El horizonte nítido, perfilado, pulido; alcanzable en una palabra. Sharapova afina cada golpeo, depura cada impacto ilustrando así un libro de títulos al que a partir de hoy se le suma Brisbane. La lejanía del objetivo, más mermada y por consiguiente, más accesible para la raqueta rusa. Maria quiere asediar el primer escalafón del ranking WTA y su victoria ante Ivanovic sobre el cemento de la Pat Rafter Arena consolida unas expectativas cada vez más palpables.
El broche de oro a una primera semana de competición a la que cualquier calificativo se le queda corto. La de Nyagan fue superior a todas sus rivales, en ritmo, en tenis y sobre todo en definición. A la primera no pudo -cayó en semifinales el pasado año- pero tropezar dos veces con la misma piedra no es la filosofía de ‘Masha’. Tenía ante sí una oportunidad de allanar su camino para continuar en la estela hacia Serena. Enfrente, Ana Ivanovic. Dos ex-número uno combatiendo por un trofeo que ninguna de las dos tenía en su haber. Stuttgart fue testigo el pasado curso de la última pugna por un entorchado entre ambas y 2015 atildaba un primer enfrentamiento que no defraudó.
Ivanovic remontó un 4-1 adverso en la primera manga para acabar llevándose el tie-break
“El pasado año tuvimos batallas muy disputadas” declaraba Ivanovic al final de un partido que comenzó con una Sharapova llevando la batuta como a lo largo de la semana de competición en Queensland. El encuentro tomaba tintes rusos en una primera manga en la que Maria llegó a liderar 4-1 llegando incluso a disponer de dos bolas de set al 5-4 cuando ya Ivanovic había entrado en materia hasta entonces apabullada en el fondo de pista por los incesantes martilleos de ‘Masha’. Despertó, remontó y el tú a tú finiquitó en una muerte súbita que cayó del lado serbio. Sin embargo, Sharapova lejos de venirse abajo supo reaccionar con astucia y realizó un break temprano en los dos siguientes parciales para así mermar psicológicamente a una Ana Ivanovic que mantuvo el pulso a la rusa -pese a las dolencias en la zona abdominal que la obligaron a parar el encuentro- pero a la que no pudo doblegar, eso sí, tras dos horas y treinta y ocho minutos de lucha.
Sharapova ha ganado al menos un título en las últimas 13 temporadas
El cielo se abrió y por la claraboya de la Pat Rafter entró la luz para iluminar el sendero de una Sharapova que con el de hoy, ya son 34 los títulos que alberga en su vitrina habiendo ganado al menos uno en las últimas 13 temporadas. 681 son las unidades que la separan del número uno del mundo en poder de Serena Williams. A dos semanas del Open de Australia (Grand Slam que no levanta desde 2008) Sharapova se erige como favorita para volver a repetir una escena que se diera del 22 de agosto de 2005 cuando por primera vez ascendiera al primer puesto de la tabla.
Brisbane consolida las opciones de ‘Masha’. Australia puede ser el escenario en el que se dé el relevo en lo más alto de la clasificación. Maria sabe que el objetivo está cerca. Ahora más que nunca la rusa permanece con la mirada fija.