Johann Zarco salía desde la pole position en el Gran Premio de la República Checa con Álex Rins en una discreta séptima plaza. Pero la mañana de carreras se torcía y la lluvia hacía acto de presencia. De nada servían los favoritismos sobre el papel, puesto que en mojado todo es posible. Tanto fue así, que Johann Zarco muy pronto se vio relegado a las posiciones traseras y su objetivo se centraba en lograr puntos de cara al campeonato. Pero el punto positivo lo ponía Rins, ya que no se desinflaba y aseguraba una muy buena segunda posición que le coloca a 19 puntos del francés. Aun con siete carreras para el final de la temporada, no hay nada decidido, por lo que conseguir restar puntos, es la clave para no decir adiós al mundial antes de tiempo.

Una segunda posición que acerca al barcelonés al liderato del Mundial de Moto2, pero que ha costado más de lo que puede parecer a simple vista. De hecho, Rins comentaba que la carrera ha sido “complicada” debido al estado del asfalto. “La pista estaba difícil y he tenido que estar muy concentrado durante todas las vueltas. Folger tenía un ritmo muy fuerte y no he podido seguir su rueda en las últimas vueltas”, añadía el piloto del Páginas Amarillas HP 40.

Después de ver como perdía la rueda de un Jonas Folger que se iba en solitario, la sensatez se ha adueñado del piloto español. Tocaba ir con calma y sacar la mayor ventaja posible y mucho más sabiendo que su máximo rival por el título, Johann Zarco, estaba muy retrasado en la carrera. Las últimas vueltas han sido más tranquilas para Rins, puesto que veía la distancia que marcaba con el tercer clasificado en carrera, Sam Lowes. Una diferencia que permitía no arriesgar y tomarse el final de la prueba con más calma. “ El resultado es bueno y nos acerca un poquito más a la cabeza de la clasificación”, finalizaba Rins.