La historia de una carrera tenística se define a lo largo de muchísimos partidos, sin embargo en el caso de Kuznetsova el primer juego de su partido contra Radwanska bien podría servirnos para hacer una analogía de la misma. La polaca comenzó colocándose 40-0 con el saque en lo que parecía un plácido inicio de encuentro para ella, sin embargo la gran calidad y tesón de Sveta no tardaron en hacer acto de presencia y con cinco puntos seguidos rompió el saque de su rival, dinamitando el partido desde el comienzo. Este comienzo inspirado de la jugadora moscovita se prolongó con su saque, ya que logró afianzar la ruptura a pesar de las acometidas de la polaca que con envíos liftados al fondo de pista provocaba sucesivos errores no forzados, llegando a forzar aunque en vano un 40-40.
Kuznetsova al ataque
El partido continuó por los mismos derroteros, Kuznetsova como buena veterana y conocedora del circuito que es buscaba desbordar a Radwanska con puntos de corta duración, evitando así que la polaca mostrara esa férrea defensa que la llevara a la final del torneo Londinense en el año 2012 y que desde hace tiempo la ha instalado entre las mejores. De esta manera se produjo una nuevo quiebre del servicio y una nueva confirmación del mismo, la superioridad era aplastante, la efectividad de Kuznetsova también, el marcador mostraba el 4-0 y las estadísticas de la rusa la friolera de doce puntos ganadores en este tiempo.
Tímida reacción
En el quinto juego la racha triunfal se vio cortada, debido a su enorme desventaja la número diez mundial se vio obligada a cambiar radicalmente su patrón de juego, realizando hasta tres subidas a la red durante el transcurso del game, las cuales lograron su propósito y anotaron el 4-1 en el luminoso. Quitarse el lastre del cero en el marcador pareció dar alas a Radwanska ya que logró tener una opción de break, sin embargo se trataba de un espejismo, Kuznetsova solventó la circunstancia con maestría al servicio rubricando el 5-1 con una volea baja de bellísima factura que despertó el entusiasmo del sobrio público británico.
A partir de aquí la veteranía jugó el papel que tocaba, a pesar de que la jugadora centroeuropea logró instaurar el 5-2 sin problemas los nervios no se notaron en absoluto y la rusa de 32 años de edad cerró el set con facilidad con un marcador de 6-2 y en únicamente 32 minutos de juego.
Gladiadora Radwanska
El segundo parcial pareció comenzar con la misma inercia que el primero Agniezska no se encontraba en pista y Kuznetsova jugaba a placer al ataque, así la primera opción de break llegó fácil una vez aquí la novena cabeza de serie del torneo tiró de orgullo y con tres smatches consecutivos y una ajustada volea a la línea logró revertir la situación, poniendo el 1-0 a su favor en el marcador, siendo esta la primera ocasión en el encuentro en la que se encontraba por delante.
Los peloteos eran cada vez más largos, patrón de juego que sin duda favorecía su estilo y es que a pesar de que la rusa continuaba cuasi infranqueable y de que con 1-1 la presión volvía a los hombros de Radwnaska como una losa cada vez más insoportable (hasta cinco bolas de break tuvo que salvar) la garra de Aga (como es conocida en el circuito) se mostró en su máximo esplendor y tras 14 minutos de juego logró anotarse el 2-1.
Kuznetsova continuaba sólida al servicio, sin pasar apuro alguno y de nuevo a base de ganadores desde el fondo de pista logró reinstaurar la igualada. De nuevo Radwanska debía pasar por la tortura del saque y al igual que en las dos anteriores ocasiones logró solventarlo tras mucho sufrimiento, debiendo sobreponerse a otra bola de break, parecía el cuento de nunca acabar, la historia interminable, sin embargo la fortaleza psicológica de la de Cracovia volvió a hacer acto de presencia, así llegamos al 3-2. El objetivo era para Aga resistir hasta vencer.
La ley de la más fuerte
La soberbia garra de la polaca no desanimó en ningún momento a Sveta, su rictus se mantenía imperturbable, su juego sólido y su propósito de victoria firme. Luego de volver a solventar su turno de saque sin problema alguno se dispuso a demostrar de una vez por todas a los presentes en pista y a los televidentes del mundo entero que ella era la mejor en el día de hoy. Finalmente y a la séptima bola de break del segundo set logró penetrar la defensa de Radwanska, adelantándose en el marcador de manera notable dado que al igual que durante prácticamente todo el torneo el saque fue coser y cantar para ella, el tanteador reflejaba el 5-3 favorable, la victoria estaba a solo un paso.
Punto y final con el saque
Por primera vez en el partido Radwanska logró cerrar su turno de saque en blanco. Sin querer desmerecer en absoluto los méritos de la fenomenal jugadora polaca esto era sin duda debido a que Kuznetsova estaba reservando fuerzas para lo que a continuación vendría que era cerrar el partido desde el servicio, el descanso físico y psicológico era legítimo y este pequeño sacrificio necesario como posteriormente quedaría demostrado y es que Radwanska vendió cara su derrota hasta el último punto, disponiendo de dos bolas de break que resultarían infructuosas. FInalmente y tras 59 minutos de duro set y una hora y 31 minutos de partido Svetlana Kuznetsova se alzó con la victoria por 6-2 y 6-4 logrando alcanzar los 1/4 de final, que son su mejor resultado en Wimbledon ocho años después, dejando patente que está viviendo una segunda juventud.