Penúltima ronda del Premier Mandatory de Miami. El frenético mes de marzo está llegando a su fin después de dos torneos bastante intensos y que, como acostumbra, está dejando muchas sorpresas en el circuito femenino. Después del triunfo de Osaka en Indian Wells, esta vez es el turno de Danielle Collins. A pesar de que aún está en semifinales, la natal de Florida está mostrándose al mundo delante de su público, el cual la ha llevado en volandas hasta que esta madrugada se mida a Jelena Ostapenko, número cinco del mundo y favorita al título. La otra semifinal, que se disputará horas antes, medirá a Azarenka con Stephens.
De Letonia al cielo
La flamante campeona de Roland Garros puede seguir ampliando su corto palmarés. A sus veinte años, y a dos meses de defender su gran título, tiene ante sí la oportunidad de meterse en su primera final de Premier Mandatory. Babos, Haddad Maia, Kvitova y Svitolina han caído a manos de la letona, que no ha tenido un camino fácil en Miami, donde no ha cedido un solo set en un total de 37 juegos.
El papel de Florida
Apenas 24 horas después de eliminar a toda una Venus Williams, Danielle Collins tiene ante sí el reto más difícil de su carrera días antes de pegar su salto más importante en el ranking de la WTA. En el año de su salto a la élite, sin duda está a la altura de estos torneos (hizo octavos de final en Indian Wells). Una final son palabras mayores, pero juega con el público a favor y todo puede pasar.
Posible sorpresa
Al igual que en el partido de cuartos, Collins juega con el hándicap del desconocimiento. Al fin y al cabo, ocupa el puesto 93 de la WTA y nunca se ha medido a rivales de la parte alta, por lo que podría volver a sorprender a una más. Ostapenko jugará con el público en contra pero, aun así, parte como favorita a ocupar una de las dos plazas de la final del próximo sábado.