha comentado anteriormente. Ya se verá cuando se apague el semáforo en Australia si el talento de Sergey Sirotkin es el adecuado para estar en la categoría reina del automovilismo.
Para este asiento tambien fueron candidatos Daniil Kvyat y Pascal Werhelein. El ruso fichó por la Scuderia Ferrari hace unos días, como piloto de desarollo trabajando en el simulador, no se esperaba verle por pista. Del alemán nunca más se supo, Mercedes hizo esfuerzos para mantenerlo en F1, pero 2018 lo perderá.