El debutante en Fórmula 1 como piloto oficial, Nyck De Vries, se ve en un apuro gordo tras un préstamo que tiene que afrontar desde hace un par de años, cuando aún era piloto en Fórmula 2. Se estima que en dicha competición sale a 1.000.000 euros o inclusive más el competir durante una temporada en la categoría por lo que los pilotos se buscan individualmente su manera de financiarse el curso.
El préstamo
Habría que remontarse al 2018, cuando De Vries no podía permitirse correr en la categoría de plata y tuvo que contactar con el prestamista. Dicha persona se llama Jeroen Schothorst, un mágnate inmobiliario, conocido también por fundar la marca de ropa McGregor, quien prestó 250.000 euros para financiar la temporada. Pero ahí no quedó la cosa, ya que De Vries aceptó unas conidicones del mágnate. Un pago del 3% del interés anual y el 50% de las ganancias del neerlandés cuando llegase a la Formula 1. Sin embargo, esta condición hubiera sido anulado de no haber llegado a la categoría reina antes del 2023.
El piloto firmó con AlphaTauri para 2023 por lo que, en teoría, el acuerdo ya no prevalece. Sin embargo, el problema surge a raíz de que De Vries participó en la temporada 2022 durante el Gran Premio de Italia con Williams.
Los incumplimientos
Según cuentan los abogados de De Vries, ya habría pagado 190.000 euros, pero la cosa no queda aquí ya que Schothorst reclama que el piloto haya incumplido con el contrato y por ende pide la mitad del salario que cobrará el piloto en 2023. Además, ha señalado que el neerlandés debió compartir información explicita sobre sus ingresos y contratos algo que asegura que no ha cumplido.
La sentencia del juez se dará a conocer el 3 de febrero, el mismo día en el que Red Bull presentará su coche para 2023 y ocho días antes de lo haga AlphaTauri.