El tenista Andy Murray dio positivo por coronavirus, lo que pone en duda su participación en el Abierto de Australia.
El británico se encuentra actualmente aislado en su domicilio, pese a que tenía previsto viajar a Australia en uno de los 18 vuelos chárter habilitados por la organización del torneo.
Murray, que por el momento se encuentra bien de salud (asintomático), confiaba en poder llegar a Australia más tarde de lo inicialmente previsto y solo participar en el primer Grand Slam del año, que comenzará el próximo 8 de febrero.
Se espera que los jugadores comiencen a llegar al país en las próximas 24 horas para que puedan completar un período de dos semanas de cuarentena, durante el que se les permite abandonar sus dormitorios para entrenar durante cinco horas al día.
Según los medios del Reino Unido, el escocés y su equipo de trabajo están tratando de llegar a una solución aceptable con el director de la competición, Craig Tiley, para jugar el torneo. Para ello, se someterá a otros test que confirmen o desmientan el resultado que obtuvo en las últimas horas.
La organización del torneo había estipulado que un resultado positivo por COVID-19 antes de volar a ese país implicaría que no se permitiría viajar al tenista afectado, lo cual pone en dificultades la presencia del británico.
Murray regresó a las pistas a mediados de 2019 para ganar el título de Amberes, pero se perdió la mayor parte de la temporada 2020 debido a complicaciones en la cadera y luchó por recuperarse en su regreso después de la pausa que hubo en el circuito por la pandemia de COVID-19, y sufrió una derrota en la segunda ronda del US Open antes de caer en la primera de Roland Garros.
Esta temporada, el escocés había decidido no disputar el torneo de Delray Beach para reducir el riesgo de contraer coronavirus e intentar llegar en óptimas condiciones al primer Grand Slam de la temporada.